Siendo Japón el segundo consumidor mundial de petróleo, lo cierto es que una producción barata de biocombustible daría un respiro a su economía y además, propiciaría que cumpliesen con el protocolo de Kyoto, pero la cosa no es tan sencilla sin los incentivos adecuados para los agricultores. Por eso esta iniciativa puede ser clave en la introducción del biocombustible en Japón. Y ya se sabe que una vez que Japón tire del carro…
En los alrededores de la factoría, dicen que el aroma en el ambiente es muy agradable, a sake, y a los parroquianos parece gustarles la idea. Tienen un potencial de producción grande aunque la mayoría de las granjas sean familiares.
Una cosa muy curiosa es que en Japón no hay coches que funcionen con biocombustible a pesar de que Honda y Toyota han empezado la producción de modelos de este tipo para Brasil, así que los japoneses han importado nada más y nada menos que un Ford Focus rojo desde Inglaterra. Qué cosas.
Vía | Coches Japoneses >> Reuters