El sistema funciona a través de unos pequeños pistones instalados en el interior de las puertas, que arrugarían y bombearían la puerta, creando un efecto de amortiguador que reducirá las fuerzas de la desaceleración en el conductor y los pasajeros de modo que los airbags y los cinturones de seguridad sean aún más eficaces.
El metal usado para este sistema sería una “aleación con memoria”, que cuando detectase un golpe, se hincharía en una forma preprogramada. Además, estos pistones tendría también la función de reforzar determinados puntos del chasis, para asegurar una mayor eficacia de absorción.
Con esta técnica también podríamos ver en un futuro no muy lejano unos diseños más aerodinámicos y unos chasis más ligeros, que permitiran ahorrar combustible, debido a que los diseñadores no tendrán que sacrificar ciertos aspectos del diseño de la carrocería para hacerla más segura.
Vía | Auto Express
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