Érase una vez una marca llamada Audi que pertenecía a un inmenso grupo automovilístico alemán y que tenía dos cabezas. Una pensaba que en un futuro habría que ir mirando la opción eléctrica; la otra se negaba a tirar por la borda años de investigación en inyección directa turbocomprimida. Y entonces sucedió lo del carrito del helao y aquella marca llamada Audi, que pertenecía a un inmenso grupo automovilístico alemán, pero menos, se vio obligada a elegir.
"A partir de 2018, lanzaremos un nuevo modelo eléctrico cada año", ha dejado dicho el presidente de Audi, Rupert Stadler, en la junta general anual celebrada en Ingolstadt. Claro y rotundo.
Y el que tiene todos los números para ser el primero de estos modelos es el crossover basado en el Audi e-tron quattro concept, aquel embrión de un hipotético Audi Q6 que se dio a conocer en el pasado Salón de Frankfurt, y cuya fabricación correrá a cargo de la planta que el Grupo Volkswagen tiene en Bruselas. Aquel escaparate tecnológico anunciaba hasta 500 kilómetros de autonomía concentrados en una batería de 95 kWh, con una potencia de 435 CV (320 kW), y hasta 503 CV con 800 Nm en overboost, para demandas puntuales.
Tras el estreno por la vía de los crossovers —sin demasiadas sorpresas, en ese sentido—, habrá que ver cuáles son los siguientes pasos que da Audi. Es de esperar que el I+D que está llevando a cabo la marca de los cuatro aros revierta en una gama renovada —por dentro, al menos— con la que hacer frente a la eclosión eléctrica que se avecina entre los principales fabricantes de automóviles.
La imagen de cabecera corresponde al Audi e-tron quattro concept.
Vía | Autoblog
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