Después de haber vendido nada menos que 1,5 millones de SUV desde 2008, el mercado de los todocamino sigue siendo una piedra angular en el catálogo de Mercedes-Benz desde el nacimiento del exitoso primer ML en 1997.
Para este 2019 la gama Mercedes-Benz GLC se renueva con algunos cambios estéticos, mejores capacidades dinámicas y tecnología que incluye la inteligencia artificial Mercedes-Benz User Experience (MBUX) de última generación.
Mercedes-AMG GLC 63 4MATIC S +: 510 CV de deportividad XL
Para conocer a fondo la familia de los nuevos GLC, Mercedes-Benz nos preparó un programa en el que pudimos conocer a toda la gama en tierras alemanas. Empezamos por el plato fuerte subiéndonos al recientemente actualizado Mercedes-AMG GLC 63 S 4MATIC+ Coupé, una bestia de aspecto feroz que en la parte delantera no se diferencia en nada de su pariente con carrocería SUV.
Los cambios se encuentran principalmente en la zaga donde el techo cae con una carismática línea suavizada hasta terminar en un pequeño alerón dijo estilo cola de pato con una apariencia un tanto excesiva por sus proporciones. Con respecto a la versión saliente las modificaciones de ambas variantes se centran en nuevos grupos ópticos, guardabarros más marcados y una parrilla más deportiva con las franjas verticales destacadas.
Nos ponemos a sus mandos y el motor cobra vida con un rugido intenso incluso con el escape en su posición más restrictiva. Bajo el enorme capó delantero late el único motor de ocho cilindros en uve biturbo del segmento, un V8 de 3.982 centímetros cúbicos con doble turbo que sirven para lanzar la potencia de este SUV hasta los 510 CV y con un portentoso par motor de 700 Nm.
Durante los primeros metros es inevitable jugar con el acelerador para escuchar el gorgoteo que nos regala el GLC salido de Affalterbach. Aun cuando llevamos seleccionados los modos de conducción más civilizados se percibe una dosis de potencia brutal, pero la furia se desata al conectar el modo Race y salir a la Autobahn.
Un oportuno pisotón al pedal derecho y el Mercedes-AMG GLC 63 S 4MATIC + te teletransporta hacia delante con una fuerza sorprendente y una estirada de verdadero deportivo. Rápidamente las 2 toneladas de peso de este SUV se colocan por encima de los 200 km/h pero ofreciendo al mismo tiempo una alta dosis de seguridad. Hasta da respeto ver lo rápido que se puede ir más allá de los 250 km/h con un vehículo de estas características con la impresión de tenerlo todo bajo control. Con el AMG Driver's Package la velocidad puta es de 280 km/h.
La buena pisada del GLC 63 S 4MATIC + es culpa de un chasis que ha sido revisado y puesto a punto de manera específica gracias a la adopción de un nuevo sistema de suspensión adaptativa que regula los ajustes en tiempo real de cada una de las ruedas. Hay que reconocer que en carreteras reviradas el GLC es un coche relativamente ágil pese a su tamaño, pero en el que se notan las inerciales laterales de la carrocería al atacar las curvas.
Donde sí brilla el GLC es en la capacidad de tracción, sobre todo porque se ayuda de un nuevo diferencial trasero electrónico que limita el deslizamiento de la rueda interior en los giros sin hacer uso de los frenos. Como resultado este potente SUV demuestra un fuerte carácter cuando pisamos el acelerador pero con una entrega neutral que no descompone la trazada. No en vano es el SUV más rápido de Nürburgring.
En la versión GLC 63 S 4MATIC + se cuenta además con todo el potencial de AMG DYNAMICS: modos de conducción Slippery, Sport, Sport+, Individual y Race y las funciones de agilidad Basic, Advanced, Pro y Master, La combinación Race-Master sólo está disponible en el más prestacional de los GLC y permite la desconexión del ESP para sacar todo su potencial en circuito.
También tuvimos la oportunidad de probar el GLC 63 S 4MATIC+ con carrocería SUV y si bien a nivel prestacional y mecánico no hay apenas diferencias, por algún motivo su comportamiento en curva nos dejó una sensación levemente mejor, quizá por un reparto de pesos diferente.
Tres motores diésel y dos gasolina mild-hybrid
Después de habernos abalanzado sobre el AMG, rápidamente nos pusimos los mandos del Mercedes-Benz GLC 300 d 4MATIC para ver cómo se comporta el motor en el que la marca tiene depositadas más esperanzas y que lidera una gama que se ha actualizado tanto en su carrocería SUV como en formato Coupé.
Salvando las distancias en cuanto al tipo de materiales empleados en el interior o los asientos deportivos, los habitáculos de los motores normales son idénticos a los de los modelos AMG, con los mismos elementos dispuestos de la misma manera. La sensación de lujo y confort es prácticamente la misma y las únicas diferencias las encontramos en los paquetes de equipamiento escogidos.
En este caso se trata de un propulsor de cuatro cilindros de 1.951 centímetros cúbicos que ofrece 245 CV de potencia máxima y un par motor de 500 Nm que son suficientes para lanzar al GLC hasta los 231 km/h de velocidad punta.
Los ingenieros alemanes han trabajado mucho para mejorar las cifras con respecto al motor que sustituye, pero sorprende que en conjunto, el equipo termodinámico ha recortado su peso en 46 kg. Una vez en marcha la maquinaria se sigue intuyendo y tanto con el motor a ralentí como en marcha a baja velocidad, la rumorosidad mecánica del diésel es fácilmente perceptible desde el interior.
Como buen diésel, a bajas y medias revoluciones es donde mejor respuesta encontramos con un empuje generoso y que se lleva muy bien con la transmisión automática de serie. La cruz de la moneda la encontramos nada más entrar de nuevo en la Autobahn, donde con el acelerador pisado a fondo nos encontramos una respuesta firme aunque algo falta de salero en altas revoluciones.
Otro de los grandes protagonistas de la jornada fue el Mercedes-Benz GLC 300, un motor de cuatro cilindros de gasolina con 1.991 centímetros cúbicos con doble turbo que desarrolla 258 CV de potencia y 370 Nm de par motor. Nada más apretar el botón de arranque percibimos una diferencia sustancial y es una sonoridad notablemente más aplacada que en el diésel.
El propulsor de gasolina funciona de una manera sensiblemente más aterciopelada aunque quizá su empuje en bajos sea menos contundente, obligando a la caja de cambios automática a trabajar más de la cuenta bajo los requerimientos del acelerador. Por cierto, que la caja de cambios montada en todas las versiones es la 9G-Tronic, muy cómoda pero algo lenta cuando exigimos respuesta inmediata y tiene que reducir marchas.
Una vez lanzados en carretera no encontramos diferencias notables entre éste y su equivalente diésel, pero sí se le percibe más alegre rodando alto de revoluciones. Si lo dejamos caer de vueltas se siente algo perezoso por lo que la mejor manera de aprovechar este motor es tirando de levas para llevarlo en modo manual.
En todas las versiones que probamos estaba equipado el cuadro de mandos 100% digital que ya conocemos de otros modelos de la marca de la estrella. Su visibilidad es perfecta, así como la cantidad de información que nos puede ofrecer dentro de sus diferentes opciones de visualización.
Por otro lado, lo que también es novedad en los GLC es la introducción del sistema de realidad aumentada para las indicaciones en el navegador. En la pantalla sobre la consola se despliega una visión real de lo que hay frente a nosotros y sobreimpresionadas aparecen las indicaciones de hacia dónde tendremos que dirigirnos.
Este gadget es bastante vistoso pero nos obliga a apartar la mirada de la carretera de forma innecesaria, más aún cuando tenemos la misma información en el cuadro de mandos o en el head-up display. Por cierto, echamos en falta una mejor regulación en altura del HUD ya que empieza a ser visible a partir de una posición demasiado elevada, por lo que acaba interfiriendo directamente con nuestro campo de visión.
Aparte de estos dos propulsores nos quedaron por probar los modelos de acceso tanto en diésel (GLC 200 d con 163 CV y GLC 220 d con 194 CV) como en gasolina (GLC 200 con 197 CV). Las versiones GLC 200 y GLC 300 de gasolina están asociadas a un sistema mild hybrid suficiente como para otorgarles la pegatina ECO.
Motorizaciones Mercedes-Benz GLC 2019
Variante | Combustible | Potencia | Par motor |
---|---|---|---|
GLC 200 | Gasolina | 197 CV | 280 Nm |
GLC 300 | Gasolina | 258 CV | 370 Nm |
GLC 200 d | Diésel | 163 CV | 360 Nm |
GLC 220 d | Diésel | 194 CV | 400 Nm |
GLC 300 d | Diésel | 245 CV | 500 Nm |
El Mercedes-Benz GLC también ha mejorado fuera del asfalto
Aprovechando que la base de operaciones de Mercedes-Benz se situó en las instalaciones de ADAC también pudimos probar una variante equipada con el paquete opcional off-road. Con defensas específicas y ángulos 4x4 mejorados (30,8º de ataque, 24,9º de salida, 19,8º ventral y 35º de inclinación lateral), pero también si se equipa con la suspensión neumática AIR BODY CONTROL el GLC es capaz de mostrar una cara más campera de lo que podríamos esperar.
Pese a pesar 2.000 kg y no contar con reductora, es asombroso ver la capacidad de agarre, inclinación y al mismo tiempo confort que puede soportar este coche haciendo uso exclusivamente de la electrónica de los modos Off-road y Off-road+.
Las suspensiones se pueden elevar hasta 50 mm adicionales para conseguir mayor distancia libre al suelo, puede superar pendientes de hasta 70% de inclinación y mantenerlo todo en orden gracias al control de descenso. El asistente de arranque en pendiente incluso permite detener el coche en pleno ascenso y volver a arrancar prácticamente sin que ninguna de las ruedas pierda tracción o puede soportar cruces de vías que darían pavor a la mayoría de SUV del mercado.
De serie en el mercado español el Mercedes-Benz GLC vendrá equipado con llantas de 18 pulgadas como mínimo, portón del maletero con apertura automática, un depósito de combustible de mayor capacidad y la preinstalación del navegador
Además de haber tenido tiempo para una pequeña toma de contacto con casi todas las versiones, también pudimos ver de cerca al Mercedes-Benz GLC F-Cell depila de hidrógeno aunque no estará a la venta en nuestro país. Lo que sí nos confirmó la marca es que después del verano llegará el Mercedes-Benz GLC 300 e híbrido y que en 2020 también estará disponible un GLC 300 de, diésel con hibridación.
Los precios de la gama Mercedes-Benz GLC aún no se han hecho públicos pero llegarán a lo largo de este mismo mes de junio.