Prueba: SEAT León FR (parte 3)

El León FR es una opción deportiva dentro de la gama, pero también supone una variante de equipamiento más, con una dotación destacable considerando el precio del coche, 23.995 € para el TFSI, 25.372 € el TFSI DSG y 24.383 € el TDI. En seguridad no obtiene un sobresaliente, pero si podemos darle un notable al menos, pues se queda cerca de un resultado muy bueno.

Equipamiento

Como siempre, no puedo poner la lista entera de equipamiento para que esto no se haga interminable, de modo que hago un pequeresumen de lo que me parece más importante, y espero no dejarme nada.

El León FR incluye en su dotación de serie climatizador bizona, asiento del conductor regulable en altura y con ajuste del apoyo lumbar, asientos posteriores con respaldo abatible por secciones 60/40, cajón debajo del asiento del conductor, elevalunas eléctricos en las cuatro ventanillas, cierre centralizado con mando a distancia, retrovisores regulables y abatibles eléctricamente, ordenador de viaje, volante regulable en altura y profundidad y con mandos para manejar el equipo de sonido, radio CD con capacidad para leer archivos MP3 y entrada auxiliar de sonido (Aux-in) de serie, ubicada en la consola central, entre otros elementos.

Los elementos de decoración exterior e interior FR son todos equipamiento de serie, faltaría más.

Opcionalmente podemos instalar manos libres Bluetooth (ojo, no funciona con cualquier teléfono), techo solar, llantas de 18 pulgadas, asientos delanteros calefactados (incluye calentadores para los lavaparabrisas), retrovisor antideslumbrante electrocrómico, conexión USB o iPod bajo el asiento del copiloto (que no recomiendo por las razones que expuse en su día), navegador a color, preinstalación del TomTom (lado izquierdo, conductor) y poco más.

No está nada mal, la relación equipamiento/precio me parece buena, y tenemos que contar con la potencia del coche, que no es para tomársela a broma, no hablamos de 140 ni 150 CV, sino de 200 (en banco de potencia unos cuantos más) o 170 en diesel.

No podemos optar a la tapicería de cuero (el León FR antiguo si la tenía), cargador de CDs o rueda de repuesto tamaño “normal” por citar algunos ejemplos. El cambio DSG supone un desembolso de 1.300 euros más, que pueden compensar si probamos el sistema en persona.

Por último, hay que tener en cuenta que la carga impositiva es superior en el TFSI, de modo que los extras salen más baratos en el TDI. La dotación es igual en ambas motorizaciones, salvo el tarado del tacómetro, el DPF en el diesel y la chapita que discrimina la motorización.

Seguridad

Ya he hablado con anterioridad de las mejoras efectuadas al León FR para que el aumento de potencia que suponen los dos propulsores TFSI y TDI no supongan una merma de la seguridad activa del coche. A igualdad de conducción el León FR es más seguro que el León convencional al tener mejor suspensión, frenos más grandes, neumáticos más anchos, etc. Por otra parte, el equipamiento necesario para reforzar la seguridad es muy satisfactorio, pero con un par de lagunas.

De serie contamos con ABS, EBD y ESP (con sistema anti fading, secado automático de los discos de frenos al encender el limpiaparabrisas, TCS y EBA) para asegurar la seguridad en marcha. Un coche como este sin ESP de serie no es aceptable a estas alturas.

La seguridad pasiva está “defendida” por cinco cinturones de seguridad (delanteros con pretensores y límite de carga y ajuste de altura, traseros laterales con límite de carga y todos de 3 puntos), airbags (delanteros frontales, laterales y de cortina, traseros también), cinco reposacabezas y anclajes ISOFIX. Refuerzan a estos elementos el regulador de velocidad, limitador voluntario (sólo notifica con un pitido y testigo), luces antiniebla, suspensión deportiva y sensor de presión de neumáticos, directamente de fábrica.

Opcionalmente, podemos pedir la desconexión del airbag de acompañante y los airbags laterales traseros, que ya puestos, deberían venir de serie. Las luces direccionables AFS con faros bixenón son un equipamiento a tener en cuenta si circulamos frecuentemente de noche en zonas de curvas, pues la iluminación adicional de las curvas viene bien para evitar sustos, y dicho sea de paso, estos faros iluminan mejor que los halógenos.

Según la marca: “con los faros inteligentes bixenón con AFS se incrementa hasta en un 30% la zona útil iluminada en curva y se mejora hasta en un 68% la distancia de detección de objetos o vehículos en curva, lo cual supondría ganar 1,8 segundos de reacción circulando a 70km/h.” Sacad vuestras propias conclusiones, creo que compensa, 800 y pico euros.

Acerca de los chivatos del cinturón de seguridad, todo lo que puedo decir es que en las unidades que he probado, o no funcionaban, o no los tenían.

En las pruebas EuroNCAP el León decepcionó un poco por no lograr la 5ª estrella que debería haber conseguido, al ser un diseño de la era Altea. Al menos, se quedó muy cerquita de conseguir el resultado, y tiene 4 estrellas de protección infantil y 3 de protección de peatones en caso de atropello.

No es el único compacto que le falta la 5ª estrella, puedo citar al Honda Civic como sonado caso de que “debería tenerla y no la tiene” dada su modernidad y tecnología. Para la siguiente a ver si hay más suerte…

Ya sólo nos quedan las conclusiones, estad atentos.

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