Una de las inminentes medidas confirmadas por la DGT es la de revisar la renovación del carnet de conducir para personas mayores de 65 años: acortar los plazos y un psicotécnico más exigente están sobre la mesa.
Si bien aún no se han concretado los cambios, Tráfico sigue insistiendo en ambos aspectos como claves para esta modificación normativa. Esencialmente en la de reducir los plazos en personas de edad avanzada.
No obstante, éstos antes ya eran más reducidos, pero se ampliaron en 2009 para armonizarse con la legislación europea. En definitiva, podríamos volver a las horquillas de antes o bien la DGT podría inspirarse en ellas para aplicar estos nuevos plazos.
¿Cada dos años desde los 70 años?
El director de la DGT, Pere Navarro, ha sido preguntado sobre este cambio en una reciente entrevista concedida a El Diario Vasco y de la que se hace eco El Correo.
Y si bien señala que los plazos actuales de renovación del carnet (cada cinco años desde los 65 años) se regulan en base a la directiva europea, reconoce que merecen una reflexión: "Que a una persona de 90 años se le renueve el permiso de conducir hasta los 95, suena raro".
Sobre ello también ha incidido hace poco María José Aparicio, subdirectora de Educación y Formación Vial de la DGT, que ha vuelto a reiterar que se van a reducir los periodos de vigencia del permiso para los conductores mayores.
La propia Aparicio ya adelantó en su momento que el objetivo era fijar intervalos más adaptados "a la evolución psicofísica de las personas", además de que la idea es la de subdividir" ese grupo "excesivamente amplio y diverso". También argumentó que: "Un plazo de cinco años para una persona de 90 es mucho".
La reforma de la reforma. Precisamente, antes del cambio introducido en el Reglamento General de Conductores en 2009, existían dos plazos diferenciados en conductores de edad más avanzada:
- Cada cinco años: conductores de entre 46 y 69 años.
- Cada dos años: conductores mayores de 70 años.
De esta manera, hasta los 45 años la validez del permiso era de diez años, para comenzar a reducirse en dos horquillas diferenciadas. Por el contrario en la actualidad solo hay una para conductores de edad más avanzada: cada cinco años para los mayores de 65 años y cada tres en el caso de los profesionales.
Y dado que ya se ha dejado claro que se acortarán los plazos y que podrían subdividirse en conductores de edad más avanzada, los plazos de antes de 2009 podrían volver a estar vigentes.
O bien servir de ejemplo para esta reforma que se espera para 2023 a más tardar, estando en las incluidas en la Estrategia de Seguridad Vial 2030 para entrar en vigor entre este 2022 y el año que viene.
Lo que se ha dejado claro es que se pretende hacer una distinción en este grupo para renovar el carnet, ya que, en general, no es lo mismo conducir con 65 años que con 90, pues a mayor edad las condiciones psicofísicas van mermando.
¿Y qué hay del psicotécnico? También se ha señalado que se pretenden endurecer las pruebas psicofísicas y adecuarlas a conductores más mayores ya que ahora son homogéneas: es decir, iguales para cualquier automovilista independientemente de la edad.
Este examen que se ha de pasar para renovar el carnet evalúa aspectos como las capacidades visuales y auditivas, así como de coordinación o reflejos, además de un análisis médico general. No obstante, tiene fama de ser bastante laxo: a menos de que el resultado sea escandalosamente negativo, lo habitual es pasarlo.
Así, lo postulaba por ejemplo un estudio de la Fundación Línea Directa, 'Mayores de 65 años al volante: ¿peligro real o mito social?': el 98 % de los conductores afirmaban no haber suspendido nunca un examen psicotécnico.
Aunque la DGT parece estar dando más peso a los plazos de renovación, al menos en las píldoras que van dejando en esta reforma. Lo que es evidente es que el psicotécnico también debiera adecuarse por grupo de edad.
O incluso se podría requerir un informe médico ya, que se tiende a ocultar posibles enfermedades o la toma de medicación que puede afectar a la conducción.
Los mayores son los que más fallecen en accidentes. Si bien España tiene una población envejecida, el mayor grueso de los fallecidos en accidentes de tráfico tienen más de 65 años: en 2021 se registraron un total de 349 muertes en este grupo de edad, aglutinando el 23 % de los fallecidos.
En estas negras cifras se incluyen tanto conductores como peatones, pero en este balance de siniestralidad se refleja que 160 conductores mayores de 65 años fallecieron el año pasado, siendo más que los peatones de esta franja de edad (144), aunque están bastante a la par.
Sin embargo, la cifra es notable si te tiene en cuenta que, según un informe de Fesvial que data de 2020, estos conductores representan en torno a un 16 % del censo total.
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Por otro lado, la DGT sacó a relucir el año pasado el término 'viejennials', en postulando en base a un estudio que los mayores de 65 años, pese a que son más prudentes, tienen mucha más probabilidad de saltarse un Stop o cometer infracciones en un cruce, siendo puntos viales especialmente peligrosos.