Lavar el coche es importante porque nos ayuda a mantenerlo en el mejor estado posible y prevenir desgastes prematuros. Siempre es buen momento para limpiar el coche. Invertir un tiempo en dejar reluciente nuestro vehículo es un proceso laborioso no todo lo fácil que nos gustaría, pero una vez acabado bien merece el tiempo invertido, pero para mejorar el acabado y prolongar el buen estado general de la pintura siempre es mejor encerar el coche.
Este proceso lo puedes realizar tú mismo dedicando posiblemente menos rato del que imaginas, ahorrando un puñado de euros por hacerlo por nuestros propios medios y con una sensación de coche limpio que nos reportará una extraña satisfacción. Vamos a recopilar los pasos necesarios para hacerle un encerado a mano al coche.
El encerado a mano es posible, y no es ni caro ni difícil
Antes de meternos en faena, el paso previo antes de emprender cualquier labor es encontrar el lugar adecuado. No todo el mundo tiene un garaje o una parcela para echarle horas al coche, así que lo primero de todo será localizar una buena estación de lavado y que, a poder ser, esté cerca de un sitio resguardado, seco y donde no incida el sol de manera directa.
La luz solar nos complicará la operación, ya que secará prematuramente los productos y el exceso de luz nos impedirá ver correctamente cómo va el trabajo que estamos realizando. Por eso, una vez con el coche bien limpio haciendo hincapié en las zonas más sucias como los arcos de las ruedas, paragolpes y taloneras, pasaremos a secar con toallas de microfibra toda la carrocería para que no queden manchas de cal, jabón ni tampoco humedad que complique el proceso.
Lo siguiente es sacar el arsenal de encerado que tendremos que haber comprado previamente, por supuesto. Pulimento y cera específicos para pintura de coches y muchos paños de microfibra. Cuantos más, mejor. Por menos de 60 euros podemos tener todo el material necesario.
Sobre un paño iremos aplicando pequeñas cantidades de pulimento a la carrocería. Tenemos que crear una capa más o menos homogénea sobre la pintura y dejar que ésta absorba la humedad de la pasta al tiempo que frotamos en círculos con el paño o con una esponja específica, y retirando el sobrante con otro paño. En este proceso los microarañazos de la carrocería se suavizan mediante la fricción de las partículas del pulimento.
Lo ideal es ir realizando el trabajo por zonas limitadas, acotando las piezas de la carrocería y dividiéndolas en piezas más pequeñas si es necesario para realizar un trabajo lo más homogéneo y manejable posible.
Una vez hemos aplicado el pulimento a la carrocería el siguiente paso será el encerado. Aquí repetiremos más o menos el mismo procedimiento, tomando un paño limpio tendremos que aplicar el producto de manera cuidadosa, en pequeñas cantidades repartidas de forma que facilitemos la asimilación de la cera por parte de la pintura.
Dejando entre 10 y 15 minutos entre capas, la cera ya debería haber hecho su trabajo, momento en el que tocaría volver a limpiar las zonas en las que lo hayamos aplicado con otro paño limpio. De la misma forma que antes, la aplicación, secado y limpieza es mejor hacerla por zonas para controlar los tiempos de secado.
El proceso total no debería habernos llevado más de media mañana, pero los resultados seguro que son más que satisfactorios. No vamos a estrenar coche, pero seguro que su aspecto ha ganado muchos enteros, además de haber prolongado el buen estado general del coche.
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