He asistido a alguna que otra exhibición de este estilo, donde el humo de los neumáticos pasa a ser el principal protagonista, y de vez en cuando, algún llamarazo de esos que salen por el escape resta protagonismo a todo lo demás, pero nunca había visto algo así.
Como dice el amigo TRONXO, me gustaría saber la cantidad de caballos que hay ahí metidos, porque el sonido del motor de ese Pontiac Firebird Chevrolet Camaro quemando gasolina (en el más estricto sentido de la expresión) es música para mis oidos.
Saludos para TRONXO.