Peugeot RCZ R, toma de contacto

Desde que en el año 2010 Peugeot lanzara al mercado su coupé RCZ, la marca francesa ha comercializado en torno a 55.000 unidades en todo el mundo. No obstante, la gama necesitaba una variante de corte más deportivo, con más garra, y aquí es donde entra en acción el nuevo Peugeot RCZ R, que estará entre nosotros a principios de 2014 con un precio de partida de 39.900 euros.

Inspirado en cierta medida en la variante de competición del coupé francés, el Peugeot RCZ Racing Cup, el RCZ R es un coche renovado de los pies a la cabeza, y no es para menos, ya que se trata del Peugeot de calle más potente hasta la fecha. ¿Quieres conocerlo? ¡Vente con nosotros!

El Peugeot RCZ es un viejo conocido en Motorpasión, ya que lo hemos probado en prácticamente todas sus variantes (gasolina, diésel, manual, automático...) y tanto en tomas de contacto como en pruebas a fondo, pero nos faltaba una versión muy especial por conducir: el nuevo RCZ R.

El fabricante galo ha puesto mucho esfuerzo en crear una versión de su coupé lo suficientemente diferenciada del resto. El RCZ R no sólo trae cambios bajo la carrocería y bajo el capó, sino también a nivel estético y, sobre todo, en el habitáculo, donde se respira un aire diferente, más premium que en el modelo convencional.

Un felino más bravo

Toda versión deportiva que se precie suele darnos pistas a primera vista sobre su carácter racing, y este felino no iba a ser menos. Sigue siendo un modelo relativamente discreto, pero deja claro que no es un RCZ cualquiera.

Para empezar, la altura de la carrocería es 10 milímetros inferior a la de cualquier otro RCZ y las llantas bitono diamantado/negro mate de 19 pulgadas (ver foto) son exclusivas para éste, con neumáticos Goodyear Eagle F1 en medidas 235/40 R19. Las llantas esconden, además, un sistema de frenos más potente con pinzas de color rojo firmadas por Peugeot Sport.

A diferencia del resto de versiones del Peugeot RCZ, que equipan un alerón retráctil de serie, el R cuenta con un alerón trasero fijo que aumenta la carga aerodinámica. También es nuevo el difusor, que acoge dos salidas de escape cromadas, una a cada lado.

Los arcos de techo, en color negro mate, o los faros de xenón, que lucen un tratamiento de tintado "titanio", son algunos de los principales cambios. Además, hay varios detalles adicionales, como los distintivos R en el frontal, la zaga (ver foto) o las llantas (ver foto), y el distintivo Peugeot del frontal, de color rojo.

La marca francesa ofrece cuatro colores de carrocería para el RCZ R (rojo, negro, gris y blanco) y algunas opciones de personalización: adhesivos especiales (ver foto), techo de carbono en acabado brillante o satinado, carcasas de los retrovisores de color negro, etc...

Interior a la altura

Puede que el diseño general del RCZ R sea igual que el de cualquier otro RCZ, pero lo cierto es que hay muchos detalles que lo hacen único y materiales que aportan un toque de calidad que se hace necesario en versiones de este tipo.

Según abrimos la puerta nos llama la atención una moldura metálica en el umbral con la inscripción Peugeot Sport y el logo R (ver foto). Una vez dentro, miremos donde miremos encontramos superficies forradas en cuero (consola, salpicadero, molduras de las puertas, etc...), pero en esta versión las costuras en contraste son de color rojo (ver foto), también en el volante, y no hacen más que resaltar la calidad del conjunto.

Los asientos, de cuero y alcántara, tienen un diseño con unas formas peculiares (ver foto), pero resultan muy cómodos, agradables al tacto y sujetan todo lo bien que deberían. Las costuras son también de color rojo y el reposacabezas acoge una plaquita de aluminio con el logotipo "R", en cromo y rojo.

Un logotipo del mismo tipo, también metálico y con inscripción "Peugeot Sport" y "R" (ver foto), se ubica en el túnel central, cerca del tirador del freno de mano (que no es eléctrico, afortunadamente). Parece la típica placa de edición limitada donde encontramos el número de unidad, pero no es el caso. Aún así, es un detalle diferenciador y de calidad que nos ha gustado.

Si bien es cierto que las plazas delanteras son cómodas y suficientemente amplias, las traseras son más bien testimoniales. El espacio es muy limitado tanto para piernas como para la cabeza en el caso de un adulto (además el acceso no resulta cómodo), aunque para un uso puntual o para niños, sí nos sirven. A cambio, eso sí, el RCZ ofrece un maletero muy generoso de 384 litros, mucho más grande que el de un Audi TT, por ejemplo.

Cambios bajo su piel

El protagonista principal del RCZ R es su motor 1.6 THP de 270 CV, el motor 1.6 más potente del mercado y uno de los cuatro cilindros con más potencia específica (casi 170 CV/litro), sólo sobrepasado por bestias como el Mercedes-Benz A 45 AMG (180 CV/litro - ver foto) que hemos probado recientemente (parte 1 y 2).

Aunque el bloque 1.6 THP se mantiene, si bien reforzado, hay multitud de novedades: turbo específico más grande, nuevos colectores de escape, pistones forjados, bielas más resistentes firmadas por Mahle Motorsport, nuevos cojinetes, nuevo sistema de refrigeración, etc... Gracias a todo esto, se alcanza esa potencia de 270 CV a 6.000 RPM y un par máximo de 330 Nm entre 1.900 y 5.500 vueltas.

Si traducimos todas estas cifras a prestaciones, nos encontramos con que el RCZ R acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanza una velocidad máxima limitada de 250 km/h. Otros números interesantes son los 14,2 segundos que tarda en hacer el cuatro de milla o la recuperación de 80 a 120 km/h en última marcha (6ª): 6,8 segundos. Pese a todo esto, homologa un consumo de sólo 6,3 litros a los cien kilómetros.

Además de la potencia extra con respecto al 1.6 THP normal, el RCZ R tiene vías más anchas, mejores frenos (con discos de 380 milímetros delante), diferencial Torsen y una suspensión con una puesta a punto específica (14% más rígida delante y 44% más rígida detrás, diferentes caídas y convergencias, etc...).

Prueba dinámica

Desde que nos ponemos en marcha ya notamos una dirección que parece más pesada (aunque Peugeot dice no haberla cambiado), suspensión más dura, palanca de cambios más corta (la caja es manual de seis marchas), un sonido más bronco procedente del escape y un conjunto de sensaciones que nos invitan a comprobar hasta qué punto este RCZ R ofrece más que el resto de hermanos de gama. A pesar de la R de su nombre, no es una versión radical.

Aún con un tarado de muelles duro, el RCZ R no resulta especialmente incómodo para un uso cotidiano. El equilibrio entre comportamiento y comodidad está bien buscado. En Peugeot querían mejorar el chasis, conseguir más tracción y unas aptitudes más cercanas a las de la versión de carreras. Siguiendo la filosofía de que "no tiene sentido usar los frenos para ir más rápido", decidieron equipar un diferencial Torsen en lugar de uno electrónico que achicharrara los frenos.

El resultado es un coupé de 1.280 kilogramos que resulta muy rápido en línea recta y es capaz de transmitir toda su potencia al suelo a la salida de cada giro. Tracciona mucho mejor que muchos otros modelos de aspiraciones deportivas, precisamente por el buen hacer del diferencial mecánico, mucho más eficaz. El ESP, además, también se ha recalibrado para darnos algo más de margen.

En el RCZ R, la dirección se menea ligeramente cuando abrimos gas a fondo (especialmente si el terreno no es del todo regular), aunque eso no implica que el vehículo cambie de dirección, como sí ocurre en otros modelos de tracción delantera, en los que lo que los anglosajones llaman torque steer es más acusado. Vamos, que el eje delantero del R transmite bien la potencia al suelo y no genera cambios de trayectoria no deseados.

Si empezamos a afrontar zonas de curvas sale a relucir el buen trabajo realizado por Peugeot Sport. El RCZ R resulta fácil de llevar rápido, pero además ofrece cierta dosis de diversión. No permite jugar con la trasera como un deportivo de propulsión, pero la zaga sí nos ayuda en cierta medida a redondear las curvas e incluso podemos provocar un premeditado sobreviraje al ahuecar que seguro nos hará disfrutar de un buen tramo de curvas.

Durante unos 100 kilómetros de ruta conseguimos una media de consumo de ordenador de 10,6 litros a los cien kilómetros, aunque corresponde a un recorrido de montaña con tramos del mismísimo Rally de Montecarlo, con muchas curvas lentas, repechos, etc... Ya estamos deseando volver a conducir el RCZ R y poder aprovechar todo lo que ofrece durante más tiempo.

En definitiva, el RCZ R es un coche potente, rápido y de tacto deportivo, con un comportamiento satisfactorio que permite cierta diversión y llevar ritmos altos con unos consumos comedidos. Quizá no tenga la inmediatez de un Audi TTS de potencia similar, ni sus calidades, pero tampoco es tan caro como éste último (unos 16.000 euros más).

Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

En Motorpasión | "Peugeot RCZ 2013":https://www.motorpasion.com/deportivos/peugeot-rcz-2013

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