Bajo el nombre de BMW M Performance Parts Concept, la marca ha presentado hoy en el Goodwood Festival of Speed este BMW M2 atómico que pesa 60 kilos menos que el original, con un aspecto mucho más imponente, aerodinámica mejorada y muchas más cosas.
Lo primero que destaca, es que toma como base el BMW M2 Coupé normal y no la versión Competition recientemente presentada. Sobre esa carrocería pintada en color Frozen Black, ya espectacular y llamativa, se han montado todos los accesorios aerodinámicos de M Performance.
A ellos se les ha incluído el perfil dorado que realza sus formas. En estas piezas reside el secreto del éxito en su dieta, ya que pesan bastante menos que las piezas originales.
Por ejemplo, la parrilla delantera del radiador fabricada en fibra de carbono, o la gran tapa del capó bajo la que se esconde el motor, también realizada en fibra de carbono. Solo esta última permite reducir el peso del conjunto en 8 kilos.
Lo mejor de todo es que estas piezas no se quedarán solo en este prototipo que subirá la colina de Goodwood, serán piezas opcionales a partir de este mes para los BMW M2 bajo el catálogo M Performance Parts.
Las aletas delanteras en carbono, que permiten reducir tres kilos, estarán disponibles desde noviembre. El techo de carbono reduce otros seis kilos y reduce el centro de gravedad del coche, pero para tenerlo habrá que esperar hasta marzo del próximo año.
Llantas doradas y un interior de película
El catálogo M Performance se completará con las llantas de 19 pulgadas equipadas con neumáticos semi slicks, las cuales también permiten ahorrar seis kilos de peso y no solo eso, también realzan el aspecto exterior del coche con su pintura Frozen Gold.
Si nos vamos a la parte posterior del coche, el difusor en carbono reduce el peso 500 gramos, mientras que la tapa del maletero con alerón integrado, por supuesto fabricados en el mismo material y disponible desde noviembre, reducen el peso en otros cinco kilos.
Pero es en el interior donde encontramos tal vez el cambio más llamativo respecto al modelo que toma como base, y además una reducción de peso más considerable. ¿Cómo lo han conseguido? Pues lo primero, con unos asientos baquet que no solo son estética.
Fabricados en fibra de carbono, forrados con Alcántara con bordados en dorado y un aspecto realmente alucinante, los delanteros salvan 9 kilos de peso respecto a los asientos normales de un M2. Además cuentan con un sistema para que se pueda seguir accediendo a las plazas traseras con relativa comodidad.
Pero lo mejor es que también en la parte posterior los asientos han cambiado. Otros dos semi baquets, forrados en el mismo material, permiten salvar 13 kilos de peso, a base eso sí, de crear plazas individuales.
El Alcántara y el carbono inhundan el resto del habitáculo, dispuestos en volante, paneles de las puertas, tirador del freno de mano, etc, creando un entorno que incita a pisarle a fondo.
Suspensión M Performance
El prototipo presentado en Goodwood también montaba la suspensión M Performance, disponible ya en el M2, que además de reducir la altura de carrocería en 20 milímetros, permite modificar los parámetros de compresión en 12 puntos y los de extensión en 16.
Por último, como punto y final a la dieta, la batería es específica y permite ahorrar 14 kilos. Así es como han conseguido crear un coche con muchos elementos disponibles actualmente o en un futuro inmediato para el BMW M2, con un aspecto intimidatorio y 60 kilos de peso menos que el original. Mola.