No creemos que el sucesor del Laguna se siga llamando Renault Laguna, más que nada porque esa denominación es demasiado pronunciable para lo que estila Renault últimamente y porque la marca del rombo nos ha prometido "una nueva berlina del segmento D", no "un nuevo Laguna", que conoceremos en unos días. Tampoco parece probable que los responsables de Renault quieran alargar la letanía asociada a un modelo que en el pasado dio no pocos problemas de fiabilidad.
En cuanto al nuevo miembro, que vemos sobre estas líneas en una imagen que capturamos días atrás en los alrededores de París, hablamos de una berlina lo más al uso posible. No pensemos en revoluciones made by Renault como ocurrió con la muerte del monovolumen y reencarnación en ese crossover llamado Espace que probamos hace un par de meses, porque no las va a haber.
Tres cuerpos, un plus de calidad percibida y más equipamiento todavía serán las bazas con las que cuente el nuevo D de Renault, se llame como se llame. La nueva berlina, que nacerá con vocación internacional incluyendo el primer mercado del mundo —China, donde el segmento D todavía se justifica por sí solo— tendrá en común varios elementos con el Espace, empezando por su plataforma CMF, siguiendo con sus motorizaciones y seguramente acabando por la transmisión, la dirección y la suspensión. Saldremos de dudas en cuestión de días.
En Motorpasión | Renault Espace 2015, probamos este crossover mezcla de monovolumen y SUV