Uno, dos y tres. Tres Ferrari F355 estampados traemos hoy hasta Dolorpasión™. Un Berlinetta y dos GTS, para que no haya peleas y quede todo el mundo convenientemente dolorido. No tenemos demasiados datos sobre las circunstancias que rodearon a los choques, pero sí un factor en común: los tres han acabado chafados en cuestión de un mes. Mal verano para los F355.
Empezamos con el primero que veis, el Ferrari F355 Berlinetta que quiso ser jardinero. Se llevó la verja de un jardín de Melbourne después de que: a) según el conductor, el acelerador se quedara trabado; o b) según testigos presenciales, el que se quedara trabado fuera el conductor, que iba haciendo cosas raras con el pobre bicho. Y el pobre bicho se quedó con esta cara de por qué a mí:
Vamos a por el segundo de la jornada, cuyo principal problema con la vida se resume en estos tres puntos esenciales:
- presencia de lluvia,
- exceso de zapatilla,
- falta de experiencia.
Chimpón, il cavallino cambia su dieta por la del acero presente en la barrera de la mediana. Para más drama doloroso, estamos ante un Ferrari F355 GTS, de esos que incorporaban el techo Targa y de los cuales se fabricaron solamente 2.577 unidades. Así es como acabó una de ellas:
Vale, es cierto que las fotos no nos dejan revolcarnos convenientemente en el dolor, así que vamos a por el tercero de la mañana: otro Ferrari F355 GTS (y esto ya empieza a asemejarse a la historia de los 10 negritos de Agatha Christie).
En este caso, se trata de un episodio titulado 'Orgullo herido en Asunción'. El conductor del deportivo quiso mostrar las cualidades de su Ferrari F355 GTS ante el propietario de un restaurante cercano... y acabó comiéndose todo lo que pilló al paso sin llegar a entrar en el establecimiento de restauración.
Hablando de restauraciones, esto tiene muy mala pinta. Dolorpasión™ ocurre en domingo.
Vía | zero2turbo