Aunque el Dodge Viper actual no está resultando un modelo demasiado popular comparado con otros competidores americanos (de hecho se despide en 2017), hay algunos que siguen fieles a la serpiente. En este caso los de esta víbora ha sido tocada por D3 Performance Engineering, quienes han suplementado el V10 de 8,4 litros con un enorme turbo F1X Procharger y nueva alimentación para conseguir superar la barrera de los 900 caballos y un par motor de 1.490 Nm. Casi todo lo demás, de serie.
Tardó menos de diez segundos en recorrer el cuarto de milla, concretamente 9,36 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 232 kilómetros por hora. Más rápido que aquél Dodge Charger Hellcat que lo hacía en 9,70. Lo más gracioso de todo es que este Viper también equipa un sistema auxiliar de óxido nitroso pero, cuando destrozó el cuarto de milla no estaba conectado.
La caja de cambios manual de seis velocidades de serie se ha sustituido por una Turbo 400 automática para digerir las enormes cifras que maneja este diez cilindros. Con esto quiero decir que con sólo unos pocos cambios "sin importancia" con respecto al modelo de serie (645 caballos), el Viper ha sido capaz de conseguir un gran resultado sin dejarse una millonada.
¡Tiene mérito para ser un canto de cisne!
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