Quería haber hablado sobre este tema hace unos días, pero me ha sido imposible. Me refiero a este anuncio de Alfa Romeo para televisión, que ha sido considerado “sexista” por el Instituto de la Mujer (dependiente del Ministerio de sanidad, servicios sociales e igualdad, dirigido por Fátima Báñez Ana Mato) mediante el Observatorio de la Imagen de la Mujer.
La argumentación de la institución es la siguiente: entre las peticiones de la voz femenina al receptor, se considera que la mujer adopta una postura sumisa que podría fomentar “actitudes agresivas hacia la mujer coadyuvando a violencia de género” y se pide su retirada. El vídeo dice textualmente lo siguiente:
Mírame, tócame, incítame, provócame, sedúceme, contrólame, protégeme, grítame, relájame. Yo soy Giulietta, si vas a hablar de mi, pruébame.
El resto lo omito porque es un mensaje directamente publicitario y se escapa a este análisis.
¿Qué significa este anuncio?
Si me lo permitís, os voy a dar mi opinión profesional sobre lo que veo en este anuncio. Veo a un Alfa Romeo, un turismo de una marca italiana que no goza de su mejor momento ni prestigio en el mercado español, pero fundamentalmente a base de prejuicios y tópicos. Ejemplo: un Alfa te lo compras con el corazón.
El Giulietta es uno de los mejores coches que ha sacado la marca, aunque las ventas no le hacen justicia, debido en parte a esa fama que acarrean los italianos en el sentido negativo y que todos nos suenan. A Fiat le pasa lo mismo, las ventas no hacen justicia a sus coches, numéricamente hablando. En Italia pasa todo lo contrario.
El objetivo del spot, en mi humilde opinión, es incitar a un posible comprador a que vea por sí mismo cómo es el coche, y que lo haga con conocimiento de causa y no mediante clichés. Se dice de una forma muy sutil, con una meliflua voz femenina y la espectacular Uma Thurman, que nos vendería hasta un coche de hace 60 años sin restaurar y oxidado, sin oponer resistencia.
Ahora, os digo lo que veo como hombre. De todos ruegos —por decirlo de alguna forma— del ente femenino, hay muchas cosas que no se pueden asociar al machismo en el sentido negativo, como “relájame” o “protégeme”. No conozco mujeres a las que tales cosas les molesten de parte de su pareja. Nosotros podemos decir lo mismo, seguro.
Es cierto que hay algunos que son sensibles: “provócame”, “contrólame”, “grítame”. Muy bien, pero el matiz está en el contexto. Aquí todos somos mayorcitos —y mayorcitas— para discernir en qué tipo de circunstancias se dicen esas cosas y su significado real.
Como las palabras del anuncio las veo entre iguales, existiendo una evidente complicidad mutua, no puedo ver algo negativo en ello. Soy incapaz. El castellano está plagado de expresiones inofensivas que si se leen perversamente, cambia todo, como cuando una madre dice que se comería a sus hijos, y eso no es incitar al canibalismo.
¿Queréis ver publicidad sobre coches de forma sexista? Aquí tenéis dos ejemplos, aunque solo he puesto la fotografía de uno. Seguro que alguna mujer se puede sentir ofendida por esto, aunque el objetivo de la publicidad sea otro: decir que no pasa nada por no estrenar y saber que no eres el primero. Y de los presentes, ningún heterosexual diría que no a semejante oferta, ¿cierto?
Las comparaciones entre las mujeres y los coches han estado ahí siempre, y siempre estarán. Lo importante es no superar la barrera de la falta de respeto, y en eso todos estaremos de acuerdo. Ahora bien, para ver sexismo en el anuncio del Giulietta es tener una visión muy sesgada y retorcida, y que se sale del tiesto.
El anuncio es tan sexista como utilizar el nombre de una mujer para nombrar a un coche. Vayan entonces a por Mercedes, unos sexistas redomados, aunque lo adornen con “Benz”. Es más, que protesten a los franceses por referirse a los coches en femenino (la voiture) e idem con los italianos (la macchina). Estamos hablando de lo mismo.
NOTA: La inclusión del anuncio y publicidad de Alfa Romeo se debe a un criterio estrictamente informativo, para ilustrar este artículo de forma adecuada.
Vídeo | Youtube
Vía | El Periódico