Ahora que los diésel van de capa cada vez más caída en Europa, que con la implantación del Euro 6 más de uno mira el estado de su cuenta corriente y ya tiembla al pensar en lo que le puede costar la broma, recuperamos un vídeo de un Chevrolet enorme que demuestra todo el potencial del gasóleo.
En Jalopnik, que viven la realidad americana tradicionalmente peleada con el aceitoso carburante, se preguntan (y se autocontestan) por el interés que puede despertar un diésel. Ellos dicen que es por el increíble par motor que da, pero nosotros sabemos la Verdad.
La pasión por el gasóleo tiene mucho que ver con el placer de traer hasta nuestros días una de las tradiciones más emblemáticas del mundo del transporte. Concretamente el humo que expelían las locomotoras de vapor que cruzaban el país y dejaban a sus viajeros tiznados de hollín. La pasión por el gasóleo es una cuestión de gusto por la Historia (guiño, guiño).
Vía | Jalopnik