Los rumores que envuelven a la tercera generación del Audi R8 apuntan en una misma dirección: no habrá una nueva entrega del superdeportivo de los cuatro aros. Las pormenorizadas ventas que ha registrado el último Audi R8, estrenado en 2015, se presentan como principal causa. Pero siempre hay hueco para la esperanza y ésta se escribe en clave eléctrica. ¿Mutará el R8 en deportivo electrificado?
Al menos así lo expone Autocar en base a insinuaciones por parte de Audi, que de momento no ha dicho esta boca es mía, aunque lo cierto es que no sería descabellado que el Audi R8 pasara a ser un superdeportivo eléctrico. Primero porque el fabricante de Ingolstadt se ha marcado el objetivo de que, en 2025, un tercio de sus ventas corresponda a modelos electrificados y, segundo, porque precisamente el último retoño mostrado por la marca ha sido un prototipo de cero emisiones con la deportividad por bandera.
El antecedente: Audi PB18 e-tron
Hablamos del Audi PB18 e-tron, en cuya presentación ya nos preguntábamos lo obvio, ¿estamos ante el sucesor del Audi R8? Desde luego por configuración podría serlo, ya que hace gala de unas medidas compactas y casi calcadas a la del superdeportivo germano.
Más allá de su estética propia de un concept, lo interesante del Audi PB18 e-tron es precisamente su mecánica. Este prototipo monta tres propulsores eléctricos, uno asociado al eje delantero y dos acoplados al trasero. En conjunto, los tres suman 680 CV de potencia que pueden convertirse en 775 CV si seleccionamos el modo overvost.
Un camino muy similar tomaría este posible Audi R8 eléctrico, aunque Autocar asegura que en los planes de la marca estaría el llevar su entrega hasta los 1.000 CV y que se transmitiría, tal y como ocurre en el Audi PB18 e-tron, a las cuatro ruedas. De igual manera, se baraja que su aceleración de 0 a 100 km/h estaría también entorno a una cifra similar a la del concept: unos 2,0 segundos.
Tres e-tron para los próximos tres años... y puede que un cuarto
Este cambio de rumbo vendría motivado en parte por las ventas del Audi R8, las cuales en su segunda generación no llegaron a las cotas esperadas. Si bien la primera generación del Audi R8 estuvo cerca de las 3.000 unidades anuales en Europa, la segunda no ha llegado a las 1.500 unidades por año comercializadas en el Viejo Continente.
A ello hay que sumarle el rumbo hacia la electrificación que ha tomado Audi en estos últimos tiempos. El fabricante germano está a punto de lanzar al mercado el que será su primer eléctrico de producción, el Audi e-tron, que debería haber sido presentado a finales de agosto pero que, finalmente, se decidió retrasar su debut tras la detención del CEO de Audi, Rupert Stadler, por su posible implicación en el Dieselgate.
A este SUV de cero emisiones, le seguirán pronto varios efectivos, como el Audi e-tron Sportback, un Gran Turismo eléctrico basado en el prototipo de mismo nombre mostrado en el Salón de Shanghai 2017 y cuya llegada ha sido fijada para 2019. No será el único. Además, Audi también ha dado pinceladas sobre un tercero en discordia: un compacto eléctrico premium que será concebido en el seno de Audi Sport, cuyo nombre será Audi e-tron GT y que se presentará en 2020.
Por su parte, el hipotético Audi R8 e-tron, por bautizarlo de alguna manera, llegaría al mercado en 2022 uniéndose a esta estrategia eléctrica que responde a las regulaciones ambientales cada vez más estrictas de los principales mercados mundiales. En definitiva, Audi ansía lo que muchos fabricantes, ser la referencia a nivel global en automóviles eléctricos.
Pero, ¿no fracasó ya el Audi e-tron?
La conversión del Audi R8 en un supedeportivo eléctrico puede generar cierto escepticismo. No en vano, el modelo germano ya ha tenido una versión electrificada, el R8 e-tron concebido sobre la segunda generación de deportivo, que finalmente dejó de fabricarse por su escasa acogida: en cosa de un año había comercializado menos de cien unidades.
No obstante, el escenario automovilístico ha cambiado mucho en estos últimos dos años y los coches eléctricos, gracias al avance tecnológico y la necesidad imperiosa de ir dejando de lado la combustión, ya han sido llamados a ser el presente y futuro del automóvil.
Por otro lado, estaríamos hablando de un modelo exclusivamente eléctrico y no de una versión eléctrica. De esta manera, el Audi R8 dejaría de compartir mecánica con el Lamborghini Huracán aunque, según Autocar, sí sería concebido sobre la misma plataforma. Recordemos que la propia Lamborghini ya ha anunciado que la combustión tradicional pura pasará a mejor vida en sus próximos estrenos y que todos contarán con algún tipo de electrificación. Veremos si no queda todo en agua de borrajas, aunque cuando el río suena...