En Japón lo han vuelto a hacer. El Subaru WRX STi se ha renovado ligeramente en 2018 para seguir siendo, como siempre, uno de esos coches que le hacen ser codiciado por todos los aficionados al motor.
Algo más de equipamiento, mejores acabados y un comportamiento aún más refinado son las pequeñas grandes novedades de este coche aspiracional con concesiones a la practicidad que esconde 300 CV bajo su capó. Un coche de los que ya practicamente no quedan en el mercado y que, por supuesto, estábamos obligados a probar.
Subaru WRX STi: Pocos cambios pero muy acertados
Exteriormente es un coche que ha cambiado con respecto a la versión anterior. En este último restyling el Subaru WRX STi se ha puesto un poco más cachas con algunos cambios que enfatizan aún más su aspecto de tipo duro y agresivo.
El frontal es nuevo. Salvo la forma de los faros que ahora cuentan con tecnología LED adaptativa (SRH - Steering Responsive Headlighst, con luz diurna incluida). Todo lo demás ha cambiado, de forma sutil, pero ha cambiado. La parrilla es más amplia, más marcada y carece del borde exterior de antes, el paragolpes tiene formas más duras y más anchas especialmente en la parte inferior y se han suprimido los antinieblas para dejar paso a unas entradas de aire laterales falsas más amplias.
La pieza central del paragolpes delantero es ahora de color negro y deja mucho más espacio para la ventilación. Sobre el capó la característica entrada de aire de los STi es ahora más amplia, por si antes no era ya lo suficientemente grande.
En el lateral hay pocas diferencias. Las taloneras son las mismas y los pasos de rueda altos mantienen su perfil bien marcado, aunque sin exagerar. El gran cambio se centra ahora en el nuevo juego de llantas de 19 pulgadas que equipa de serie, una pulgada más que antes, y que encierran un equipo de freno Brembo con discos ventilados y perforados más grandes con las pinzas acabadas en color amarillo.
En la zaga prácticamente se ha quedado intacto, con ese paragolpes voluptuoso y rematado en la parte inferior con un gran difusor negro y un total de cuatro salidas de escape. El gran cambio es que ahora (desde 2016 en realidad) los clientes que no lo quieran podrán comprarse un Subaru WRX STi sin el gigantesco alerón trasero asociado a la versión Confort Edition. Unos lo verán como una traición al modelo y otros como un plus de discreción.
Pasando al interior, ya vimos en la prueba del modelo 2016 que el Subaru WRX STi había hecho bastantes concesiones a la comodidad. Este modelo de 2018 es prácticamente idéntico a excepción de ciertos cambios como unas gráficas nuevas en el cuadro de mandos, el reposabrazos central y una mayor profusión del negro piano que ahora se reparte por el salpicadero, las molduras de las puertas y la consola central. Un uso un tanto excesivo.
La marca japonesa también ha aprovechado para introducir algunas novedades tecnológicas, pero pocas. El WRX STi incorpora de serie ahora avisadores de ángulo muerto colocados en los retrovisores con alertas visuales y acústicas y luces de carretera automáticas, además de regulación eléctrica para el asiento el conductor.
Hay otros cambios menores como que la pantalla de la parte superior del salpicadero donde se muestra la información de la mecánica pasa de 4,3 a 5,9 pulgadas y cuenta con una mejor definición y con más opciones o cinturones de seguridad de color rojo. El resultado final es el de un coche deportivo bastante próximo a la pureza, pero con un interior acogedor, con buenos acabados y una sensación de calidad percibida bastante alta.
Con 4.595 mm de longitud exterior y un aspecto amenazante, el Subaru WRX STi se erige como un coche con un interior bastante espacioso. El punto crítico sería el espacio disponible para las piernas de los pasajeros en la segunda fila, pero hay sitio de sobra para viajar cómodamente. El maletero también tiene una capacidad generosa con 460 litros de capacidad.
Un comportamiento dinámico digno de su legado en rallies
Pero basta de charla. Ajustamos el asiento y la columna de la dirección, pulsamos el botón de arranque (cuenta con entrada y arranque sin llave) y nos saluda efusivamente el rugido del motor bóxer de cuatro cilindros y 2.5 litros de cilindrada.
Su rumorosidad es considerable y en marcha nos regala los oídos con su melodía tan característica. Ahora bien, esperábamos una sonoridad mayor, al menos en el interior del vehículo, y es que Subaru persiguiendo el confort ha incrementado el nivel de aislamiento del habitáculo.
Si estás acostumbrado a coches convencionales (no deportivos), lo primero que te llamará la atención es un tacto de la dirección muy poco asistido, el recorrido duro y cortísimo de la palanca de cambios y unas suspensiones más firmes que la media. Por cierto, para este restyling se ha ajustado para ser un poco menos pétrea, aunque lo sigue siendo.
Rodando en ciudad y sin su característico alerón trasero, el Subaru WRX STi Confort Edition es un lobo con piel de un-poco-menos-lobo. A ojos poco entendidos puede pasar como una berlina, pero es un deportivo y eso se nota en un embrague duro que nos pegará algún tirón que otro si no vamos finos con el pie izquierdo y grandes meneos al pasar sobre los resaltos. No es su terreno ideal, pero se defiende, pudiendo utilizarse incluso como coche familiar para hacer recados.
Pero la practicidad es sólo una excusa ante la familia para justificar su hipotética compra. Notamos que el WRX STi quiere buscar terreno abierto, así que le hacemos caso y ponemos rumbo a esa carretera perdida donde desatar su verdadero potencial.
Es sólo entonces, con terreno libre por delante, cuando comenzamos a estirar las marchas. El motor estira más de lo que parece en un primer momento, y cuando la aguja supera las 4.000 rpm este Subaru se lanza hacia la línea roja situada a casi 7.000 revoluciones en un sprint frenético acompañado por un rugido que estremece. La guinda del pastel es el sonido del turbo respirando al soltar el acelerador en los cambios de marchas y los gorgoteos del escape.
Son 300 CV y 407 Nm de par motor los que se trasladan de los 2.457 centímetros cúbicos del motor hasta las cuatro ruedas, moviendo con frugalidad los 1.615 kg. No es especialmente ligero, pero es el precio que hay que pagar por una construcción sólida y un sistema de tracción integral como el de Subaru.
Si le dejamos, el WRX STi acelera con vehemencia y llegaremos muy rápido hasta la siguiente curva. Un toque de freno es suficiente para controlar la velocidad (más en esta unidad con frenos aún más potentes, no los de serie) y lanzar el volante hacia el interior de la curva para encontrarnos con su punto fuerte.
Las suspensiones aunque son algo más confortables que las anteriores siguen haciendo gala de una efectividad excelente, girando sin un ápice de cabeceo de la carrocería. A la hora de pisar de nuevo el acelerador el Subaru WRX STi saca su mejor cara con una capacidad tracción descomunal.
Si el reparto de fuerza entre ambos ejes no nos acaba de satisfacer siempre podemos regular el reparto de par con el Multi-Mode DCCD situado tras la palanca de cambios. Puede funcionar en modo automático o manual al gusto del conductor, y regula la entrega de par bloqueando el diferencial central.
La caja de cambios roza la perfección. Pensada para trabajar en consonancia con el ya mítico bóxer de Subaru y su tracción integral, las relaciones están muy bien escalonadas, los recorridos son precisos y muy ajustados de tacto duro. Como debe ser en un coche de estas características.
De la electrónica disponible sólo podremos desconectar el control de estabilidad a golpe de botón en el lateral izquierdo del volante, y aun así resulta un coche seguro. Está asombrosamente bien aplomado, costando una barbaridad encontrar los límites de la tracción.
La satisfacción de un coche deportivo bien hecho
Volviendo a la normalidad con una sonrisa de oreja a oreja y sabiendo de lo que es capaz el Subaru WRX STi miramos con otros ojos sus capacidades como coche para todo. A medida que lo conoces te conquista más y ni resulta un coche tan duro de suspensión ni tan tosco en el día a día. Eso sí, siempre queda entre él y su conductor la certeza de que en cualquier momento te puede alegrar el día.
Lo que no da tantas alegrías es el consumo. Después de haberlo utilizado en todo tipo de situaciones el consumo final arrojado se quedó en 11,8 litros a los 100 km, mas que el Ford Mustang GT con el motor 5.0 V8 de 421 CV. Hay que reconocer que la homologación de Subaru es bastante honesta, declarando 11,2 l/100 km.
El precio del Subaru WRX STi es de 46.900 euros tanto para las versiones Confort como Rally, cada una con sus particularidades pero con la misma mecánica y (poca) electrónica.
Es difícil encontrar rivales a un coche así en la actualidad, pero por establecer alguna comparación con coches de tracción integral y de 300 CV hacia arriba, el Ford Focus RS (350 CV) cuesta 41.910 euros, el Volkswagen Golf R (310 CV) cuesta 44.360 euros y el Audi RS 3 se va a 400 CV y 65.360 euros.
Subaru WRX STi: nuestra puntuación
.4
A favor
- Calidad percibida y estética
- Respuesta del motor vigorosa
- Carácter de deportivo puro
- Practicidad
En contra
- Consumo elevado
- Embrague duro
- Sonido contenido
El Subaru WRX STi nos ha gustado, y mucho. Nos ha gustado como coche fiel a sus principios aunque el aspecto radical ya no está tan asociado con el coche espartano, áspero e incómodo que podía ser antes. Pero sobre todo nos ha gustado por su filosofía, por seguir siendo un defensor a ultranza de las sensaciones puras, sin filtros, sin aditamentos ni tecnologías innecesarias más allá de lo que busca el cliente de un STi: la emoción de conducir.
Este coche es uno de esos modelos que se lanzan por orgullo de marca. Subaru no se olvida de lo que es como firma comercial ni de su extenso legado en competición y ni siquiera pretende que el WRX STi sea superventas, y ni falta que le hace. Venderán pocos en comparación con otros modelos pero sabemos de forma casi unánime que, si pudiéramos, tendríamos uno de estos en el garaje.
Aunque es un vehículo moderno, efectivo, avanzado en su especialidad como buen deportivo, el Subaru WRX STi es un coche romántico que conserva los pies en el suelo y las raíces en su planteamiento original como heredero de una larga estirpe de coches de rally. Un cisne negro ante el que sólo podemos levantarnos y aplaudir.
Ficha técnica
Versión probada | 2.5 turbo 300 CV | |||
Cilindrada | 2.457 cm³ | Tipo de tracción | Total | |
Bloque motor | Bóxer 4 cilindros | Combustible | Gasolina | |
Potencia (CV @ rpm) | 300 @ 6.000 | Capacidad del depósito | 60 litros | |
Par motor (Nm @ rpm) | 407 @ 4.000 | Consumo urbano | 15,1 l/100 km | |
Peso | 1.615 kg | Consumo extraurbano | 8,4 l/100 km | |
Velocidad máxima | 255 km/h | Consumo combinado | 10,9 - 11,2 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 5,2 segundos | Capacidad maletero | 460 litros | |
Transmisión | Manual de 6 velocidades | Precio (sin extras) | 46.900 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Subaru. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | _Two_Sides