Volkswagen sigue apostando por las versiones a gas natural en sus modelos como medicina para atar en corto las emisiones. Así, presenta variantes renovadas TGI para el Golf y el Polo, que aumentan su autonomía total gracias a la incorporación de un nuevo tanque GNC. En el caso del Volkswagen Golf, además se combina con un nuevo propulsor de mayor cilindrada y potencia.
Las marcas del Grupo Volkswagen, pese a estar embarcadas en la electrificación como dicta el nuevo paradigma automovilístico, siguen dando prioridad a sus modelos alimentados por gas natural en su versión comprimida o GNC. Si hace poco llegaba a nuestro mercado el nuevo SEAT León TGI EVO, también con más autonomía y con un nuevo propulsor de mayor entrega, ahora le toca el turno a los Golf TGI y Polo TGI.
La marca ha anunciado el lanzamiento de estas nuevas versiones, que vienen a sustituir a las que ya estaban disponibles en los concesionarios, con la mirada puesta en el mercado europeo, por lo que es de esperar que hagan su desembarco también en España.
422 kilómetros para el Golf TGI y 368 kilómetros para el Polo TGI
Al igual que el SEAT León TGI EVO, los renovados Volkswagen Golf TGI y Volkswagen Polo TGI añaden un tercer tanque GNC, ubicado bajo los asientos posteriores, que se suma a los dos de los que ya disponían bajo el fondo plano del maletero. Esto se traduce en mayor capacidad para albergar este combustible alternativo y por tanto en un mayor rango de autonomía.
En el caso del Volkswagen Golf TGI, el nuevo depósito otorga 23 litros adicionales, lo que se traduce en 17,3 kilos de gas natural totales. Por su parte, el nuevo Volkswagen Polo TGI aumenta su capacidad en 16,5 litros, ofreciendo 13,8 kilos de volumen total. De esta manera, ambos llegan hasta los 422 kilómetros y los 368 kilómetros de rango respectivamente, según la marca en ciclo WLTP, entre repostaje y repostaje.
Por otro lado, aunque sólo en el caso del nuevo Golf TGI, también estrena un nuevo bloque mecánico. Se trata de un tetracilíndrico de 1.5 litros y 130 CV de entrega, que viene a sustituir al anterior 1.4 de 110 CV, lo que supone un extra de potencia de 20 CV. Su consumo se cifra en 3,6 kilos - 3,5 kilos de GNC, emitiendo entre 95 y 98 g/km de CO₂.
Esta nueva arquitectura, con una mayor relación de compresión, permite aumentar la eficiencia reduciendo las emisiones de CO₂. Asimismo, dicho nuevo propulsor dispone de un turbocompresor con geometría de turbina variable, que permite una mejorada respuesta al pisar el acelerador.
Por su parte, el renovado Volkswagen Polo TGI mantiene el motor de 1.0 litros y 90 CV, por lo que no varía en cuanto a prestaciones, como tampoco lo hace en consumo y emisiones, que en el caso de las últimas se cifran en 85 g/km de CO₂. Estaremos atentos a su llegada a los concesionarios españoles.