Esa es la intención de la Comisión Europea, que en una legislación preliminar quieren que en 2015 todos los coches nuevos vengan con el dispositivo eCall. En otras palabras, nada más tener el accidente, el vehículo llamará al 112, le atenderá un humano, y le contará lo necesario para conseguir socorro para sus ocupantes.
La seguridad activa evita el accidente, la pasiva reduce sus consecuencias, y la tercera trabaja una vez el accidente se ha producido. Ya hay varios modelos que se han adelantado a la obligatoriedad e incorporan un dispositivo de este tipo. Cuando la centralita detecta un accidente, pide auxilio inmediatamente.
¿Cómo va a pedir socorro un coche? Fácil, con una llamada en lenguaje natural a los servicios de emergencia, indicando dónde se ha producido exactamente el suceso, en qué dirección iba (útil en caso de túneles) y la hora. La primera hora es vital para recuperar gente con vida en los siniestros más graves.
El sistema se podría invocar manualmente, por ejemplo, si necesitamos asistencia para otros, al haber presenciado un accidente. La llamada automática también intenta poner en contacto a ocupantes con el 112, si no responden, la ayuda vendrá sin más preguntas.
La legislación aún no está aprobada, pero los fabricantes ya trabajan en ello. La ACEA recibe bien la propuesta, aunque teme que algunos no lleguen a tiempo con un sistema funcional. Además, la infraestructura necesaria debe funcionar bien antes de la obligatoriedad.
La Comisión Europea calcula que se podría acelerar la asistencia en un 40% en zona urbana y en un 50% en zonas remotas, pudiendo salvar a 2.500 vidas en la Unión Europea al año. Hay un beneficio adicional, facilitará la localización de coches robados, al menos cuando el "caco" no tenga conocimientos para desactivarlo.
Fuente | "Comisión Europea":http://europa.eu/rapid/press-release_IP-13-534_es.htm