El departamento SVO (por Special Vehicles Operations) de Jaguar Land Rover es el responsable de los modelos más deportivos y extremos de las dos marcas, como el Jaguar F-Type Project 7, el Jaguar XE Project 8 o simplemente el Range Rover Sport SVR de 575 CV. Todos ellos equipan V8 de gasolina. Pero eso no es un impedimento para el SVO a la hora de desarrollar un Jaguar I-PACE SVR. De hecho, para el responsable de SVR, la cuestión no es tanto si habrá una versión radical del coche eléctrico de Jaguar, sino cuando.
Así, lo ha confirmado Michael van der Sande, jefe de SVR, a Autocar. Pero también reconoce que todavía no han realmente empezado el desarrollo y no hay una fecha fijada en el calendario para su lanzamiento. De momento, prefieren centrar su actividad en modelos de mayor volumen (SVO ha vendido unos 6.000 coches en 2018).
SVO se encarga también de la fabricación de los Jaguar I-PACE eTrophy, la copa monomarca que actúa de preludio a las carrera de Formula E. Son coches de los que han aprendido mucho, algo que les servirá para la futura versión SVR. Especialmente en cuestiones de temperatura de batería, como refrigerarlas y en desarrollo de software aplicado a la gestión de la batería y del consumo.
Aprendiendo en la competición
Los Jaguar I-PACE eTrophy no tienen más potencia que la versión de calle (400 CV), pero sí que la marca ha efectuado un importante trabajo en la aerodinámica y en el chasis del coche. En caso de que finalmente en SVO obtenga luz verde para el desarrollo de un I-PACE SVR, no cabe duda que dispondrá de mayor potencia que en la actualidad con el objetivo de bajar de los 4,8 segundos en el 0 a 100 km/h.
Jaguar dará luz verde al proyecto cuando vean que hay mercado para un I-PACE más caro. Viendo lo bien o mal que se venda el I-PACE con los acabados más caros, la marca decidirá si da el paso o no. De momento, en los seis primeros meses de 2019, Jaguar ha vendido más de 9.000 unidades del I-PACE en el mundo.
El hecho de que sea un coche eléctrico, no es un impedimento para Van der Sande. Al contrario, la electrificación forma parte de SVO y tiene su lógica ya en algunos de sus productos, como una versión híbrida enchufable del Range Rover SVAutobiography. Según él, muchos de los clientes de ese modelo lo usan en ciudad como limusina, no lo conducen y van detrás. Una versión híbrida enchufable de ese coche tiene toda la lógica.