Cóctel para crear un diablo de Tasmania (léase ser pequeño, rápido y con muy mala leche): cogemos un Golf GTI de la primera generación, que ya lleva los genes de la rapidez, pero al que vamos a cambiar unos cuantos órganos.
Elegiremos para esta ocasión un motor 1.3 de una Suzuki Hayabusa, y como las motos también tienen derecho, añadimos un turbito para llegar a los 350 caballos. El resultado da miedo.
Y de premio un tercer video que andaba perdido por Youtube:
Vía | autoblog.it > German Car Scene
En Motorpasión | Suzuki Hayabusa Turbo, Martino Kamikaze, corazón de Hayabusa
Más información | HR Engineering