SsangYong Tivoli, el pequeño SUV a prueba

Nota de Motorpasión

SsangYong es la marca de coches surcoreana más antigua, cuenta con 61 años de experiencia en la fabricación de todoterrenos y SUV's. Ahora entra en el segmento B-SUV con el Tivoli, un todocamino de 4,2 metros de largo, equipado, amplio y con un precio ajustado. Ya os presentamos el SsangYong Tivoli hace unos días así que no me voy repetir y te voy a contar lo que no te conté en su día (que lo tienes todo aquí).

Para empezar SsangYong pretende vender entre 2.000 y 3.000 Tivoli al año en España, pero año completo porque el modelo se lanza ahora sólo con motor de gasolina y hasta finales de agosto no llegarán el diésel, los 4x4 y los automáticos. El segmento del Tivoli tiene un ratio de ventas gasolina-diésel es del 36% gasolina y 64% diésel. Se vende sólo un 16% de automáticos y el 93% son 4x2.

Pero estos dos últimos datos hay que cogerlos con pinzas, porque no hay muchas opciones de cambio automático y los dos modelos más vendidos del segmento (Renault Captur y Peugeot 2008) no tienen versiones 4x4, por lo que falsean los porcentajes. El Tivoli tendrá de todo, 4x2, 4x4, manual, automático, gasolina, diésel, colores, tapicerías... Por oferta no será.

Tras cinco prototipos y cuatro años de desarrollo tenemos el todocamino pequeño de SsangYong listo y por tamaño se posiciona en mitad del segmento, mientras que por aptitudes off-road no es el mejor pero sí es de los que más tiran para el monte dentro de la brutal asfaltización que están experimentando los SUV.

Interior del Tivoli

El Tivoli destaca por el aprovechamiento del espacio interior, es el que tiene unas plazas delanteras con más altura libre y espacio para las piernas de su categoría, siendo segundo en anchura para los hombros. En las plazas traseras es el que más anchura tiene a la altura de los hombros, el segundo en espacio para las piernas en estas plazas y el que tiene el respaldo trasero más inclinado: 27,5º. ¡Ah! y el túnel de transmisión ni llega a los 5 centímetros de altura.

¿Y maletero? Pues no creas que se ha sacrificado, tiene 423 litros de capacidad, el mejor de su categoría. Es muy ancho aunque los pasos de rueda restan algo de espacio en la parte baja y tiene un doble fondo para crear una superficie plana al abatir el respaldo del asiento trasero (40:60). Eso sí, la cortinilla enrollable que cubre la carga es opcional y viene en un paquete junto con una rueda de repuesto de galleta por un precio de 200 euros.

El truco para conseguir estas cotas tan amplias en todas las plazas y además un buen maletero no es otro que diseñar el vehículo desde cero, es decir, no se trata de un urbano estirado y alargado para crear un SUV. El Tivoli se ha diseñado directamente para ser lo que es y no hay condicionantes derivados de reutilizar una plataforma ya existente.

Mucho equipamiento desde las versiones más básicas, opciones varias de personalización y cosas que ya vimos en su momento. Pero hay que añadir que el Tivoli tiene siete airbags incluido uno de rodilla para el conductor, algo que escasea incluso en el segmento superior. Y en cuanto a la garantía SsangYong ofrece cinco años con un límite de kilometraje de 100.000 km, más años que la mayoría.

Prueba de conducción del SsangYong Tivoli

Antes de arrancar tocan las comprobaciones previas que hacemos los probadores y que, cualquiera de fuera de este mundillo que nos vea, dirá que estamos un poco locos. Toqueteos por todos lados, ajuste del puesto de conducción, comprobación de espacio de las plazas traseras, maletero, capó, botoncitos, etc.

La conclusión inicial es que de verdad es amplio en todas sus plazas (mido 1,85 y soy corpulento), que la inclinación del respaldo trasero puede ser una ventaja pero no para mí que me gusta llevar la espalda erguida, que hay modelos más grandes con un maletero más pequeño y que la calidad general percibida (a la vista y al tacto) está un paso por delante del Korando (que ya era mejor que en los SsangYong anteriores).

Ahora sí, ahora nos ponemos en marcha con un gasolina de tracción delantera y cambio manual, más que nada porque de momento no hay otra opción. Pero sí conduje dos unidades con diferente equipamiento, Limited y Premium. Además del mayor equipamiento del Premium éste cuenta con llantas de 18 pulgadas de diámetro y el Limited de 16. Se nota más seco en los baches con la llanta grande, la ventaja del perfil bajo y su menor flaneo no llegué a apreciarla en conducción normal-ágil.

Los comentarios generales sobre el motor apuntan a que le falta chicha, pero no estoy de acuerdo y creo que se nos está olvidando conducir con motores de gasolina atmosféricos. Aunque bien es cierto que estos han mejorado en bajos y perdido en altos, pero no podemos pretender ir con su mega-sexta engranada a 120, pisar a fondo y que nos deje pegados al asiento.

No es un coche rápido pero se mueve con agilidad. A bajas revoluciones tiene un empuje mejor que el de muchos diésel cuando todavía su turbo está durmiendo. En ciudad es un coche muy fácil porque sale muy bien desde parado, tiene buena visibilidad y unas cotas reducidas y que se controlan bien. La única salvedad es un cambio mejor que el del Korando pero que necesita su tiempo para pasar a segunda sin morder un poco.

La carrocería balancea poco y sólo rodando a alta velocidad apreciamos que la trasera se hace un poco saltarina. Tampoco es duro de suspensión y resulta cómodo (más con llanta 16) y en carretera para ser un gasolina pequeño el motor no suena mucho (ayudado por una sexta muy larga que baja mucho el régimen del motor).

Cuando subimos de vueltas el motor el empuje es suave pero continuo, con un punto dulce donde empuja más pero que en sexta no podremos disfrutarlo manteniendo la legalidad porque sería, espera que haga la cuenta... sí, sobre los 160 km/h. Por cierto, puedes variar la dureza de la dirección y, como todo, va en gustos pero yo me quedo para todo con el modo Sport, el más firme.

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