El lanzamiento del SUV de la marca del tridente, el Maserati Levante, es uno de los motivos por los que se va a retrasar la puesta en producción del Alfieri. El bonito coupé no empezará a producirse en 2016 como estaba previsto, sino dos años más tarde.
Los anti-SUV tienen carnaza para atacar a la marca italiana con esta decisión, pero seguro que las ventas respaldan esta maniobra. Un comunicado oficial de la marca así lo explica, la fuerza de ataque de FCA debe centrarse en el Levante y también en la marca Alfa Romeo, así que los recortes llegan al pequeño coupé.
Tan deseable como un Jaguar F-Type o un Porsche 911 pero considerablemente más exclusivo (como dijo el Director de Marketing de Maserati en Reino Unido. Pues va a ser todavía más deseado y esperado.