Lanzado al mercado en 2005, el pequeño Toyota Aygo comenzó su andadura en el segmento A compitiendo contra nueve rivales. A estas alturas de la película el número de competidores asciende a una veintena, así que Toyota ha decidido dar una vuelta de tuerca a su urbano añadiendo un factor emocional a un modelo de por sí racional, para atraer también a clientes más jóvenes.
Para ello la marca nipona ha centrado sus esfuerzos en conseguir un producto diferenciado, con un diseño atractivo y moderno, pero que conserva los valores de los que siempre ha hecho gala, como su maniobrabilidad o su eficiencia. Llegará al mercado en noviembre con un precio base de 9.000 euros (que contempla ya el futuro plan PIVE 6).
La estrategia comercial de este nuevo modelo, que se fabrica en República Checa y se ofrecerá en carrocerías de tres y cinco puertas, se basa precisamente en las posibilidades de personalización que ofrece la gama: llamativos colores de carrocería, molduras en contraste, paquetes estéticos exteriores e interiores, ediciones especiales, nueve opciones de llantas, etc...
En un segmento en el que la mitad de las ventas en España corresponden al mercado de particulares, Toyota pretende comercializar unas 1.300 unidades del Aygo en 2015. Además, la marca insiste en que cada año añadirá nuevas opciones de personalización a la oferta, permitiendo así que el cliente pueda incluso variar el aspecto de su vehículo pasados unos meses o años desde su adquisición.
Frente a sus hermanos franceses de PSA, el Citroën C1 y el Peugeot 108, que han sido desarrollados de forma conjunta, Toyota asegura que el principal valor del Aygo es precisamente su diseño y las posibilidades que ofrece. Además de la plataforma, el japonés comparte poco con sus hermanos: parabrisas, puertas delanteras, estructura de los asientos y poco más.
Diseño diferenciador
La principal seña de identidad de este nuevo Toyota Aygo es su frontal. Ahora luce una "máscara" frontal en forma de X, que se puede elegir en diversos colores, y que aporta personalidad al modelo frente a la competencia. Sirve también para diferenciar al modelo de sus hermanos franceses, que probablemente sean más baratos pero no tan "chic". Según la marca, el diseño denominado J-Playful está inspirado en la cultura juvenil japonesa.
En lo que a dimensiones se refiere, el Aygo ha crecido ligeramente. Ahora tiene una longitud de 3,45 metros (25 milímetros extra), se ha aumentado el ancho de vías en 8 milímetros y se ha reducido la altura del vehículo en 5 milímetros, aunque aumentando el espacio libre al techo en el interior en 7 milímetros. La batalla de 2,34 metros, se mantiene, mientras que el espacio para el maletero aumenta en 29 litros, hasta un total de 168 litros.
A pesar de las muchas opciones que ofrece, Toyota ha diseñado una gama muy sencilla, con dos únicos acabados (x y x-play), aunque se ofrecerán también dos ediciones especiales (x-cite y x-clusiv, sólo para la versión de cinco puertas) que en principio no estarán limitadas únicamente al lanzamiento, así como dos paquetes estéticos exteriores y dos interiores.
La gama comienza en el acabado x, que incluye ya luces LED de marcha diurna, seis airbags, asistente de arranque en pendiente, anclajes Isofix, dirección asistida eléctrica, equipo de sonido con conexiones auxiliar y USB, etc... El acabado superior o x-Play, suma faros antiniebla, llantas de 15 pulgadas, climatizador manual, cierre centralizado y el sistema multimedia x-Touch, que incorpora cámara de marcha atrás.
Para el cliente que busque una personalización mayor, se ofrecen dos paquetes exteriores: x-mask (permite cambiar el color de la X frontal y de la moldura del paragolpes trasero) y x-line (añade adhesivos de color en taloneras y zona inferior de los paragolpes), así como dos paquetes interiores con los que se incluyen molduras de color en rejillas de ventilación, consola, cuadro de mandos, etc...
Por último, las ediciones especiales se denominan x-cite y x-clusiv. La primera cuenta en exclusiva con un llamativo color naranja junto a detalles en negro brillante, así como llantas específicas de 15 pulgadas y radios dobles, mientras que la segunda es quizá la más discreta, con un color negro para la carrocería y detalles (incluída la X frontal) en color plata satinado.
Un motor, dos transmisiones
La oferta mecánica para el Aygo cuenta con una única opción, un 1.0 VVT-i tricilíndrico de 69 CV, que se ofrece o bien con un cambio manual de cinco velocidades o, de forma opcional, con una transmisión manual robotizada denominada x-shift. Entre sus principales bazas, su eficiencia, ya que se ha trabajado en reducir fricciones, optimizar la combustión (nueva relación de compresión de 11.5:1) y el sistema de escape, y mejorar también la lubricación.
Con 69 CV a 6.000 RPM y 95 Nm a 4.300 vueltas, el Aygo 2014 acelera de 0 a 100 km/h en 14,2 segundos y alcanza los 160 km/h. En lo que a consumo se refiere, homologa 4,1 litros a los cien kilómetros (95 g/km de CO2), en parte gracias también a su contenido peso, que ronda los 900 kilogramos, y a una mejorada aerodinámica.
En otros mercados existe una variante Eco que reduce el consumo hasta los 3,8 litros gracias al Start/Stop, a cambios en la aerodinámica y a unas 4ª y 5ª marchas más largas, aunque no se comercializará en España, al menos por ahora.
Primer contacto
Este nuevo Aygo no sólo cambia estéticamente. También hay mucho trabajo en "lo que no se ve", como en la suspensión (nuevos ajustes y elementos, como la barra de torsión trasera), en la carrocería (reforzada gracias a más puntos de soldadura, que aportan rigidez) o en materia de reducción de ruido y vibraciones. En la práctica, ofrece un comfort de marcha muy adecuado para un uso urbano.
Toyota asegura que cambiando el ángulo de la columna de dirección y situando los asientos de forma diferente, facilita que el conductor encuentre una postura de conducción adecuada a sus gustos. La dirección es ajustable en altura, aunque el recorrido no es mucho, pero no lo es en profundidad, asi que tendremos que mover el asiento longitudinalmente para encontrar la distancia adecuada al volante (y a los pedales, claro).
El espacio interior tanto para los ocupantes delanteros como para los traseros es adecuado, aunque si los de delante son muy altos, los de atrás irán ajustados en lo que a espacio para piernas se refiere. Además, las ventanillas traseras no se pueden bajar, son únicamente abatibles. El maletero, por su parte, es pequeño, aunque más grande que antes y con una boca de acceso mayor.
Normalmente los motores de tres cilindros producen vibraciones no deseadas, pero no es el caso. El Aygo no parece esconder un tres cilindros salvo cuando pisamos con ganas el pedal del acelerador, momento en el que su sonido le delata. Aún así, la marca ha trabajado en conseguir un sonido más grave y atractivo, afinando el escape, y el resultado es un sonido muy salado.
Si la maniobrabilidad, como hemos dicho, era uno de los puntos fuertes de su predecesor, el nuevo Aygo no se queda atrás. Una dirección relativamente blanda, un peso bajo y unas dimensiones contenidas dan como resultado un coche ágil y agradable de llevar por ciudad, que se mueve como pez en el agua. Además, se aparca con mucha facilidad si equipa la cámara de visión trasera.
El motor de 69 CV no destaca por su ímpetu, aunque lo cierto es que permite obtener unos consumos bastante buenos, cercanos a lo homologado si los buscamos, y no demasiado lejos de esa cifra aún conduciendo de forma despreocupada. En un recorrido de unos 80 kilómetros, con vías rápidas, secundarias y algo de ciudad (que penalizó durante los últimos kilómeros la media del ordenador de a bordo, que era inferior a los 5 litros), obtuvimos un consumo de 5,2 litros a los cien kilómetros. Eso sí, en versión con Start/Stop.
Quizá el tacto del embrague es un punto a mejorar, puesto que resulta blando y tiene un recorrido muy corto, que nos obliga a hacernos a él si queremos emprender la marcha con suavidad. Al comentar este aspecto con el ingeniero jefe del modelo, salió a relucir que se trata de un embrague por cable y no hidráulico, y es por ello por lo que no ofrece apenas resistencia.
Durante unos pocos kilómetros pudimos probar también la transmisión manual robotizada, que resulta ideal para quien conduzca por ciudad y no quiera recurrir constantemente a la palanca de cambios. No obstante, resulta algo lenta en las transiciones entre marchas. Sobre consumo no podemos ni siquiera dar datos orientativos, puesto que lo condujimos muy poco tiempo.
Entre el equipamiento disponible destaca el nuevo sistema multimedia X-Touch, formado por una pantalla táctil de 7 pulgadas desde la que controlar desde el equipo de música hasta el navegador (si lo equipa, ya que es opcional). Con este sistema X-Touch se incorpora de serie la cámara de visión trasera y la funcionalidad Mirror Link, que permite replicar la pantalla de nuestro smartphone en la del vehículo y hacer uso de determinadas aplicaciones (navegación, redes sociales, etc...).
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
Fotografía | Javier Álvarez