Pese a que desde el año 2009 no se venden más Pontiac después de que el gobierno de Estados Unidos rescatase General Motors y reestructurase al gigante del motor, una marca con tanto pasado y tanto calado en la sociedad americana iba a seguir dando algún que otro coletazo.
Trans Am Depot es una empresa independiente que se resiste a dejar morir a Pontiac, y no sólo reinterpreta clasicazos del mundo muscle car como el propio Trans Am o el GTO, ahora tienen preparadas para producir 77 exclusivas unidades del Pontiac Trans Am SE Bandit Edition.
Una pieza de colección para la cultura pop del motor
Las 77 unidades hacen referencia directa al año en el que se estrenó la película Los Caraduras, un film de aventuras protagonizado a partes iguales por Burt Reynolds y su fiel Pontiac Firebird Trans Am. Aquél muscle car americano negro y dorado presidido por un fénix se convirtió en icono de la cultura del motor.
Ya en 2007, con motivo del 30 aniversario de la película, Year One realizó a modo de celebración una serie de preparaciones por encargo sobre Trans Am de la época del largometraje pero con tecnología moderna y motores y que iban desde los 450 del BAN1 hasta los 700 caballos del BAN3 (tres niveles de preparación a elegir).
Ahora son los chicos de Trans Am Depot, quienes después de unos cuantos años convirtiendo los Chevrolet Camaro de quinta generación en la nueva versión de los Pontiac Trans Am, han ido un paso más allá al involucrar al popular actor norteamericano en el proceso de creación y desarrollo. Reynolds ha dado su visto bueno a cada una de las piezas diseñadas para asemejarse al modelo de la gran pantalla, desde el techo desmontable hasta los indicadores, pasando por las molduras de las puertas o la nueva tapicería.
Aunque exteriormente nos sigue recordando a un Camaro, se ha trabajado mucho para que la carrocería se parezca dentro de lo posible al Trans Am. Los paragolpes delantero y trasero adoptan líneas más cuadradas y los faros traseros son ahora planos con los extremos redondeados y divididos con líneas horizontales.
En el morro la nueva "nariz" que divide la parrilla nos recuerda que estamos ante un Pontiac y las llantas específicas le dan un aire similar al coche original, aunque demasiado grandes para mi gusto. Eso por si se nos ha pasado por alto el enorme alado del capó.
En el apartado mecánico se ha recurrido a un propulsor V8 small block con una potencia máxima de 840 caballos. Ya sabéis, por si se quieren emular las persecuciones de la película.
Eso sí, el precio no figura en la web, pero sabiendo que cada una de las 77 unidades va a estar aprobada, firmada y autentificada por Burt Reynolds se va a convertir en una pieza de colección, así que no creo que sea barato.