"No sabía lo que tenía que hacer aparte de tener que conducir. Y gané". Así recordaba Caroll Shelby en Octane de Junio de 2008 su primera victoria en competición; en una carrera en la que ni siquiera tenía pensado participar. En mayo de 1952 fue a ver un amigo suyo de Dallas, Ed Wilkins, que tenía una carrera en Oklahoma. Wilkins tenía allí un MG TC de 1949 y dejó que Caroll participase en la prueba para los coches de pequeña cilindrada. Va Shelby y gana la carrera. ¿Suerte? No. Esa victoria le daba entrada automática en la siguiente, frente a coches de mayor cilindrada y potencia... y también la ganó.
Caroll Shelby estaría para siempre vinculado al automóvil. Le gustó aquella primera carrera y de un hobby pasó a ser su actividad rofesional. Siete años después de esa primera carrera, ganaba las 24 horas de Le Mans de 1959 con el Aston Martin DBR1 oficial. Tras dejar la competición, por problemas de salud, se dedicó a crear un mito del automóvil, ayudar a Ford a ganar Le Mans (así como en Daytona y en Sebring) y convertirse en leyenda. Parte de esta leyenda -unos 4 coches- sale a subasta los próximos 19 y 20 de agosto, en Monterey (California) con motivo del Concurso de Elegancia de Pebble Beach.
Shelby 260 Cobra CSX2000 (1962)
Caroll Shelby no sería una leyenda sin los automóviles británicos. Su primera carrera la ganó con un MG y su victoria más sonora sería con un Aston Martin. Era casi lógico que para el primer coche que llevara su nombre partiese de la base de un coche inglés. Consideró varias plataformas, pero el pequeño AC Ace era su favorito.
En 1961, cuando Caroll Shelby planteó su concepto a AC, el roadster Ace equipaba un motor Bristol que en breve se dejaría de hacer. En ese momento, Ray Brock -de Hot Rod Magazine- le dijo a Shelby que Ford estaba desarrollando un nuevo V8 de 221 ci de cilindrada (3.6 litros). El tejano habló entonces con la gente de Ford (el haber ganado las 24 horas de Le Mans le abrió puertas) y tras probar que el motor se podía adaptar a un AC (lo hizo en uno que le prestaron) le comunicó a Charles Hurlock, dueño de AC Cars, que tenía el motor adecuado.
En febrero de 1962, el primer Cobra llegó a los Estados Unidos, sin motor. El propio Caroll Shelby y Dan Moon (sí el de Moon Equipment-Mooneyes) fueron a recoger el coche al aeropuerto de Los Angeles. Ese mismo día, en el taller de Moon, dotaron el Cobra de un V8 Ford de 260 ci (4.3 litros) y de una caja de cambios Ford. En cuestión de horas, el primer Cobra de la historia estaba rodando en California. Llevaba el chasis número CSX2000.
Tras este primer prototipo, Shelby ya no tenía fondos para seguir y necesitaba financiación. Para que AC y Ford le financiarán tenía que hacer ruido. La prensa estadounidense fue probando el CSX2000. Para que lo tomasen en serio, pintaba el coche de un color diferente para cada publicación dando así la sensación de tener una empresa sólida con varias unidades ya fabricadas, cuando en realidad era siempre el mismo coche. Tras su presentación en el Salón de Nueva York de 1962 (entonces era de color amarillo) Road & Track cronometró el coche en el 0 a 96 km/h en 4,2 segundos y superando los 250 km/h (153 mph) de velocidad punta. Después de esto, Ford accedió a ayudar a Caroll Shelby y le proporcionó los V8 260 ci.
Desde entonces, CSX2000 ha sido propiedad de Shelby American. RM Sotheby's recibió el honor de sacarlo a subasta, pero la importancia de este coche es tal que no se atreven a poner una estimación del precio que podría alcanzar. En el fondo, sin CSX2000, Ford no se habría fijado en Caroll Shelby y éste no habría llevado a la victoria los Ford GT40 en Le Mans. Y sin esa victoria tampoco tendríamos los Shelby GT350 y GT500 (sobre base Mustang) y, décadas más tarde, el Dodge Viper que retomó el concepto del Cobra original. CSX2000 es el punto de partida de todo esto.
Shelby 427 Cobra CSX23178 (1965)
El Cobra 427 es el Cobra por antonomasia; el que todos nos imaginamos cuando nos hablan de un Cobra. El desarrollo del coche comenzó con la instalación de un V8 390 ci en un chasis previsto para el small block 289. Rápidamente, el departamento de la NASCAR de Ford se enteró de lo que estaban haciendo en Shelby American y les dijo que no se anduvieran con historias: "poned un V8 427". 427 como en 427 ci o 7.0 litros de cilindrada. Sí, en un esbelto y ligero chasis tubular de AC Ace.
El resultado fue una bestia con una potencia fuera de este mundo: 425 CV en la versión de calle (y hasta 485 CV en competición). El coche debutó en la carrera de Sebring en las manos de Ken Miles. El coche resultó complicado de pilotar, por decirlo suavemente. Estaba claro que necesitaba mejoras en las suspensiones y en los frenos. De hecho, los tubos del chasis tubular de los 427 serían de 10 cm de diámetro, las suspensiones independientes a las cuatro ruedas desarrolladas por el equipo que diseño las de los Ford GT40, etc.
En cuanto a esta unidad con chasis CSX3178 fue el coche personal de Caroll Shelby. Inicialmente, el coche era gris, con cambio automático y estaba destinado a un tal Horn-Williams Ford, de Texas. Sin embargo, el único dueño que tuvo este coche fue el propio Caroll Shelby. Conservó el cambio automático y lo condujo muy a menudo.
En 1972, Shelby ordenó una restauración y pidió que se añadiera el arco de seguridad. En 2000, fue sometido a una nueva restauración, aunque esencialmente mecánica (por ejemplo se instaló un carburador Weber de 4 cuerpos en lugar de los dos doble cuerpos originales), también se cambió el color a rojo. Después de esta restauración, el coche estuvo expuesto en la sede de Shelby American, hasta hoy que sale a subasta.
Dodge Shelby Omni GLHS (1986)
"Me divertí mucho fabricando esos pequeños cohetes para Dodge. Cada revista del país, cada publicación se preguntaba ¿Qué diablos hace Shelby fabricando eso?", decía Shelby. Normal, el Dodge Omni y su hermano Chrysler Horizon eran el primer intento de Chrysler de vender un coche compacto de fabricación propia y tracción delantera; un concepto muy alejado de los Mustang y Cobra de Shelby. Derivados estéticamente del Simca Horizon europeo (Simca era entonces propiedad de Chrysler), las versiones estadounidenses no tenían nada que ver a nivel mecánico y con más diferencias estéticas de lo que se aprecia a simple vista. Y a diferencia del Horizon europeo, el dúo estadounidense gozó de cierto éxito, pues se mantuvieron en producción desde 1977 hasta 1990.
Shelby llevaba un tiempo alejado de la producción de coches de calle, pero su amigo Lee Iacocca, que había conocido en el desarrollo del Cobra y de los GT350, dejó Ford para Chrysler. En Chrysler, Iacocca tendría que devolver la marca al sendero de la rentabilidad. Para la marca Dodge, pensó en dotarla de una imagen joven y deportiva. Y es cuando entra en escena Shelby, sería el encargado de preparar versiones potentes y deportivas de algunos Dodge, como el Omni y el Charger.
El Dodge Omni GLH era el equivalente en Dodge del Golf GTI. El motor era un 4 cilindros (con inyección y turbo) de 2.2 litros y 146 CV. Tras el paso por los talleres de Shelby, el coche se convertía en GLHS y el motor erogaba 175 CV (admisión específica, mayor intercooler, mayor presión de turbo). El cambio era de tipo manual de 5 marchas. Los amortiguadores pasaban a ser unos Koni regulables y los neumáticos crecían en anchura, pasando de 195/50HR-15 ene l LH a 205/50VR-5 en el GLHS con llantas de aleación Shelby Centurion de 6x15.
Dodge encargó a Shelby 500 unidades del GLHS en 1986, pues para 1987 se encargaría de preparar 1.000 unidades del Charger. El Omni GLHS era un coche rápido para la época y sus rivales: 0 a 96 km/h en 6,5 segundos. En la actualidad quedan muy pocos Omni GLHS en estado de circulación, en los 90 nadie supo ver su potencial como futuro clásico.
El modelo que RM Sotheby's saca a subasta es el Omni personal de Caroll Shelby. Eso sí, no lo uso tanto como su Cobra, pues apenas tiene 7.733 millas (12.372 km) en su haber. No es un modelo prestigioso como los Cobra, pero sigue siendo una parte importante de la leyenda de Shelby. Y una asequible, pues calculan que se venderá entre 40 y 60.000 dólares.
Shelby Series 1 Roadster (1999)
Caroll Shelby fue piloto, constructor y director de equipo. De hecho, ganó las 24 horas de Le Mans como piloto para Aston Martin, como constructor gracias a sus Cobra Dayton Coupé y como director de equipo con los Ford GT40 oficiales. Vamos, que Caroll Shelby tenía un conocimiento de la industria del automóvil deportivo como ninguna otra persona. Sin embargo, en su andadura como fabricante sus creaciones tenían siempre una base ya existente.
Ya sean los Cobra (AC Ace), los GT350 (Ford Mustang) o los GLHS (Dodge Omni y Charger), Shelby se limitaba a sacar todo su potencial en términos de prestaciones y chasis. Lógicamente, llegó un momento en el que quiso crear su propio coche partiendo de una hoja en blanco. Y ese fue el Shelby Series 1 de 1999.
Con el Series 1 quería dar un sucesor moderno al Cobra y demostrar de paso que era algo más que un preparador. Y por eso quiso lo mejor de la tecnología de los 90. Para el chasis se utilizó aluminio, mientras que la carrocería sería de fibra de carbono. El motor es un V8 doble árbol de Oldsmobile modificado por Shelby para desarrollar 324 CV a 5.000 rpm va asociado a un cambio manual ZF de 6 relaciones en posición transaxle.
A diferencia del Cobra es un coche con el que se puede circular todos los días: tiene capota, elevalunas eléctricos, aire acondicionado y un equipo caraudio Monsoon. Si hasta lleva dirección asistida y los frenos servo asistencia, algo impensable -y que muchos dueños desearían- en un Cobra. En términos de prestaciones, el Series 1 era un digno heredero del Cobra: 0 a 96 km/h en 4,5 segundos, 0 -400 m en 12,8 segundos y una velocidad máxima de 272 km/h.
Entre 1998 y 1999, Shelby American fabricó un total de 249 unidades del Series 1 en la factoría de Las Vegas Valley, Nevada. Hasta 2005, Shelby siguió fabricando Series 1, pero sin el motor, pues ya no cumplía la normas federales sobre emisiones, dejando libertad al dueño para escoger un motor.
La unidad de Series 1 que sale a subasta es una de las 249 originales. Fue comprada por un tal Don Molen, más tarde se lo vendió a un Sr. Jewel y es cuando Caroll Shelby le compra el coche a Jewel en 2005. Claramente, le han dado poco uso, pues tan sólo tiene 2.637 millas (algo más de 4.200 km). Eso sí, no es cualquier Series 1.
Fotos | Darin Schnabel (CSX2000 y CSX3178), Tyler Allen (Dodge Omni GLHS) y Karissa Hosek (Shelby Series 1) cortesía de RM Sotheby's