Además de las propuestas eléctricas, del Volkswagen Golf R y del Volkswagen Caddy BlueMotion, la marca alemana entra en el Salón de Frankfurt con el Volkswagen Golf Sportsvan, una revisión del concepto Golf Plus que por ahora se define como concept-car muy cercano al modelo de producción. A mediados de 2014 se unirá a la gama y llegará al mercado.
Frente a su predecesor, el Golf Sportsvan pierde un poco la forma de monovolumen y se aberlina en igual medida. Promete espacio y un interior flexible, con una banqueta trasera que se desliza longitudinalmente en 180 mm y con un espacio de carga que supera los 1.500 litros. Por lo demás, hablamos de un elevado nivel de tecnologías y de seis nuevas motorizaciones Euro6.
Desde la versión de acceso, cuenta con el diferencial de deslizamiento limitado XDS+, sistema de frenado post-colisión, aire acondicionado, freno de estacionamiento electrónico, pantalla táctil de 5 pulgadas, así como varias configuraciones para el suelo del espacio de carga y para el cubrecarga. Según la versión, puede venir también con DCC (control dinámico de chasis), frenada de emergencia en ciudad, control de crucero adaptativo y asistente al seguimiento del carril.
Asimismo incorpora, entre las posibles dotaciones, el control de ángulo muerto con alerta de tráfico en la zona posterior, que se estrena en un Golf. Este sistema permite detectar vehículos en movimiento cuando nos incorporamos a la circulación, marcha atrás, desde una plaza de estacionamiento en batería e incluye frenado autónomo para situaciones de riesgo real.
De los seis nuevos motores que montará el Volkswagen Golf Sportsvan, sabemos que cumplirán con Euro6, que abarcarán potencias de entre 85 y 150 CV, que contarán con sistema Start-Stop y que serán hasta un 19 % más ahorradores en consumo que la generación previa de propulsores.
Para acabar y por no dejarnos en el terreno de las declaraciones de intenciones, desde la marca nos facilitan un dato concreto: el 1.6 TDI BlueMotion de 110 CV tiene un consumo (por el momento estimado) de 3,7 l/100 km, lo que equivale a 95 g/km en niveles de emisiones de CO₂.