Fundada este mismo año, Lunaz Design es una start-up con sede en Silverstone, Reino Unido, que tiene una misión muy clara: convertir clásicos del automovilismo en coches eléctricos. Su intención es hacerse con un número limitado de iconos del motor clásico que ya no son funcionales y darles una nueva vida lejos de las emisiones contaminantes.
De momento ya están manos a la obra con un Jaguar XK120, con un Rolls-Royce Phantom V y recientemente con un Rolls-Royce Silver Cloud.
Las claves de esta nueva compañía
El proyecto se concretó bajo el liderazgo técnico de Jon Hilton, exdirector Técnico de las divisiones de motores de varios equipos de Fórmula 1, incluido Renault. Por lo tanto el equipo de Lunaz ha reunido la experiencia de Aston Martin, Ferrari, Ford, Jaguar, Volkswagen, McLaren, Rolls-Royce, además del mundo de la F1.
Junto con Hilton, Lunaz fue fundada por el amante de los coches clásicos David Lorenz, que se inspiró en su primera hija para dar nombre a la start-up:
"Para Luna, mi hija, el hecho de no tener acceso a un automóvil como el Mercedes-Benz 190SL cuando esté en edad de conducir sería una tragedia", explica Lorenz en un comunicado de prensa.
Según explican, el objetivo es desarrollar y fabricar un conjunto modular de componentes eléctricos y electrónicos que permitan convertir automóviles con motores de combustión de muchas marcas diferentes.
El proyecto ya ha atraído a ingenieros profesionales, dice Lunaz, además de diseñadores de productos y técnicos que, en el nuevo taller construido en el Parque Tecnológico de Silverstone, adyacente al circuito de carreras, trabajan en los vehículos.
El diseño de los habitáculos también será actualizado y se instalarán nuevos sistemas de calefacción y aire acondicionado, así como sistemas de navegación por satélite, Wi-Fi, comunicaciones y entretenimiento.
¿Qué coches tienen entre manos?
El equipo está trabajando actualmente en tres modelos clásicos: un Rolls-Royce Phantom V de ocho plazas de 1961 que se completará con un paquete de baterías de 120 kWh; un Jaguar XK120 de 1953 con un paquete de 80 kWh; y un Rolls-Royce Silver Cloud de 1956 (con un paquete de baterías aún por revelar).
El Jaguar XK120 se encuentra en la fase final del proceso de restauración, y cuenta con dos motores eléctricos gemelos de 280 kW (375 CV) de potencia que ofrecen un par motor conjunto de 700 Nm.
¿De dónde salen los motores?
En Lunaz Design aseguran que no pretenden especializarse en ninguna marca, por lo que adaptan su propia tecnología a tantos vehículos como les sea posible. Para ello, explican, han elegido un proveedor de motores eléctricos que ofrece una gama con formas y características muy similares, pero cubren el rango de 135 CV a 590 CV.
Todos los trenes de potencia están controlados por una Unidad de control de chasis (CCU) desarrollada y programada internamente. La CCU es el epicentro de la tecnología eléctrica de esta joven compañía, lo que les permite programar exactamente la funcionalidad que necesitan, permitiendo que un coche clásico goce de funcionalidades como la frenada regenerativa, el control de tracción o el control de crucero.
También permite enviar información al tablero de instrumentos para mostrar la velocidad, las revoluciones, las temperaturas y reutilizar, por ejemplo, el indicador de combustible para mostrar el estado de carga de la batería.
Baterías hechas en casa
Lunaz dice que, con el objetivo de adaptar las baterías más grandes posibles en sus automóviles, desarrollan sus propios paquetes de baterías en casa.
"Al usar un diseño modular que nos permite colocar las celdas de la batería justo donde las queremos, podemos usar todo el espacio disponible en cada automóvil. Es común que nuestros vehículos tengan dos paquetes de baterías, uno en el compartimento del motor y otro debajo del maletero donde solía estar el tanque de gasolina", explican en su web.
¿Cuál es la vida útil de estas baterías? ¿Y su autonomía?
Lunaz asegura que utilizan solo celdas de batería nuevas de fabricantes acreditados que venden piezas similares a los principales fabricantes de automóviles. "Nunca utilizaremos una celda con una expectativa de vida de menos de 1.000 ciclos de carga y descarga completos", dicen.
Y aquí viene uno de los elementos más decisivos para un coche eléctrico: su autonomía, y lo que promete esta start-up es bastante optimista. Explican que el alcance en uso normal suele ser de más de 402 km, por lo que la duración mínima de la batería equivale a 402.000 km de uso.
Solo piezas de repuesto nuevas
En estas conversiones, cada pieza se restaura original o nueva, por lo que no utilizan piezas de segunda mano por motivos de seguridad.
Además la compañía británica asegura que si no pueden obtener un componente o ensamblaje en particular de un proveedor que cumpla con sus criterios, lo hacen ellos mismos. Utilizan un avanzado software de diseño asistido por computadora de SolidWorks para producir modelos 3D de todos los componentes a medida y cuentan además con una sala de I + D totalmente equipada con máquinas de metalurgia para hacer piezas únicas y para ajustes finales.
¿Qué precio tendrán?
Los pedidos se pueden realizar directamente con Lunaz a partir de noviembre, con precios que comienzan en 350.000 libras -alrededor de 400.000 euros- sin impuestos. Sin duda un servicio al alcance de pocos, pero idóneo para aquellos que no quieran esperar a que Rolls-Royce lance su coche eléctrico.
Foto | Lunaz Design
En Motorpasión | La revolución de las baterías para coches eléctricos: una carrera que no ha hecho más que empezar | Los coches de preguerra que forjaron el automovilismo: un paseo por la edad de oro