El 11 de junio de 1993 llegaba a los cines estadounidenses 'Jurassic Park', una de las películas más emblemáticas, y taquilleras, de Steven Spielberg en particular y de la historia del cine en general. Así que hemos querido rendirle nuestro particular homenaje al film, que ahora cumple 30 años.
Y el protagonista no podía ser otro que el mítico Ford Explorer modificado que hace las veces de vehículo de recorrido y que fue todo un visionario en los albores de los años 90: un coche eléctrico y además sin conductor. Bienvenidos a 'Jurassic Park'.
Dos coches llegan a la puerta del Centro de Visitantes de 'Jurassic Park'. Se trata de dos Ford Explorer, con estética propia de un safari, que sólo se distinguen por la numeración que puede verse en la trasera de su lateral: 04 y 05. Estas dos unidades de los vehículos de recorrido serán las encargadas de llevar a los primeros asistentes (dos paleontólogos, un matemático, un abogado y dos niños, nietos del dueño del parque) en la primera visita piloto de 'Jurassic Park'.
Los visitantes miran sorprendidos los curiosos vehículos. "¿No tienen conductor?", pregunta Donald Gennaro (Martin Ferrero), el abogado de cuyo veredicto depende avalar el proyecto junto con el resto de expertos participantes. John Hammond (Richard Attenborough), excéntrico multimillonario y creador del ambicioso parque temático, responde: "Oh, no. No hay conductores. Son completamente eléctricos y se mueven por el parque a través de este raíl. Lo último en tecnología. No contaminan, son completamente ecológicos. No hemos reparado en gastos".
Y pese a ello, la cosa no fue muy bien. Hammond no reparó en gastos, excepto en lo que tocaba al sueldo de sus empleados o al menos de uno de ellos: Dennis Nedry (Wayne Knight). Y lo pagó caro. También lo hizo uno de los Explorer, que acabó destrozado tras caer por un precipicio, previo regodeo en las fauces de un Tyrannosaurus Rex. Pero empecemos por el principio. ¿Cómo nació el Ford Explorer de 'Jurassic Park'?
Un adelantado a su tiempo: eléctrico, sin conductor y con pantallas
La dirección artística de 'Jurassic Park' recayó en dos figuras principales: John Bell y William James Teegarden. El primero fue el encargado de diseñar el universo que envolvía al parque temático donde las atracciones eran dinosaurios resucitados gracias a la ingeniería genética. Bell, que comenzó su carrera como diseñador automovilístico, disfrutó mucho dando vida a los Ford Explorer de Parque Jurásico.
De hecho, tal y como afirmaba en esta entrevista concedida a la web fan Jurassicoutpost, si tuviera que escoger una pieza diseñada por él en toda su carrera, su favorita sería el todoterreno de 'Jurassic Park'. "Creo que tengo que decir el Ford Explorer. ¡Los SUV ni siquiera eran populares en ese momento!". Razón no le falta. Y es que el coche más famoso del parque de dinosaurios se adelantó más de 20 años en tecnología.
Primero, la versión del film estaba más pensado para la comodidad de sus ocupantes que para ofrecer dotes fuera del asfalto: asientos en piel, insertos en madera... Además, contaba con sistemas de vanguardia para la época, como pantallas táctiles con un reproductor de CD interactivo, que servía de apoyo con información de cada espécimen presente en la visita. Asimismo, eran modelos autónomos y completamente eléctricos: futuro y presente en el que se mueve hoy la industria automovilística.
Diseñando el Ford Explorer de Jurassic Park
Toda la estética de los elementos de 'Jurassic Park' nacieron del lápiz y la creatividad de John Bell. Excepto el famoso logo del parque, que fue obra de Sandy Collora, basándose en los diseños utilizados para la portada de la novela hómonima de Michael Crichton, publicada en 1990, tres años antes del estreno de la película. Éstos se inspiraron en el fósil de Tyrannosaurus Rex que se exhibe en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
El logo sirvió de inspiración a Bell, para dar vida, entre otras cosas, al Centro de Visitantes, la mítica entrada con una puerta de madera gigantesca con la que comenzaba la visita o los vehículos del parque: los coches de recorrido y mantenimiento, así como el helicóptero de InGen. El diseño del que Bell se siente tan orgulloso, es a día de hoy un icono, siendo uno de los automóviles de película más recordados por el público.
Lo cierto es que el Explorer no era el coche protagonista en la novela: en la obra de Crichton eran modelos Toyota Land Cruiser. Pero dado que Ford puso más dinero sobre la mesa para impulsar las ventas de este todoterreno recién llegado, Universal Pictures optó por el Explorer.
Así, Bell tomó como base la primera generación del Ford Explorer para concebir los vehículos desde los que se disfrutaba de la principal atracción de 'Jurassic Park': ver a los dinosaurios en su hábitat natural perfectamente recreada. El co-director artístico, sustituyó el techo que venía de serie en el modelo de 1993, incorporando uno nuevo en plexiglas que mejoraría la experiencia de los visitantes.
Además, se incluyeron defensas para los paragolpes tanto en la zaga con en la delantera, con dos faros redondos, además de otra óptica redonda junto al parabrisas y tres faros rectangulares en el techo. Inspirados en los todoterreno de safari, Bell aportó además un completo trabajo de pintura, con base verde degradada a amarillo y con detalles en granate de tipo atigrado, que imitaban las escamas de la piel de los dinosaurios.
Su legendaria impronta exterior se completaba con las letras en la mítica tipografía del logotipo, en las que podía leerse Jurassic Park, además del propio logo, el cual también se incluyó en grandes dimensiones en el capó o en la matrícula trasera junto al número de unidad. Dos antenas iban ubicadas en los retrovisores exteriores, para emitir la señal de vídeo captada por sus múltiples cámaras interiores y exteriores, además de indicar su posición en el recorrido.
La ilusión: de autónomo eléctrico a coche teledirigido
Lista la estética de los Ford Explorer jurásicos, tocaba solucionar lo de que eran "autónomos y eléctricos". El encargado de hacerlo posible fue Michael Lantieri, que además de ser el responsable de los efectos especiales de los dinosaurios en la película, también eran su cometido los efectos físicos ejecutados en las grabaciones exteriores.
Tal y como exigía el guión, los Explorer de recorrido se moverían sobre un raíl, al estilo clásico de los parques de atracciones. Es así como eran autónomos y, a la par, eléctricos, no olvidemos que estamos hablando de 1993. Para simularlo, Lantieri instaló varios kilómetros de raíl en los set exteriores de rodaje, ubicados en la isla de Kauai (Hawai).
Por supuesto, todo aquello era atrezzo, ya que en los Ford Explorer, Lantieri incorporó un sistema de 'conducción ciega', que se encargaría de completar la ilusión de que se desplazaban sobre el raíl. Como el circo de pulgas de John Hammond.
"Preparamos el coche para poder manejar, por control remoto, volante, acelerador y frenos. Un operario iría tumbado en e maletero con el mando del control remoto y un monitor oculto y, de ese modo, conduciríamos el coche", explica Lantieri en el libro "Así se hizo Jurassic Park", firmado por Don Shay y Jody Duncan.
Efectivamente, los vanguardistas Ford Explorer del parque temático de Hammond, eran en realidad gigantescos coches teledirigidos y no automóviles autónomos eléctricos. La magia del cine...
Momentos memorables en el Ford Explorer
Los coches de recorrido son protagonistas en un buen número de secuencias de 'Jurassic Park'. La más famosa, y una de las más emblemáticas de la película, era la del ataque T-Rex tras dejar estar operativa la alambrada de su recito. Los dos Explorer se detenían justo delante del área del gigantesco saurio, que salía en busca de alimento. Los dos nietos de Hammond estaban en su interior y no acaban en las fauces del mastodóntico carnívoro precisamente por la protección que les brindaba en el todoterreno y por la ayuda del paleontólogo Allan Grant (Sam Neil), que acaba rescatándoles en dos tiempos.
Los dos vasos en el salpicadero con el agua moviéndose al son de los pasos del T-Rex, la linterna, el ojo del T-Rex asomándose a la ventana lateral, el abogado huyendo y refugiándose en el baño, el Explorer cayendo por un árbol persiguiendo a Grant y Tim... Toda la secuencia con los coches está plagada de momentos inolvidables.
Pero no fueron los únicos, antes de que se desatara la vorágine en 'Jurassic Park', los Explorer hicieron parte del recorrido de la visita, deteniéndose en el recinto del Dilophosaurus y del propio Tyrannosaurus. Diálogos memorables de los protagonistas se suceden en su interior, como el matemático, y cómico, Ian Malcom (Jeff Goldblum) explicando la Teoría del Caos o dirigiéndose a la cámara burlándose de John Hammond: "¿Cree que acabaremos viendo dinosaurios en su parque de dinosaurios".
También otro diálogo se mantiene en nuestra memoria. Malcom mira la valla del T-Rex mientras recita: "Dios crea a los dinosaurios. Dios destruye a los dinosaurios. Dios crea al hombre. El hombre destruye a Dios. El hombre crea a los dinosaurios". A lo que la paleontóloga Ellie Sattler (Laura Dern) contesta: "Los dinosaurios se comen al hombre. La mujer hereda la Tierra".
El escudero perfecto y otros coches jurásicos
John Bell diseño también otros vehículos para 'Jurassic Park', lo que incluye el Jeep Wrangler Sahara de 1992, que se convertía en el vehículo de mantenimiento. A diferencia de los Ford Explorer, estos sólo incluían modificaciones exteriores. Su carrocería iba pintada en gris-beige con detalles en rojo e incluía el logo del parque, la numeración de la unidad en el capó o las llantas a juego con los detalles de la carrocería. Además, también incorporaba tres faros sobre el parabrisas.
Aunque el Explorer es sin duda el coche de 'Jurassic Park', los Wrangler también tuvieron su protagonismo: con ellos entran los protagonistas al parque por primera vez, es el héroe en una trepidante persecución con el T-Rex y gracias al descapotado todo terreno pueden escapar de la isla. Además, el villano del film se hace con uno para huir con los embriones de dinosaurio robados, aunque sin éxito: dentro su habitáculo es devorado por un Dilophosaurus.
Bell también trabajó en la segunda entrega de la saga: 'Jurassic Park: El Mundo Perdido'. Esta película requería menos trabajo de diseño, la isla en la que se desarrolla es prácticamente vírgen, aunque de su lápiz surgieron dos vehículos: el motorhome que hace de laboratorio portátil y el impactante camión todo terreno, ambos pertenecientes a la empresa ficticia de Hammond InGen.
El primero era una gigantesca caravana Fleetwood Southwind Storm de 1996 que, dada la naturaleza de la misión, debía pasar lo más desapercibida posible. Por ello, la carrocería iba pintada al estilo camuflaje con tonalidades verdes y marrones. Se trata de un laboratorio móvil, por lo que Bell incluyó un puente de observación en el techo, varias escaleras, parabólicas para emitir y recibir información, protecciones adicionales en los paragolpes traseros y delanteros, y un completo juego de luces en el techo. Muy al estilo del Explorer de la primera película.
El otro diseño que aportó a la secuela lo hizo sobre un Mercedes-Benz Unimog U 1300. Éste incluía en su caja una jaula elevadora de tijera, además de las habituales protecciones santo y seña en los trabajo de Bell.
La magia de los coches de 'Jurassic Park' se ha ido desdibujando según en las siguientes secuelas, no estando tampoco ninguna a la altura del primer film.
Y pese a que la nueva trilogía iniciada con 'Jurassic World' ha intentado recuperar esa esencia, ni lo ha conseguido en guión ni tampoco recreando el ambiente, lo que incluye a los coches. De hecho, el vehículo personalizado más reseñable aparece en esta primera película de nueva ornada: y no es otro que el propio Jeep Wrangler del film de Spielberg, cameo mediante junto a las gafas de visión nocturna.