Cualquier Morgan es exclusivo, pero el último modelo de la marca británica va un paso más allá. Se llama Morgan Midsummer y Morgan ha unido fuerzas con Pininfarina para diseñarlo.
Solo se fabricarán 50 unidades de esta barchetta biplaza, todas ellas de forma artesanal con materiales como el aluminio, la madera y el cuero. Del motor se encarga BMW, como en otras ocasiones, pero esta vez con el mismo seis cilindros en línea de 340 CV que utilizan el BMW Z4 y el Toyota Supra.
Solo habrá 50 unidades del Morgan Midsummer. Ya están todas vendidas
Lo reconozco, tengo debilidad por los clásicos, hasta el punto de que, si pudiese, tendría uno para moverme a diario. El problema es que no son la mejor opción desde el punto de vista de la fiabilidad, la seguridad y la eficiencia.
Por suerte (al menos para la gente que se puede permitir), hay marcas que se dedican a fabricar “clásicos modernos”: coches que parecen sacados de otra época por su diseño y filosofía, pero que son completamente nuevos y cuentan con las ventajas de un modelo actual.
Uno de estos fabricantes es Morgan. Sin duda, es la compañía a la que mejor se le da hacer coches nuevos que no lo parecen. Y no hablo de restomods basados en coches que ya existen, sino que son modelos diseñados desde cero. Eso sí, Morgan utiliza técnicas artesanales para fabricarlos, aunque eso no impide que sean coches rapidísimos.
Pero dentro de la exclusividad inherente a cualquier coche como los que hace Morgan hay distintos niveles. En su día, el Morgan Aero 8 fue un paso más allá que el Morgan 4/4 y tampoco podemos olvidarnos del Morgan 3 Wheeler.
Pues bien, ahora Morgan ha vuelto a hacer un coche todavía más especial que los que forman su catálogo habitual. Se trata del Morgan Midsummer y solo se fabricarán 50 unidades, todas ellas de forma artesanal. Su diseño recuerda al resto de Morgan y, por lo tanto, a un coche de los años 40 del siglo XX, pero hay algo distinto: lleva el sello de Pininfarina.
Según Morgan, el Midsummer “reinterpreta la silueta atemporal” de la marca y lo cierto es que parece una evolución de los Morgan clásicos, de la misma forma que en su día lo fue el Aero, pero el rollazo clásico está presente en cada milímetro de su carrocería de aluminio, que requiere más de 250 horas de trabajo para dar forma artesanalmente a sus paneles.
También hay sitio para los elementos modernos, pero se han diseñado de tal manera que no desentonan con el enfoque clásico del coche. Es el caso de los faros LED y de las llantas forjadas de 19 pulgadas, que son enormes para un coche de este estilo, pero apenas pesan 10 kg (3 kg menos que las de un Morgan Plus Six del mismo tamaño) y tienen un diseño retro que encaja como anillo al dedo con las líneas de la carrocería.
La elegancia clásica de Morgan y de los coches británicos de la primera mitad del siglo XX también está muy presente en el interior, donde la madera y el cuero tienen casi todo el protagonismo. Por supuesto, la madera, que es de teca, se trabaja de forma artesanal y lleva más de 400 capas individuales. Rodea la cabina, da forma al salpicadero y también a la consola central y la parte superior de las puertas.
El freno de mano “de toda la vida”, los diminutos parabrisas y un salpicadero con indicadores circulares al más puro estilo clásico hacen el resto. La única pantalla que tiene el Midsummer está detrás del volante y sirve como complemento de los dos indicadores circulares del cuadro de instrumentos.
Lo único que se le puede reprochar es que el volante y la palanca de cambios desentonan. El volante es de tres radios, está forrado en cuero (pide a gritos ser de madera) y tiene levas, mientras que la palanca de cambios no pega ni con cola. Morgan la ha cogido directamente de BMW, que se encarga también de poner el motor.
Debajo del escultural capó del Midsummer se esconde el mismo seis cilindros en línea 3.0 turbo de 340 CV que da vida al BMW Z4 y al Toyota Supra, entre otros.
Solo puede asociarse a un cambio automático de ocho relaciones y, aunque Morgan no ha desvelado las prestaciones de su nuevo coche, está claro que con este bloque tiene que volar. Y es que el Morgan Midsummer solo pesa 1.000 kg, por lo que es bastante más potente que un Alpine A110 y todavía más ligero.
Morgan tampoco ha dado a conocer su precio, pero se habla de una cifra superior a los 200.000 euros. En cualquier caso, las 50 unidades que se fabricarán ya están vendidas. Su producción comenzará después del verano y Morgan trabajará codo con codo con sus clientes para configurar cada ejemplar a medida.
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