Visitamos la nave A122 de SEAT, un lugar donde se conserva la historia y algunos secretos de la marca

SEAT lleva más de 70 años siendo la única marca de gran difusión de nuestro país. Y sin embargo carece de un museo propiamente dicho. Aun así, cuida su historia y su pasado

SEAT, y ahora CUPRA, mantienen viva su historia a través de sus coches en la famosa Nave A-122. Son pocas las ocasiones en las que se puede visitar la nave-museo (no está abierta al público, salvo en contadas ocasiones y bajo previa reserva), así que cuando nos lo proponen, decimos que sí sin pensarlo.

La historia de la Nave A-122, como muchas historias de automóviles, son antes que nada historias humanas. Y la de la Nave A-122 va irremediablemente ligada a la de Elvira Veloso, que de forma altruista y a escondidas decidió salvar todos los modelos y prototipos que podía. Esos coches, no solamente son la historia de SEAT, sino también la de todo un país. Son el reflejo de su transformación social y económica.

Una colección-museo escondida a los ojos de Volkswagen

Hasta principios de la década de los 2000, Elvira todavía era responsable del parque de coches de prensa, que se utilizan para las pruebas en los medios, en Barcelona. Cuando empecé en esto de probar coches, allá por 2001, rápidamente me tocó probar un SEAT. Elvira, como todo el mundo todavía hoy, notó al segundo mi acento.

“¿De dónde eres?”, me dijo. "Porque de Barcelona, no eres".

“De Coruña”, respondí. “Yo de Lugo”, me contestó. Y al cabo de unos minutos me contó que estaba recuperando a escondidas todos los coches que podía para montar un museo de la marca, lo que hoy se conoce como Nave A-122, y de la que muchos directivos de Volkswagen desconocieron su existencia durante años.

Elvira iba recuperando los coches y prototipos esparcidos por el entonces inmenso recinto de Zona Franca con la ayuda de los trabajadores de la fábrica. Sin que la dirección lo supiera, y menos aún, la dirección de Volkswagen, los coches se iban reuniendo en la Nave A-127.

Cada vez que algún directivo de Volkswagen visitaba la fábrica se las ingeniaban para que no se acercara a la A-127. Y es que para los dirigentes de la marca alemana, al menos en esa época, la historia de SEAT comienza en 1990, cuando el grupo alemán alcanzó el 100 % la marca española, tras comprar el 75% de la misma en 1986.

Los SEAT históricos salen a la luz

Con la llegada de un nuevo director de comunicación a SEAT, Fernando Salvador, Elvira le revela la existencia de esta colección de coches, más o menos escondidos. Sin dudarlo, entiende que es algo que no puede mantenerse en secreto eternamente y se lo cuenta a Andreas Schleef, presidente de SEAT de 2002 a 2006, con la intención de sacar a la luz y poder sacarle partido a la colección de coches.

Fernando le llevó a ver la Nave A-127, donde hoy se almacenan las planchas de estampación. Para el directivo alemán aquello era como dar con un barn find de antología. Tanto por el estado de los coches, sin un verdadero mantenimiento para la mayoría, como por el estado de la nave, una nave industrial que no había servido desde hacía décadas.

Aun así, Schleef accede a reservar una partida presupuestaria para los coches históricos, llevando estos a la Nave A-122, momento en el que se empieza a promover el parque de históricos y la Nave A-122. El año 2010 marca la creación de SEAT Históricos, con Isidre López al frente, procedente de SEAT Sport.

Isidre reúne a un equipo dedicado que no solamente restaura y mantiene los coches, sino también con bibliotecarios e historiadores de carrera que digitalizan y catalogan los archivos de SEAT.

La colección de coches históricos de SEAT cuenta con más de 360 unidades, de las cuales unas 170 están en la Nave A-122. Algunos modelos están a la espera de ser restaurados mientras que otros se almacenan en diversas naves por falta de espacio.

SEAT 1400

Se trata del primer modelo fabricado por SEAT y no es otro que un FIAT 1400. Presentado en el Salón de Ginebra de 1950, fue un coche muy moderno para la época, con carrocería autoportante, el primero que la llevaba en esos años.

SEAT empezó a fabricarlo en 1953, con el primer SEAT 1400 matriculado en noviembre de 1953. Fue el que enseñó a la plantilla, compuesta entonces por 925 personas, a construir coches. De 1953 a 1960, se fabricaron un poco más de 50.000 unidades.

SEAT 600

El SEAT 600 no necesita presentación. Fue el coche que puso España sobre ruedas, como lo hizo su hermano pequeño, el Fiat 500, en Italia.

La unidad de color verde corresponde a la primera serie de los 600, con motor de 633 CC y 18 CV, cuya producción se inició en 1957. Fue restaurada a lo largo de un año por los especialistas de la Nave A-122.

El SEAT 600 estuvo en producción, con diferentes motores y evoluciones (seudo cabrio con techo de lona practicable, versión comercial y hasta con remolque dedicado), de 1957 a 1973. Se fabricaron en total más de 800.000 unidades.

SIATA TARRACO

Actualmente en fase de restauración, el SIATA Tarraco es un SEAT 600 recarrozado de forma artesanal por SIATA. A pesar de su carrocería de tres volúmenes conservaba toda la mecánica y arquitectura del SEAT 600. Al abrir el capó, se aprecia la curvatura de las aletas originales del 600.

SEAT 1500 y 1500 Familiar

Presentado en la Feria de Barcelona de 1964, el SEAT 1500 Familiar era un modelo tan extraño como pionero en el mercado español. Estas carrocerías no gustaban mucho por aquel entonces, el público las asociaba a vehículos comerciales. Y más aún en un modelo de gama media alta como el 1500.

Pero SEAT se atrevió. El portón trasero se abría en dos mitades, inferior y superior, y oculta bajo el piso del maletero disponía de una tercera fila de asientos, a contramarcha y apta para dos o tres niños. De 1964 a 197 se fabricaron unas 8.000 unidades.

SEAT 133

El SEAT 133 chasis número 1 junto a los SEAT 127 chasis número 1.

Con el SEAT 133, la firma española empieza a desarrollar productos, ya no se limita a fabricar FIAT sin más. Tras dejar de fabricar el SEAT 600 y con la primera crisis del petróleo, en 1973, SEAT se queda sin coche popular y asequible. ¿Es un problema? Sólo si no se le da solución. Y esa solución fue diseñar el SEAT 133.

Es básicamente un SEAT 600 de última generación (motor 843 cc de 37 CV) con una carrocería que recuerda la del entonces nuevo SEAT 127. El coche es un éxito y se exporta a toda Europa, bajo la marca Fiat y a través de su red comercial. De 1974 a 1977 se fabricaron más de 190.000 unidades. Fue, además, ensamblado en Egipto y Argentina bajo licencia Fiat.

SEAT Sport Boca Negra

El SEAT Sport Boca Negra es sencillamente el primer coche desarrollado por completo por SEAT, en el recién inaugurado Centro Técnico de Martorell, sin la ayuda de FIAT, aunque para la carrocería contaron con la ayuda de la española Inducar.

Presentado primero como SEAT 1200 Sport y luego como Sport 1430, cuando recibió el 1.438 cc de 77 CV, el Boca Negra no se vendió fuera de España. Se fabricaron 19.332 unidades de 1975 a 1979.

SEAT Ronda

Derivado del FIAT Ritmo, fue el primer modelo de una SEAT independiente. El SEAT Ronda es suficientemente diferente del Ritmo para que los tribunales le dieran la razón a SEAT y en un juicio por plagio a instigación de FIAT. El Ronda fue también el coche que estrenó el nuevo logotipo de SEAT e inició la tradición de poner nombres de localidades españolas a los coches.

En el Ronda, todas las piezas pintadas en amarillo son las que lo diferencia del Fiat Ritmo. En el interior, casi todo es amarillo. El coche sirvió como prueba en los tribunales de París, donde Fiat había interpuesto la demanda por plagio.

SEAT Rose

El SEAT Rose es uno de esos modelos que las marcas empiezan a desarrollar y que por diferentes razones no llegan a industrializarse Este coche con aires de Twingo de 3,50 metros debía ser el modelo desarrollado en colaboración con Suzuki a principios de los años 90.

Destinado exclusivamente al mercado europeo y equipado con un 3 cilindros de origen Suzuki debía fabricarse para SEAT y Suzuki en la planta de Martorell al ritmo de 150.000 unidades al año a partir de 1995. El proyecto fue abandonado. Finalmente, el Volkswagen Lupo sirvió de base para el SEAT Arosa.

Esta maqueta, a la espera de una restauración, sirvió para la validación del estilo, tanto de la versión tres puertas como de la cinco puertas (cada lado es diferente). Su estilo se inscribe en el linaje de los Toledo e Ibiza de segunda generación.

El 14 de julio de 1969, SEAT fabricaba su coche un millón. Era un 124.
26 años después, el 26 de septiembre de 1995, SEAT había fabricado 10 millones de coches. El número 10 millones resultó ser un Toldeo. A su lado, el SEAT Málaga chasis número 1.

CUPRA Ibiza

A pesar de las expectativas generadas por el CUPRA Ibiza, en la marca consideraron que no sería rentable. Equipa un 2.0 litros turbo de 235 CV y todos los apéndices aerodinámicos son de fibra de carbono.

¿Para cuándo un verdadero museo SEAT?

Al final de la visita la pregunta es inevitable. ¿Para cuándo un museo en condiciones y abierto al público? Una pregunta que quedará sin respuesta durante un tiempo. Dos factores no juegan a favor de un museo abierto al público, como sí tienen otras marcas del Grupo Volkswagen.

El primero es inherente a la historia de SEAT y no se puede hacer nada. El museo de una marca no solamente nos cuenta su historia a través de sus coches, también sirve para apoyar la imagen de la marca, darle legitimidad.

En el caso de SEAT, la mayor parte del museo estaría repleta de coches que, en el fondo, son básicamente modelos FIAT. Nadie en su sano juicio en Wolfsburgo daría su acuerdo para algo así.

El SEAT Panda de Carlos Sainz, entre el Ibiza bimotor y un 1430 de Grupo 4 a la espera de ser restaurado.

Claro que, salvo dos o tres coches de obligada exposición, como los 1400 o los 600, se podría limitar la exposición a modelos de la era Volkswagen, los cuales todavía se ven con más o menos frecuencia en la calle. Incluso llenando el museo con los modelos de competición, el interés sería al final limitado.

En cuanto el segundo factor está muy vinculado a la actualidad. Desde el Grupo Volkswagen se potencia CUPRA para que SEAT pueda ser un actor relevante en la movilidad eléctrica.

Si con el tiempo CUPRA se convirtiese en la marca de SEAT S.A., un museo dedicado a la gloria de una marca desaparecida y llena de modelos FIAT, siendo un poco bruto, no tendría mucho sentido para la marca. Para la ciudad de Barcelona, por ejemplo, sí tendría mucho sentido, pero los coches son de SEAT S.A. Tardaremos en ver un museo SEAT.

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