Hemos visto de todo en los anuncios de coches en Estados Unidos. Coches, en su mayoría, con muchos números en el odómetro, muchos golpes y décadas a sus espaldas pero que por una u otra razón se han hecho virales. El estremecedor caso que presentamos hoy nos lleva a un Chevrolet Venture del año 2000, Opel Sintra en Europa: siete plazas modulares a lo Renault Espace primera generación.
Este vehículo ha sido modificado de forma que parece un personaje que no ha pasado el casting de 'Cars'. Su dueño lo vende a partir de 100 dólares, y de momento nadie se ha atrevido a pujar. Creemos que puede ser porque además, el monovolumen no arranca.
Así se hace aún más feo a un Sintra
Con casi 180.000 kilómetros en el odómetro, este Chevrolet que hemos descubierto gracias a Jalopnik nos ofrece la oportunidad de destacar. Piénsalo, cuando vayas al trabajo, a la puerta del colegio a recoger a tus hijos, a dar una vuelta con tu pareja, a la compra... este coche expresará a la perfección tu actitud hacia la vida. Desenfadada. Loca.
Pero tenemos malas noticias. El motor no funciona a no ser que se le hagan las reparaciones pertinentes. El vendedor es tan sincero que hasta advierte que probablemente solo sirva para desmontarlo y venderlo por piezas.
El estado del interior del coche no es mejor, y no se salvan ni los tapacubos. Eso sí, la tercera fila de asientos es abatible para ampliar la capacidad de carga en el caso de que quieras llevar a tu pobre perro en el interior de este vehículo.
El Opel Sintra fue fabricado por Opel para el mercado europeo entre 1996 y 1999, e importado a Europa desde Estados Unidos, donde General Motors produjo modelos idénticos bajo las marcas Oldsmobile y Pontiac. Antecesor del Opel Zafira Tourer, ha ocupado primeros puestos en listas de coches en los que no confiar. No salió bien parado de la prueba de choque frontal EuroNCAP realizada en un modelo de 1998, sobre todo el volante.
No sabemos qué motivó a su dueño llevar a cabo semejante modificación, menos aún qué le hace pensar que alguien quiera comprarlo, pero le deseamos suerte.
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