¿Alguien en su sano juicio llevaría su coche a hacer una revisión a 10.500 km de distancia? Pues eso es lo que ha hecho el dueño de este Lamborghini Murcielago LP640, enviándolo desde Qatar a Londres.
El precio es la suma de los 4.500 euros que cuesta la revisión y los 25.000 que cuesta enviar el coche (y traerlo de vuelta).
¿No sería más fácil enviar a los mecánicos y las herramientas necesarias? ¿Acaso no hay ningún taller autorizado en la zona? Incluso quedaba bastante más cerca Sant’Agata Bolognese (Italia), la mismísima casa de Lamborghini.
Esto es doblemente doloroso por dos motivos: el primero es que es contaminar porque sí, enviando un peso enorme a una larga distancia inútilmente. Si es lo que se gasta a lo largo de su vida en un circuito, pues al menos lo habrá aprovechado, pero esto no tiene justificación.
Y el segundo motivo es quién lo paga: nosotros. No creo que me equivoque si me imagino que el dinero para ese Lamborghini sale del petróleo.
Vía | Jalopnik
Más información | The Sun
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