Volkswagen y CUPRA cooperarán con Silent-Yachts, un fabricante austriaco de catamaranes eléctricos y solares, para trasladar de la tierra al mar la arquitectura modular MEB de Volkswagen.
El objetivo es poner en el agua un barco eléctrico con propulsión MEB a lo largo de 2022: el Silent Yatcht 50. A largo plazo, el plan es que todos los modelos de Silent-Yachts monten componentes Volkswagen.
Volkswagen se mete en el agua
El plan con Silent-Yachts, ahora que ha abierto la plataforma a otros fabricantes, implica tocar nuevas áreas de negocio, como la de los yates eléctricos. Por ejemplo, el Silent 55 es capaz de cubrir 160 km por día usando solo energía solar, y Volkswagen cree que puede introducir la arquitectura MEB en estos barcos; es decir, proporcionar baterías, inversores de potencia y motores.
El objetivo es tener el Silent Yatcht 50 listo en 2022, que incorporará módulos solares en el techo que carguen la batería y vestirá un diseño de CUPRA. El plan actual es instalar hasta seis baterías por yate y habilitar 500 kW de potencia para yates de alrededor de 50 pies o más.
Así, se ha programado un periodo de prueba de cuatro años tras el cual se fabricará una tanda de 50 unidades al año, mientras que los componentes Volkswagen también se instalarán en todos los demás modelos de Silent-Yachts.
Eso sí, desde la marca reconocen que en todos los barcos habrá un generador diésel como respaldo en caso de emergencia.
Volkswagen empezó a diseñar la plataforma MEB exclusivamente para sus coches eléctricos hace cinco años, y es capaz de servir de base a un Volkswagen ID.3, un SEAT el-Born, un CUPRA Tavascan o un Volkswagen ID.Buzz.
Es decir, su base es tan sencilla que necesita pocas variaciones, por lo que puede servir de base a un utilitario, hasta un monovolumen y pasando por un SUV. Y barcos.
Al igual que en el caso de Tesla y de otros fabricantes de eléctricos, MEB puede ser de tracción trasera o tracción integral y está construida al rededor de una batería rectangular plana situada entre los ejes y en el piso de la plataforma.
Compuesta por acero y aluminio, está formada por un motor síncrono de imán permanente integrado en el eje trasero, que incluye un módulo electrónico de potencia y control para el accionamiento eléctrico y una "caja de cambios de una sola velocidad", según describe el fabricante.
Una gran proporción de los 26 millones de coches eléctricos proyectados para 2030 se basan en el sistema modular e-drive.
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