Cada vez quedan menos deportivos relativamente analógicos donde lo que cuentan son las sensaciones. El SEAT León CUPRA R es uno de esas rara avis con las que los fabricantes nos dicen que todavía hay esperanza para quien le gusta conducir. Con 310 CV, un autoblocante y un cambio manual, nos ponemos al volante del León CUPRA R para decir adiós al León. En 2019, habrá nueva generación.
Los fabricantes que tengan un modelo deportivo en su catálogo, actualmente lo tienen complicado para vender su producto. En esta era de ruido de internet, parece que lo único que cuenta es la aceleración de 0 a 100 km/h; se ha convertido en la única vara de medir de los deportivos. Si bien es un dato objetivo que permite comparar sobre el papel varios modelos, en realidad no es muy representativo de lo que es un deportivo, especialmente cuando hablamos de automóviles relativamente asequibles, como un compacto, y no de supercoches que superan los 100.000 euros.
No cabe duda que una buena ficha técnica, con potencias que rondan los 300 CV y un 0 a 100 km/h en menos de 6 segundos, ayuda a vender. Lo mismo ocurre con un récord de vuelta al Nürburgring. Sí, son datos que aseguran titulares a la marca justo cuando lanza el coche al mercado. Pero las cifras no lo son todo. De hecho, en la vida real, cuentan más las sensaciones que uno pueda experimentar al volante.
Me dirás que el 0 a 100 km/h también se experimenta, pero sinceramente cuántas veces podemos hacer un 0 a 100 en condiciones en la vida real. Muy pocas. Y sin embargo, basta con salir y conducir por un tramo secundario para entender lo importante qué son las sensaciones que puede brindar un deportivo. Cómo tomará las curvas (agilidad, aplomo, estable o juguetón, etc), cómo reaccionará a tus órdenes (dirección, dosificación de la frenada) y si te sacará una pequeña sonrisa cada vez que lo enciendas.
SEAT es una marca que ha sabido hacerlo muy bien en este aspecto con su modelo deportivo, el León Cupra. Supo conquistar el mercado de los compactos deportivos (más de 12.000 unidades al año vendidas) con hechos, con sensaciones y no únicamente con una ficha técnica y un récord de vuelta al Nordschleife (un tiempo de todos modos irrepetible para la mayoría de los mortales).
Todo esto sirve para explicar el porqué del León Cupra R. Este coche es un homenaje a todos los que apuestan por las sensaciones al volante, a todos los que no necesitan fardar de 0 a 100 cada poco tiempo, a todos los que simplemente les gusta conducir. Sí, no tiene una potencia descomunal y su kit carrocería es hasta discreto si lo comparamos con los exuberantes Honda Civic Type R o Ford Focus RS. Pero es que el Cupra R es mucho más que todo eso.
Salvemos los cambios manuales
De las 799 unidades del León CUPRA R que fabrica SEAT, hay 300 unidades equipadas con un cambio DSG y 499 unidades con el cambio manual de 6 relaciones. En las unidades equipadas con cambio manual, el 4 cilindros 2.0 litros turbo sube hasta los 310 CV, mientras que en las versiones con cambio DSG, el motor se mantiene en 300 CV.
Además, cabe destacar que ahora la potencia máxima se entrega desde 5.800 hasta 6.500 rpm, mientras que los 380 Nm de par motor llegan desde las 1.800 rpm hasta las 5.700 rpm. De ahí que en el 80 a 120 km/h en 4ª, el Cupra R se marque un impresionante tiempo de 3,8 segundos. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h y el 0 a 100 km/h, lo cubre en 5,8 segundos.
Si bien hay diferencias en la potencia, todas las unidades del CUPRA R, independientemente del cambio que equipen, cuentan con un diferencial autoblocante controlado electrónicamente. Es el signo inequívoco que este CUPRA R va en serio, no es una de esas series limitadas con tres pegatinas que los fabricantes se sacan de la manga para vender stock sobrante. No, este CURPA R es una auténtica joya y una maravilla para todo aquel que le gusta conducir.
Las modificaciones exteriores, especialmente con las aletas ensanchadas traseras y los elementos en fibra de carbono (spoiler delantero, faldones, difusor trasero y alerón), le dan el toque deportivo que le falta al CUPRA de serie, pero sin llegar a ser tan extrovertido (algunos dirán incluso extravagante) como el Honda Civic Type R. Pero las modificaciones que realmente importan son las que no se ven.
Además del diferencial autoblocante mecánico controlado por ordenador, el León CUPRA R equipa llantas de 19 pulgadas (con gomas Michelin Sport Cup 2), vías ensanchadas en 2 cm, amortiguación más firme en modo Cupra (dispone de suspensión adaptativa), mayor ángulo de caída negativo (pasa de -1,3º a -2º)y discos de frenos más grandes (370 mm delante y 340 mm detrás) con pinzas Brembo.
Es conducir el SEAT León CUPRA R y no querer bajarte del coche
El León Cupra R va de sensaciones. Y nada más arrancar el coche, te lo hace saber vía los escapes y el trueno que producen al arrancar en frío. Esto promete. En los primeros metros ya percibes que el coche está como más tenso. Sin que sea incómodo, notas más las imperfecciones del asfalto y la dirección llega incluso a ser mínimamente comunicativa. De hecho, el tren delantero lee el asfalto y no hay que dudar en agarrar bien el volante porque cuanto más rápido vayamos, más tendencia a seguirlo tendrá. La consecuencia es que a ritmo elevado y en modo Cupra, es cuando más partido le sacamos a este coche.
La dirección ofrece una precisión en el guiado my superior a la de sus rivales y a la del resto de los León Cupra. El eje delantero no le tiene miedo a las curvas que se van cerrando a medida que entras en ellas, el coche va sobre raíles. El morro se agarra al firme y habría que ser un auténtico bruto para que el coche se saliese de su trayectoria. Con el ángulo de caída negativo -que tiene tendencia a enviar el coche hacia el interior de la curva-, el tren delantero se tira el vértice como un perro de caza sobre su presa. Y además apenas se percibe balanceo en la carrocería.
El autoblocante en modo Curpa permite extraerse de las curvas a la velocidad del rayo, siempre y cuando controlemos bien la dirección, recuerda que lee el asfalto y el autoblocante te empujará hacia donde miren las ruedas. Dicho así, para aquel que no haya llevado nunca un tracción delantera con autoblocante, no parecerá algo positivo. En la práctica equivale a mirar hacia el vértice de la siguiente curva y ya lo has pasado. A por el siguiente. Obedece a todas tus instrucciones; eres tú quien lleva el coche y no la inversa.
Todo ello acompañado con una agradable y natural banda sonora que proviene del motor y de los escapes. El manejo de la caja de cambios manual es una delicia. El recorrido es corto y preciso. No cabe duda, esto un deportivo de verdad.
Los frenos, por su parte, tiene también un tacto diferente al del resto de León Cupra. El mordiente de los discos de 370 mm y pinzas Brembo es muy bueno. Son muy potentes y muy fáciles de dosificar a la hora de efectuar una frenada regresiva. Y es que es el tipo de coche que puedes colocar en la entrada de la curva con los frenos sin que se vaya de morro. Además, parecen realmente inagotables. En esas condiciones enlazar curvas se vuelve muy fácil, gratificante y adictivo.
¿Y para el día a día? Lógicamente, no siempre vamos a conducir el Cupra R con el cuchillo entre los dientes. O con el modo Cupra encendido. En un uso normal, el Cupra R se comporta prácticamente igual que un León Cupra, ya sea de 290 o 300 CV. El confort es casi el mismo -todo es un poquito más duro en el Cupra R-, pero en el fondo es como llevar cualquier León Cupra. Incluso en ciudad no es un suplicio por la suavidad del cambio manual.
Equipamiento completo para este icono
En el habitáculo no habrá grandes diferencias con respecto a un León Cupra. Los asientos deportivos semi-baquets opcionales en los Cupra, son aquí de serie y cuentan con unas costuras de contraste de color cobre. Un color que volvemos a ver en los marcos de las bocas de ventilación, el marco de la consola central superior y en las costuras del volante de Alcantara. El cual, por cierto, como casi todos los volantes de Alcantara es de lo más resbaladizo pasados 10.000 km. Si no vas a usar a guantes para conducir -y en el día a día no lo vas a hacer- no hay nada como un volante de cuero.
El equipamiento de serie es bastante completo, pues cuenta con amortiguación adaptativa, los mencionados asientos semibaquets con tapicería mixta cuero y Alcantara, navegador, sistema audio Beats, llantas de 19 pulgadas y Performance Pack (con los Michelin Pilot Sport Cup 2). Por los 44.585 euros -con cambio manual- que cuesta, es lo mínimo que podía hacer SEAT. Por cierto, una de las pocas opciones es el color Gris Pirineos Mate de la unidad de prueba (2.580 euros). Los otros dos colores disponibles son el 'Negro Midnight' y el 'Gris Pirineos', ambos con acabado metalizado.
8
A favor
- Comportamiento dinámico
- Sonoridad escapes
- Motricidad
- Guiado cambio manual
En contra
- Precio
- Peso
Los detalles estéticos quizá no gusten a todo el mundo y los 45.000 euros de media que pide la marca por el coche pueden parecer excesivos. Pero el SEAT León Cupra R es una versión exclusiva, es una serie limitada y numerada. Estamos hablando el que es sencillamente el mejor deportivo compacto del mercado. Y tampoco hay que ver este Cupra R como una inversión (aunque las versiones con cambio manual aguantarán mejor su valor que las DSG) sino como una alegoría del placer de conducción y de la deportividad.
SEAT Leon CUPRA R (manual) | |
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Motor | Gasolina: 4 cilindros. 1.984 cc Inyección directa. 4 válvulas por cilindro. Sobrealimentación por turbo. |
Potencia máxima | 310 CV a 5.800-6.500 rpm |
Par máximo | 380 Nm de 1.800 a 5.700 rpm |
Transmisión | Tracción delantera. Cambio manual de 6 relaciones. Diferencial autoblocante pilotado electrónicamente. |
Dimensiones | Largo x ancho x alto (mm): 4.324 x 1.816 x 1.435 |
Batalla | 2.630 mm |
Maletero | 380 litros |
Peso | desde 1.453 kg |
Relación peso/potencia | 4,68 kg/CV |
0 a 100 km/h | 5,8 s |
80 a 120 km/h en 4ª | 3,8 s |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Consumo medio homologado | 7,3 l/100 km |
Consumo medio en prueba | 12 l/100 km |
El coche para esta prueba ha sido prestado por SEAT. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Daniel Murias