Aston Martin va a fabricar 25 unidades del Aston Martin DB5 que el personaje de James Bond utiliza en 'Goldfinger', como parte de su programa de “continuación” (es decir, modelos históricos pero nuevos) de coches clásicos. Y lo más increíble es que equiparán algunos de los gadgets que el personaje de Q ideó para el agente 007.
Además de esas 25 unidades, la forma inglesa fabricará tres unidades más. Una se la quedará la propia marca, otra será para Eon Productions (los dueños de la saga cinematográfica de James Bond) y una tercera para que sea subastada para una obra de caridad.
Los gadgets serán obra del actual supervisor de los efectos especiales en las últimas películas de 007, Chris Corbould, en asociación con el departamento de personalización de la marca, Q. Además, se fabricarán en la pequeña factoría de Newport Pagnell, donde originalmente se fabricaban los DB5 de serie.
Entre los gadgets más famosos que se usaron en la película está el asiento del acompañante ejectable, un aparato para soltar aceite y que no le pudiesen seguir en la carretera, así como diferentes mecanismos de pistolas automáticas y sobre todo las diferentes matrículas intercambiables vía un simple botón. Sólo se sabe con certeza que los DB5 Continuation equiparán el sistema para cambiar de matrícula.
Casi tan caro como el original
Obviamente, el coche no será barato. En el Reino Unido constará 3,3 millones de libras (impuestos incluidos). El Aston Martin DB5 Continuation será un objeto de colección confinado a garajes climatizados y exhibiciones puntuales. Y es que tampoco puede ser otra cosa ya que en principio ninguna de las 25 unidades estará homologada para poder circular.
Lo curioso es que el verdadero Aston Martin DB5 utilizado por Sean Connery en 'Goldfinger' fue subastado en 2010 por 4,6 millones de dólares, es decir unos 3,6 millones de libras (sin tomar en cuenta la inflación). Lo que pone los modelos "continuación" casi al mismo precio que el original.