Audi podría estar ultimando los preparativos para estrenar un R8 equipado con motor de seis cilindros en uve turboalimentado, una opción más accesible del superdeportivo alemán, según informan en Autocar. La intención de la firma de los cuatro aros es convertir a su pura sangre en un coche capaz de alcanzar a un mayor público y sustituir al defenestrado V8 de 4.2 litros y aspiración natural.
Desde la desaparición del anterior V8 la gama R8 se ha reducido únicamente a un fantástico motor V10 de hasta 610 CV que tan buen sabor de boca nos dejó y que ahora podría estar acompañado por otro propulsor, por debajo tanto en cifras como en prestaciones y precio, lo que es mucho más importante.
La casa de Ingolstadt estaría intentando meter en el vano motor del V10 un pequeño 2.9 litros V6, el mismo que equipan los Porsche Panamera 4S, Audi RS4 y Audi RS5. Este downsizing a lo bestia estaría motivado por la intención de mantener vivo al R8 ante las normativas de emisiones cada vez más restrictivas y de paso favorecer en un mercado tan interesante para las marcas como el de China, donde la tasa impositiva está ligada directamente a la cilindrada del motor.
Las cifras no estarían tan lejos de las que se espera en un deportivo de altas prestaciones, puesto que el Panamera 4S teóricamente con el mismo motor despide 440 CV y 450 CV (y 600 Nm de par motor) en el RS4. Estos números podrían cambiar obviamente con ligeros retoques en la electrónica y la parte mecánica, todo depende de cuánto quieran diferenciar al R8 del resto de 2.9 V6, pero sobre el papel sería muy similar al anterior 4.2 V8 FSI. Su potencia se quedaría en torno a 100 CV por debajo de los 540 del V10 si no se le aprieta un poco.
Si finalmente el Audi R8 V6 llega a convertirse en una realidad su precio podría colocarse sensiblemente por debajo de los casi 200.000 euros del R8 V10, rompiendo una barrera psicológica importante. Actualmente el Audi R8 más asequible es la edición limitada RWS de tracción trasera, con un precio de 168.500 euros, contra el que podría rivalizar en precio este hipotético V6.
Ahora bien, ¿tiene sentido lanzar un coche superdeportivo barato? Pues... depende. La clave está en lo que Audi quiera conseguir con esta maniobra. Por un lado mantener sólo el V10 aseguraría mantener el halo místico del R8; por el otro introducir el V6 haría que el R8 se vendiera mucho mejor, especialmente en mercados emergentes.