28 de octubre de 2005 en Fremont (California). Un Lamborghini Diablo 6.0 del 2001 se queda de esta guisa tras chocar contra un muro después de que el mecánico que lo conducía perdiera el control sin haber llegado a recorrer medio km de la prueba que le realizaba tras salir del taller.
El dueño no se cabreó, sino que le pareció muy divertido. Hizo bromas y pidió que los peatones que realizaban fotos las enviasen a wreckedexotics. Debe ser así como se toman las cosas los que tienen el dinero por castigo.
Vía | Autoblog.nl