En el mercado desde 2012, el Range Rover es uno de los modelos más antiguos pertenecientes al segmento de los SUV premium. Su próxima generación, cuyo debut oficial está programado para el día 26 de octubre, no solo rivalizará contra sus rivales tradicionales, sino que se enfrentará a modelos de la talla del BMW X7, el Maybach GLS o el Aston Martin DBX.
En las imágenes que ha revelado la marca a modo de adelanto se intuye un diseño evolutivo de la generación saliente, pero aunque su apariencia pueda resultar familiar y respete ciertos códigos establecidos para el modelo (como su característico techo flotante), el nuevo Range Rover trae novedades sustanciales para su gama, de la mano de la plataforma MLA de Jaguar Land-Rover.
Novedades en clave ECO
La quinta generación del Range Rover empezó a ponerse a punto hace un par de años, y ahora por fin la espera para conocer la nueva generación del buque insignia de la firma británica toca a su fin.
El elegante SUV premium mantendrá sus imponentes proporciones y algunos elementos de diseño característicos, pero llegará con novedades para cumplir con las promesas del grupo en torno a su electrificación y cargado con lo último en materia de conectividad y sistemas multimedia.
La nueva plataforma MLA puede admitir una configuración de hasta dos motores totalmente eléctricos, pero no se espera que se ofrezca este tipo de tren motriz desde el lanzamiento.
Sí contará con una versión híbrida y, muy probablemente, con una nueva batería de gran capacidad, pues si la marca quiere cumplir con la media de emisiones de la Unión Europea necesita coches que superen la barrera de los 40 km de autonomía en modo eléctrico.
Aunque el Range Rover ya ofrece una variante híbrida enchufable en la generación actual (el Range Rover P400e) con una batería de 13,1 kWh, se espera que este tren motriz se actualice significativamente, sumándose a una gama de opciones híbridas suaves o “mild-hybrid” aparejadas a los motores Ingenium de seis cilindros en línea del grupo.
Además, con la nueva plataforma se reducirá el peso total del vehículo y podrían llegar cambios significativos en términos de habitabilidad, aumentando el espacio adicional para los pasajeros. También se esperan cambios en términos de estética, materiales y acabados en el interior.
Rumores provenientes de fuentes no oficiales también apuntan a que el nuevo Range Rover contará con una variante de batalla larga e incluso versiones con tracción trasera. Para conocer los detalles técnicos de la nueva generación habrá que esperar unos días más.
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