A estas alturas no hace falta presentar Brabus, proveedor de locuras sobre ruedas sobre base de Mercedes. Después de varias décadas creando algunos de los Mercedes más bestiales, lujosos y potentes, Brabus lo ha vuelta a hacer. Es más, se puede decir que se ha superado, pues acaba de presentar el Brabus 900 Crawler.
Se puede decir que el Brabus Crawler 900 es un buggy de 900 caballos realizado sobre su propio chasis y que ha conservado el frontal de lo que en su día fue un Mercedes Clase G. Y es que de Mercedes Clase G, el Crawler le queda más bien poco, más allá de un parecido estético y del motor V8 que le sirve de base a Brabus.
Y es que Brabus ha decidido crear su propio chasis tubular para este modelo. Ni siquiera parte de la base del chasis de largueros y travesaños del Clase G, Brabus asegura que es un chasis propio. De paso, también creó su propia carrocería. Una carrocería muy abierta y sin puertas.
Las aletas ensanchadas recuerdan de cierto modo al Mercedes-Benz G 500 4x4² y sólo el frontal y los pilotos traseros mantienen la idea de que la base es un Mercedes G. Y todo ello está hecho en fibra de carbono. Obviamente, carece de puertas o lunas laterales y traseras. Por no tener, no tiene ni parabrisas.
En cuanto a la cadena cinemática, basta con decir que el Crawler cuenta con ejes de pórtico y neumáticos de 40 pulgadas de diámetro. Equipa amortiguadores ajustables en altura y llantas forjadas BRABUS Monoblock HD de 20 pulgadas. Al final, tiene una altura libre al suelo de 53 cm. Vamos, que debería ser imparable.
¿Y qué pasa con la potencia? Al fin y al cabo es un Brabus... Como lo sugiere su nombre pone a disposición del pie derecho de su conductor 900 CV. Ahí es nada.
Prestaciones de superdeportivo
El motor es una versión preparada en Bottrop del conocido V8 4.0 litros biturbo de AMG, salvo que aquí sube a 4.4 litros de cilindrada y está equipado con componentes internos Brabus (cigüeñal, pistones y bielas forjados, entre otros) así como nuevos turbos Brabus y dos bombas de gasolina de mayor capacidad y potencia.
El resultado son una tormenta de 900 CV a 6.000 rpm y hasta 1.250 Nm a 2.900 rpm de par motor. Sin embargo, en la práctica el par motor está limitado electrónicamente a 1.050 Nm. El par motor se limita para preservar la integridad de la caja de cambios automática de Mercedes de 9 relaciones que equipa. El Brabus Crawler mantiene también la tracción integral de origen con sus tres diferenciales bloqueables.
Con 2.065 kg de peso, el Crawler es sustancialmente más ligero que un AMG G 63, y Brabus anuncia un 0 a 100 km/h en tan sólo 3,4 segundos. Hay que destacar que la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 160 km/h, debido a los neumáticos todoterreno.
A bordo, el volante y algunos otros componentes del interior, aunque modificados, son claramente heredados del Clase G. Pero no hay mucho más. En su lugar, hay cuatro asientos baquets de fibra de carbono tapizados con cuero acolchado en un interior que, por lo demás, es espartano.
Aun así cuenta con elementos anodizados de color rojo, como los pedales, los reposapiés y los soportes de aluminio para la unidad GPS. Para la comunicación entre los distintos miembros de la tripulación, el BRABUS Crawler cuenta con un sistema de comunicación bidireccional, que puede utilizarse con los intercomunicadores específicos integrados en los cuatro cascos de carbono BRABUS incluidos con el coche.
Para sorpresa de nadie, el Brabus Crawler no está homologado para un uso en la vía pública. Su hogar y buena parte de su clientela está en el desierto, por lo que no debería ser un problema. De hecho, Brabus sólo fabricará 15 ejemplares del Crawler hasta 2024, con un precio de 749.000 euros más impuestos.