Nikola Motor Company pretende convertirse en la Tesla de los camiones eléctricos, pero se está encontrando alguna que otra piedra en el camino. Recientemente la firma americana se ha visto envuelta directamente en una acusación de fraude y el valor de sus acciones en bolsa se ha desplomado.
Ahora algunas voces salen al paso de las acusaciones, entre ellas la de Jeff Ubben, consejero de la marca e inversor de riesgo, quien achaca el durísimo repertorio de acusaciones de Hindenburg Research a malinterpretaciones tanto de la marca como de su fundador, Trevor Milton.
"Nikola va a revolucionar el transporte"
Hindenburg Research es una prestigiosa consultora estadounidense especializada en investigación financiera. Gracias a la recopilación de testimonios procedentes de fuentes internas de Nikola, engaños y maniobras artificiosas por parte de Trevor Milton, Nikola Motors ha sido el objetivo de un durísimo informe titulado 'Nikola: Cómo convertir un océano de mentiras en una asociación con el fabricante de automóviles más grande de Estados Unidos'.
Según Hindenburg Research, Nikola habría fundamentado toda su propuesta sobre castillos hechos en el aire. Aseguraron desde el primer momento tener tecnología propia de pila de combustible, haber conseguido reducir el coste de producción de hidrógeno un 85% o equipar sus instalaciones con placas solares de 3,5 MW.
La realidad sería muy distinta. Hindenburg Research afirma que se han valido de mentiras para captar acuerdos y tecnologías procedentes de terceros, y que sencillamente según las imágenes disponibles, en los edificios de Nikola aún no hay un solo panel fotovoltaico. Con todo ello, Nikola Motors se ha desplomado en bolsa un 40% en apenas tres días y la Comisión de la Bolsa y Valores de EEUU (SEC) está planteándose si actúa en base a las acusaciones de Hindenburg Research.
Jeff Ubben en cambio sostiene que lo que afirma Hindenburg Research no es más que un intento de manipulación del mercado con acusaciones falsas, y que se han tergiversado las palabras de Trevor Milton de manera intencionada.
We found that $NKLA actually buys inverters off the shelf from a small company in Portland called Cascadia.
— Hindenburg Research (@HindenburgRes) September 10, 2020
In the video showing off its “in-house” inverters, at the 7:02 mark we see a small piece of green masking tape on the inverter.https://t.co/aI1vrzeJzE
Ubben ha asegurado en una entrevista a Financial Times que Nikola Motors es algo así como la Apple de los camiones eléctricos: "Nikola es una tienda de prototipos. No estamos intentando vender camiones, estamos intentando vender hidrógeno y vamos a revolucionar el transporte". Y es que Ubben ve muchas similitudes entre su start-up y una compañía consolidada como Apple, a la que se ha referido como "una tienda de prototipos que es la mayor compañía del mundo".
De esta manera, Ubben ha defendido a la start-up como un modelo de negocio en base a las ideas como contraofensiva ante las acusaciones de que ni tienen tecnologías propias desarrolladas ni en desarrollo y que incluso los camiones mostrados en movimiento (en la presentación y en un vídeo posterior) no eran más que carcasas vacías movidas por la fuerza de la gravedad o con motores eléctricos provisionales, sin pila de combustible.
Los acuerdos de Nikola Motors
We show with email proof how Trevor claimed to have extensive proprietary turbine technology in a legally binding contract, then simply bought it later from a company that actually made the component.
— Hindenburg Research (@HindenburgRes) September 10, 2020
(Note: Bluegentech was $NKLA’s prior co. name) pic.twitter.com/hGBByDMw8U
Durante los últimos meses Nikola ha presentado una constelación de tecnologías prometedoras con el Nikola One como un portentoso camión eléctrico de pila de combustible que irá acompañado por los Nikola Two y Nikola Tre. Todo en base a tecnologías propias supuestamente patentadas.
Estos anuncios han servido a la start-up americana para hacerse con importantísimos acuerdos como el suministro de 2.500 camiones de basura eléctricos para Estados Unidos, los 250 millones de dólares procedentes de CNH (Iveco) o el acuerdo para que el Nikola Tre se fabrique en las instalaciones de Iveco en Madrid y Valladolid.
Pero sobre todo Nikola Motors había conseguido cerrar un pacto de relevancia trascendental con General Motors por el que el gigante norteamericano de la automoción se haría con el 11% de Nikola a cambio de un descomunal impulso tecnológico e industrial para la la incipiente compañía de camiones eléctricos: un ahorro de 4.000 millones de dólares en costes de desarrollo de baterías y motores además de otros 1.000 millones destinados a procesos de ingeniería y homologación.
Y es que tras este acuerdo Nikola Motors no sólo podrá utilizar las baterías diseñadas, fabricadas y ensambladas por General Motors, también podrá quitarse el muerto de fabricar la pick-up Nikola Badger de la que sólo han presentado algunos renders y por la que ya aceptan reservas a razón de 5.000 euros la unidad. Sin datos técnicos, ni fechas de comercialización, ni precio final... nada. Sólo unas imágenes generadas por ordenador. Nikola pondría los diseños; General Motors todo lo demás.
Ahora habrá que esperar a ver cómo reacciona el mercado, si la SEC decide entrar a investigar el caso y cómo se las apaña Nikola para seguir captando la atención y el capital necesario para convertirse en una marca real y no sólo en una "tienda de prototipos".
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