Desde el año 2010 Volvo forma parte de una gran matriz china, Geely. El gigante asiático que también se hizo con Lotus y Proton quiere mirar cara a cara al futuro, y uno de los siguientes movimientos en su cartera ha sido la adquisición de Terrafugia según informó The South China Morning Post.
La empresa americana con sede en Massachusetts ha sido la impulsora de uno de los grandes sueños de la automoción, creando desde cero un coche volador plenamente funcional, que ahora pasa a estar bajo el control de la matriz china.
Geely: ¿de rescatar a volvo a lanzar el primer coche volador?
Terrafugia es una empresa fundada en 2006 por ingenieros y estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts con una idea clara: crear el sueño de muchos a mediados de siglo, un coche volador práctico que disparase las posibilidades de libertad en los desplazamientos.
Lo último que conocemos de los americanos es el proyecto TF-X, la evolución del coche volador que en su caso sustituía el motor de combustión por dos motores eléctricos que impulsaban sendas hélices direccionales, capaces de dotar al vehículo de despegue y aterrizaje vertical. A día de hoy es papel mojado, pero hubo un precedente interesante.
Tres años después de su fundación, el Terrafugia Transition realizó en 2009 sus primeros vuelos. Un vehículo con un habitáculo en el que cabían dos personas, con frontal de coche, hélice en la parte trasera y unas alas retráctiles que le permitían pasar de modo coche a modo avión en menos de un minuto.
Con un precio estimado de 279.000 dólares y la intención de poner en el mismo año las primeras unidades a la venta, la realidad es que el Transition no llegó al mercado en aquel año, ni en 2011, ni en 2013, ni ahora en 2017. Aunque los plazos se han ido agotando consecutivamente y las promesas incumplidas han sobrepasado ampliamente el nivel admisible de excusas, el proyecto sigue manteniendo el interés necesario para que una gran multinacional como Zhejiang Geely Holding Group se haya hecho con todos los servicios de una empresa que acumulaba hasta ahora un capital de 5,82 millones de dólares procedentes del angel investor Semyon Dukach.
Recordemos que Geely fue la misma empresa que adquirió Volvo y la sacó de un pozo financiero para volver a colocarla entre las marcas de lujo de referencia en el sector del automóvil, con tecnología punta, diseños que mejoran con cada modelo, un nivel de seguridad envidiable y una tremenda aceptación a nivel global.
En realidad el movimiento con la compra de Terrafugia podría parecer ausente de sentido, pero si el capital chino bien gestionado es capaz de impulsar el proyecto sería posible que el coche volador estuviera más cerca que nunca. O eso o darle un giro de 180 grados al proyecto y meterse en el mundo de las aeronaves ligeras. Quién sabe.