Si yo te digo drifting seguramente pienses en coches como los BMW M3, Nissan 240SX o incluso Ford Mustang, pero rara vez se te ocurriría mencionar a un Chevrolet Imapala, y menos de 1964. El enorme coupé americano estrenado en 1961 es largo y pesado, pero ¿por qué no iba a poder hacer drifting? A los noruegos les encantan los coches estadounidenses, así que a uno muy loco se le ha ocurrido usar uno para quemar rueda.
De serie aquellos Impala de mediadis de siglo equipaban motores de seis cilindros en línea y 140 CV o bien V8 de 195 y, a juzgar por las insinuaciones que vemos en el vídeo, ninguno de los dos están presentes. El Chevrolet ha sido profundamente modificado, aligerado y reforzado para soportar un uso intensivo en circuito y su motor tiene pinta de ser un V8 apretado hasta las cejas. Tanto es así que incluso se permite el lujo de leerle la cartilla a un Toyota Supra de cuarta generación.
Con potencia suficiente como para cruzar la zaga en cualquier curva, este el feroz rugido de la bestia americana escupefuego casi impone más que su tremenda envergadura. Eso sí, una vez lo llevas delante olvídate de poder adelantarle, porque una vez de lado ocupa más de media pista.
Parece mentira que este coche un día fue un gran yate con el que surcar plácidamente las extensas carreteras norteamericanas.