Probamos el Volvo EX30: más allá de por ser un fantástico coche eléctrico, me ha convencido por diseño, calidad y precio

El Volvo EX30 es el nuevo SUV de carácter urbano que la marca sueca ha lanzado al mercado a finales del año pasado. Su objetivo es conquistar el segmento del coche eléctrico con una propuesta que nos ha gustado por estilo, calidad percibida y mecánicas. Te contamos todo sobre él tras haberlo conducido.

A finales de 2023 se comenzaron a entregar las primeras unidades del Volvo EX30, un modelo que está llamado a abrir una nueva era en la marca sueca. Con él llegaba el primer Volvo desarrollado para ser únicamente un modelo eléctrico, pero no el primer coche eléctrico de Volvo, ya que ese fue el XC40 que tuvo una versión eléctrica complementaria a las de combustión.

Desde el primer momento, el éxito de este pequeño modelo fue muy notable, como demuestra el hecho de que la propia Volvo España tuviese a cierre del año pasado ya 2.000 pedidos en firme del coche sin que este hubieses llegado todavía a los concesionarios, o el hecho de que además de en China, vayan a producirlo también en Bélgica para poder cumplir con la demanda, especialmente en Europa.

El Volvo más pequeño por fuera

Se trata de un coche que mide 4,23 metros de largo, 1,84 de ancho y 1,55 de alto. Es por tanto un coche casi 20 centímetros más corto que el siguiente Volvo en la lista, el pequeño SUV XC40.

Su diseño exterior está marcado por unas formas robustas y frescas, con un frontal definido por las ópticas muy afiladas, con forma de martillo Thor y una parrilla completamente cerrada pintada en el mismo color de la carrocería, con el logotipo Volvo bien visible en el centro.

Las ruedas, que pueden ser de 18, 19 o 20 pulgadas según versión o nivel de equipamiento elegido, van situadas muy cerca de los extremos de la carrocería del coche, dando lugar a unos voladizos muy cortos con pasos de rueda muy marcados.

La parte posterior está marcada por un pilar C muy robusto, en el que el logotipo EX30 está presente en la parte superior. Da paso a una trasera de formas muy compactas, en la que encontramos diferentes grupos ópticos.

A los lados de la luneta posterior, muy baja y cerrada por un alerón de considerables dimensiones, hay unas luces de forma vertical que delimitan los vértices del coche.

Justo debajo y con disposición horizontal, otro grupo de luces abraza la tapa del maletero donde las letras Volvo están bien presentes.

Hay cinco colores disponibles para la carrocería, siempre con el techo y los pilares en color negro. Estos son Moss Yellow, Cloud Blue, Vapour Grey, Onyx Black y Cristal White, todos ellos inspirados en los paisajes y texturas escandinavos.

Interior limpio y minimalista

Como no podía ser de otra forma, el interior del Volvo EX30 es limpio y minimalista, con un diseño muy personal, innovador y al mismo tiempo facilmente identificable como un Volvo.

Encontramos un salpicadero muy limpio, carente de botones físicos y forrado en tela que transmite mucha calidad. Hay una barra de sonido en la parte frontal, firmada por Harman Kardon, la cual sustituye a los altavoces convencionales que desaparecen dejando espacio para unas puertas muy limpias y livianas.

Todas las salidas de aireación son verticales y mezclan partes acristaladas con una sutil iluminación interior, que hace que el ambiente dentro sea muy acogedor. Hay muchos huecos para dejar objetos tanto en las puertas como en la consola central que separa ambos asientos.

Destaca el hecho de que todos los mandos que normalmente están situados en las puertas, como los botones de apertura y cierre de ventanillas, se han integrado en el módulo central. El punto negativo de estos es que, como ocurre en los Volkswagen ID, para abrir las ventanillas posteriores hay que pulsar primero un botón que las habilita y a continuación desde los únicos botones disponibles, se pueden bajar y subir.

La única fuente de información es una pantalla de disposición vertical situada en el centro del salpicadero, la cual es bastante grande con sus 12,3 pulgadas. Es una pantalla que en su menú principal se divide en diferentes secciones, dejando en la superior derecha la información que el conductor consulta de forma más habitual, como velocidad o autonomía de la batería.

Su funcionamiento es fluido y rápido, ya que cuenta con sistema Android Automotive. Permite por tanto descargar algunas aplicaciones bastante comunes, conectar teléfonos Android de forma inalambrica, pero por el momento no se puede usar Apple Car Play sin cable, aunque esto se solucionará a finales de este año con una actualización.

La climatización integrada en pantalla, o el hecho de que haya que utilizar esta para modificar la posición de los espejos retrovisores exteriores, no me termina de convencer.

Hay tres niveles de equipamiento: Core, Plus y Ultra. Desde el más bajo creo que el nivel de equipamiento es muy alto, con elementos como cámara de visión trasera con sensores de aparcamiento, control de velocidad, alerta por cambio involuntario de carril y otros.

El volante no es redondo, tiene unas formas achatadas arriba, abajo y en los laterales, y los botones son táctiles en lugar de físicos. En general el tacto y la percepción del coche es muy buena, con una calidad de materiales y aspecto de los mismos realmente conseguida (y original) para un coche de su tamaño.

Las plazas tanto delanteras como traseras son bastante amplias para el tamaño exterior del coche. Las delanteras son especialmente anchas por la forma de las puertas, que tienen unos paneles interiores muy limpios y carentes de elementos que resten espacio a lo ancho al vehículo.

El maletero posterior por su parte es de 318 litros de capacidad, mientras que en la parte delantera tenemos un compartimento Frunk con 7 litros de tamaño, suficiente para dejar el cable de carga.

Tres configuraciones mecánicas

Hay disponibles tres configuraciones del Volvo EX30, dos con un único motor trasero y una potencia de 272 CV y otra con dos motores y una potencia de 428 CV.

También hay dos niveles de batería, una de 51 kWh para la versión básica y dos con 69 kWh para la versión Extended Range y la Twin Motor con doble motor.

Así es como queda configurada la gama Volvo EX30:

Al volante del Volvo EX30

Durante la jornada que Volvo organizó con la prensa especializada en España para poder tener una primera toma de contacto con su nuevo modelo, pudimos conducir el EX30 de nivel intermedio, equipado con único motor en posición trasera.

Los primeros kilómetros los hicimos circulando por el centro de Madrid, en tramo urbano, y ahí el coche como suele ocurrir en los eléctricos, es muy agradable de manejar.

Has de adaptarte a los mandos minimalistas que tiene en su interior, en los que por ejemplo los botones para activar limpiaparabrisas delantero y trasero quedan integrados en el extremo del brazo izquierdo que sale de la columna de dirección, pero una vez que te has hecho con ellos, es sencillo manejarlos.

El coche es súper confortable y silencioso entre el tráfico urbano, y gracias a su par instantáneo y a la potencia, que bajo mi punto de vista con 272 CV es más que suficiente para cualquier usuario, se mueve con mucha soltura entre semáforos y entre coches.

Acelera con contundencia, y llegas a montar un ligero deslizamiento de las ruedas posteriores si pisas a fondo el acelerador desde parado o a la salida de los giros más pronunciados. Me gustó especialmente el tacto del pedal de freno, que es bastante modulable y no se percibe muy asistido cuando lo usas con intensidad.

Además, se puede configurar un modo "one pedal" en el que al soltar el acelerador retiene más y llegas incluso a poder detener el vehículo por completo sin tener que pisar el pedal de freno.

Saliendo a carretera, el Volvo EX30 es capaz de ganar velocidad con rapidez suficiente y mantener velocidad de crucero sin problema. Como todos los Volvo, está limitado a 180 km/h de velocidad máxima, pero eso no supone problema en nuestro país.

Pese a su reducido tamaño se siente bien asentado sobre la carretera. El tarado de suspensiones es bueno para quienes busquen confort de marcha, aunque en situaciones de tramos de curvas con apoyos pronunciados, la carrocería balancea y se inclina más de lo esperado.

El tacto de la dirección, pese a que se siente algo filtrada, es bueno. En general creo que es un coche que ofrece un confort de marcha superior al habitual en modelos de combustión tradicionales de su mismo tamaño.

Aunque una toma de contacto no es el mejor escenario para analizar consumos, ya que para eso hay que hacer un recorrido más largo mezclando diferentes tipos de situaciones, lo cierto es que los consumos que indicaba el ordenador de abordo me parecieron muy ajustados. En todo caso bajaba de 20 kWh/100 km, pese a que le dimos un uso más intensivo del que suele hacer un usuario habitual.

Conclusiones y precio del Volvo EX30

Además durante estos meses, la versión intermedia Single Motor Extended Range tiene disponible una campaña de 5.000 euros que iguala su precio al de la versión básica, haciendo de esta una opción muy interesante.

Estos precios no incluyen las posibles ayudas del Plan Moves, por lo que el precio del Volvo EX30 aplicando los máximos niveles de estas podría quedarse ligeramente por encima de los 30.000 euros.

Con todo esto, tras haberlo probado, creo que el Volvo EX30 llega para hacerse con un hueco importante entre los coches eléctricos de su tamaño, y también para ocupar un sitio preferente en la gama del fabricante sueco. Es un coche con un diseño atractivo, con un interior muy bien resuelto y en general con un nivel de calidad percibida muy superior al precio que hay que pagar por él. Si a eso unimos que se convierte en el modelo de acceso a la familia Volvo, el éxito está asegurado.

Me atrevo a decir que será sin duda uno de los coches eléctricos de su tamaño más habituales por las calles, porque argumentos no le faltan para convencer al público.