Los prototipos que vemos actualmente por las carreteras suelen estar caracterizados por su camuflaje, para no mostrar su diseño, y en ocasiones por algún detalle como extraños artilugios en su interior.
¿Pero cómo eran los prototipos de finales de los años 40? El del Citroën 2CV, unas chapas cortadas y soladas, con un solo faro (para qué más), limpiaparabrisas manual, un volante, un motor y poco más.
Vía | Diariomotor
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