BMW ha presentado el nuevo BMW M8 Gran Coupé que utilizará MotoGP como Safety Car fruto del acuerdo de colaboración que tiene la firma alemana con la competición de las dos ruedas desde 1999.
Con este año, son 22 temporadas las que llevan los de Múnich introduciendo sus coches de altas prestaciones en los circuitos como vehículo de seguridad de MotoGP. Tras el turno del BMW M5 y del BMW M8 Competiton, ahora el encargado de hacerlo será un BMW M8 Gran Coupé con un diseño aún más radical que el modelo original.
Desvelado en el circuito Red Bull Ring en el marco del Gran Premio de Styria (Austria), celebrado el pasado fin de semana, el BMW M8 Gran Coupé MotoGP Safety Car se diferencia a golpe de vista, más allá del atuendo de competición con los colores oficiales de la marca, por presumir de un frontal más agresivo.
Con respecto al modelo de serie, destacan los riñones de mayor tamaño y cercados por molduras en color rojo, un labio inferior del splitter delantero mucho más marcado o la inclusión de las pestañas para la apertura rápida del capó.
La cubierta del motor ha sido fabricada además en carbono, al igual que los laterales de la parrilla, las tapas de los espejos retrovisores, el alerón y el difusor trasero, y el volante.
Las aletas delanteras también son de carbono y se han hecho exclusivamente a mano, como ocurre con el separador delantero.
En cuanto a la tonalidad de la carrocería, luce gráficos deconstruidos en los típicos colores de BMW M y la marca asegura que la zona negro mate con revestimiento anti-reflejo "mejora la óptica de la cabina y aumenta el enfoque del conductor", que reposa sobre asientos deportivos Recaro.
Los mismos 625 CV bajo el capó
Bajo el capó, el deportivo de cuatro puertas mantiene el mismo motor 4.4 litros V8 biturbo capaz de entregar 625 CV de potencia, de igual forma que ocurre en las versiones Competition Gran Coupé de serie.
No obstante, el tiempo de aceleración homologado por la marca en el 0-100 km/h es el mismo que el del BMW M8 Gran Coupé: 3,2 segundos. El BMW M8 Competition Gran Coupe hace lo propio en 3,1 segundos.
El propulsor envía la fuerza a las cuatro ruedas gracias a la tecnología M xDrive, que da prioridad al eje trasero y, además, ofrece un modo 4WD Sport y otro exclusivamente de propulsión (2WD).
El par motor se reparte entre ambos ejes mediante un embrague multidisco controlado de manera electrónica, y además hay un diferencial M Activo que se encarga de repartir la fuerza entre las dos ruedas posteriores. Todo ello, combinado con el nuevo BMW M Track Mode para sacar el mejor rendimiento en circuito.
Asimismo, como es habitual, la iluminación que lucirá este BMW M8 como coche de seguridad es exclusiva al emplear una barra de luces LED en el techo.
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