No me apetece empezar esta prueba del Nissan Juke Nismo RS hablando del coche, sino que hoy mi planteamiento ya de entrada va a sonar a algo diferente: ¿Para qué puedes querer llevar entre manos un Nissan Juke Nismo RS?
A partir de ahí, pongámonos en situación.
Ha sido un día duro. Tan duro, que hastiado de todo comienzas a hacer balance sobre lo que te ha llevado hasta aquí. Y observas dónde estás. Habitando un piso anodino vestido de muebles suecos que algún día fueron baratos y hoy ya ni eso, ocupando un nicho en una ciudad en la que nadie te mira a los ojos, por si acaso.
Eres uno más de ese absurdo amasijo de carne humana que se pudre día tras día entre toneladas de ladrillos y hormigón. Te cuesta mucho reconocerlo, pero esto no era lo que querías. Ni de coña, vamos. Y, por encima de todo, no soportas la idea de ser un número, de que todos los hilos de tu vida estén manejados por algún cruel marionetista que siempre te indica con sus gestos qué mano debes menear, qué pie tienes que levantar o bajar, cuándo y dónde. Ni siquiera por qué.
Sales a la calle y ves que tienes allí aparcado el Nissan Juke Nismo RS. En su sitio. Numerado. Como tú. Etiquetado también. Como tú.
¿Un SUV para ir por la ciudad?, te dijeron. ¿Otro SUV de los muchos que ya hay?, te insistieron. ¿Para qué quieres eso aquí?, se burlaron. ¿Para qué lo quieres con un motor tan potente, para subirte más rápido a los bordillos?, se recochinearon.
Y, de repente, lo ves todo claro.
No es el piso lo que falla, ni los muebles suecos que algún día fueron baratos y hoy ya ni eso, ni siquiera las toneladas de ladrillo y hormigón, ni el amasijo de carne humana, ni los tipos que se ríen, encarnizándose contigo y con tu coche. Como si eso tuviera que importarte lo más mínimo, a estas alturas de la vida.
Y te vas. Para eso querías un coche como el Nissan Juke Nismo RS.
Mucho más Nismo que el Nissan Juke Nismo
Salir de la ciudad y buscar carreteras recónditas, de esas que sólo utiliza algún que otro lugareño y no en días de cada día precisamente, sirve para comprobar que el Nissan Juke Nismo RS mejora al Nissan Juke Nismo que probamos tiempo ha. Por ejemplo lo hace en un aspecto tan fundamental como es la motorización.
Se trata del mismo bloque, el tetracilíndrico DIG-T de 1,6 litros, aunque los chicos de Nissan Motorsport ahora le han extraído 18 CV y 30 Nm más que en el Nissan Juke Nismo a secas. Hay diferencias en la programación de la UCE y en el diámetro del escape, que es mayor ahora. También el embrague y el volante de inercia han sido reemplazados, en este caso por unos más robustos.
Suena a poco, pero el resultado es bueno. El motor sigue las acciones que le demandas con el pie derecho sin siquiera ruborizarse. Cuenta con tres modos de funcionamiento, que afectan a la reactividad del acelerador: Normal, Sport y Eco. Adivina con cuál de esos tres tienes que ser más fino a la hora de pisar...
Si no estás para finuras, los modos Normal y Eco te ayudarán a dosificar tanto la entrega de potencia y par como los gestos con el volante, siendo este último el aspecto menos brillante de estos modos, ya que el tacto del volante en los modos Normal y Eco es algo gomoso, nada que ver con su firmeza en modo Sport. Por lo demás, el tacto de la palanca de cambios es muy correcto, dentro de su carácter deportivo, y el corto recorrido del embrague es simplemente canela fina.
El comportamiento del motor, sobradamente elástico, te permitirá prácticamente cualquier estilo de conducción... de los que se pueden practicar en vía abierta, claro. La caja de cambios que incorpora te sorprenderá por sus cortas relaciones, sobre todo entre 1ª y 4ª. La ventaja que le podrás sacar a esto es que te puedes saltar marchas tan alegremente y llegar a 6ª en un santiamén mientras te planteas qué ritmo quieres dar hoy a tu conducción.
Si tienes un día de furia, entendido este como una jornada para la diversión sana, quizá te llene pisarle sin remilgos, y su motor te sorprenderá de forma positiva, igual que su nobleza a la hora de mantenerse estable o la pasmosa efectividad de sus llamativos frenos de pinzas rojas, que cuentan con discos ventilados tanto delante como detrás y cuyas pastillas son específicas para los Nismo RS.
Y si lo que tienes es un día conciliador con el Universo, podrás jugar a empujar el coche desde bajas y dejarte llevar con suavidad, ya que el motor y la caja de cambios lo permiten sobradamente sin apenas tocar el acelerador, dado el empuje que tiene esta motorización. Todo depende de lo que tú quieras hacer.
Poco a poco descubres que mantienes la capacidad de decidir qué mano deseas menear y qué pie te apetece levantar o bajar, cuándo, dónde... y por qué. Mientras sonríes pensando en aquel cruel marionetista cuyos hilos has enviado ya a paseo, te diviertes enlazando curvas sin descanso, y compruebas que el balanceo que realiza el Nissan Juke Nismo RS es mínimo, teniendo en cuenta que, al fin y al cabo, lo que llevas entre manos es un crossover. No muy grande, pero aun así...
La dirección se comporta de forma precisa, en parte gracias al diferencial helicoidal de deslizamiento limitado que monta esta versión del Juke, así que resulta sencillo acometer recorridos algo ratoneros. Pero eso ya lo habías comprobado incluso mientras dabas vueltas por la ciudad para aparcar. La maniobrabilidad que te daba el sistema a bajas velocidades era excelente.
En algún momento el Nissan Juke Nismo RS te parecerá algo subvirador cuando ya te hayas metido en harina, y a veces incluso te va a demostrar un cierto carácter cuando una aceleración mal medida y el ángulo de avance de las ruedas delanteras te pongan el volante más recto que una vela a la velocidad del rayo.
Tanto la carrocería como la suspensión han sido reforzadas de manera específica para esta versión. El tarado no resulta duro ni blando sino en un buen punto medio, de forma que el coche se mantiene a la vez estable y cómodo como para recorrer el equivalente a la costa mediterránea española sólo por autopista o autovía... y no morir en el intento. Contribuyen a esa dinámica de compromiso los neumáticos Continental ContiSportContact 225/45 R18 XL (eXtra-Load, o reforzado): perfil ciertamente bajo, pero con goma tirando a blanda.
Vuelan los kilómetros mientras vas jugando. ¿Y la gasolina? Bien, gracias. En carretera puedes obtener 7,2 l/100 km de media sin hacer cosas raras; una cifra, por cierto, que se corresponde con el consumo NEDC... pero combinado. Luego, si eres muy cuidadoso, verás medias por debajo de los 7 litros.
Y si vuelves a la ciudad es mejor que no mires mucho el display. Entre que cada vez que el motor está a retención la pantallita indica 1,9 l/100 km y que cada vez que se queda al ralentí te muestra 30 l/100 km... lo mismo te da un síncope. Aunque luego la cifra media que saques callejeando sea de unos 10 l/100 km.
Mientras vuelan esos kilómetros te das cuenta de que ni siquiera te has parado a pensar qué lleva este coche en el interior. Y entonces haces un alto en el camino.
Un interior todavía más pintón que el exterior
Te gustará o no, pero no te dejará indiferente. Un espontáneo me lo comenta, de repente: "No había visto nunca ninguno como este", y con sus palabras se hace eco involuntario de lo que algunos otros que miran deben de pensar pero callan. Realmente, el Nissan Juke Nismo RS no sabe pasar desapercibido.
Tiene detallitos que lo distinguen de forma definitiva. Los faldones imitando la fibra de carbono y rematados en rojo, ese mismo color dando vida a las carcasas de los retrovisores y a las pinzas de los frenos, y las llantas de 18 pulgadas específicas de esta versión son algunos de los más llamativos.
Su línea exterior, en efecto, es muy pintona, y el interior...
Partimos de una posición de conducción elevada, como sucede en cualquier SUV o crossover, pero atendiendo al lenguaje visual de la deportividad. Así, el juego cromático entre el negro y el rojo no nos debería sorprender, pero sí lo hace la franja roja en el punto superior del volante. Curiosamente, va a ser un elemento muy funcional mientras busques curvas y más curvas.
El volante es muy cómodo. Acabado en alcántara, igual que la visera que ves sobre el panel de instrumentos, transmite buena sensación de calidad percibida. Los pedales, acabados en aluminio pulido, y el cuero en el pomo de la palanca de cambios son otros puntos a favor de los acabados de este Juke Nismo RS.
El lenguaje de lo deportivo encuentra su máximo exponente en unos bellos asientos rígidos confeccionados por Recaro para Nismo. Son de tipo báquet y cuentan con regulación en altura... aunque sólo para el conductor. La reclinación del respaldo es por ruleta, y todos los reglajes son manuales.
¿Que si son cómodos los asientos? Siendo como soy un sibarita forzoso de la comodidad sobre todo en la zona de la espalda, tras unos 3.000 kilómetros recorridos en total, y a veces en sesiones de conducción bastante largas, no tengo queja alguna. Bueno, sí, una: subir y bajar del vehículo se hace algo complicado, debido a unos muy altos refuerzos laterales que aseguran el agarre pero que son un muro que nos separa del exterior. Tras unos cuantos cientos de intentos, sin exagerar, uno no se logra acostumbrar.
La visibilidad es muy buena desde el puesto de conducción, y se complementa con un juego de cámaras delantera, trasera y laterales que resultan útiles y precisas, casi adictivas. La cámara virtual con visión cenital es otro de los pequeños lujos que nos pueden resultar de utilidad, sobre todo al aparcar.
En las plazas traseras puedes encontrar un inconveniente, y es que estas resultan escasas para ocupantes que superen los 175 centímetros de estatura. Además, la plaza trasera central es reducida, como suele suceder en este segmento. Si la utilizas para un niño con su sistema de retención infantil, además de preocuparte por el ante con el que están tapizados los asientos, deberás mirar si a lado y lado de la sillita se pueden sentar sus dos acompañantes con comodidad.
En el maletero vamos a encontrar puntos fuertes y no tan fuertes. Por un lado, el volumen declarado es de 356 litros. Por el otro, una parte de este volumen se pierde en altura. Hay que destacar positivamente la sólida bandeja que cubre el doble fondo del maletero y que eleva considerablemente la altura de carga. Bajo esta se encuentra una rueda de repuesto de uso temporal, y en el panel lateral izquierdo queda, oculto tras una tapa de fácil apertura, el gato. En lo negativo, conviene destacar la escasa calidad de la bandeja cubreequipaje, que no está a la altura del resto de detalles con los que cuenta este coche.
Ya de vuelta al puesto de conducción, la disposición de algunos elementos puede ser discutible, como la que atañe a los botones que controlan tanto el sistema de sonido como el control de crucero. Sinceramente, no soy capaz de encontrar una lógica a la ubicación de estos botones, y menos aún a la distribución de sus funciones, por ejemplo con un botón de volumen pequeño y apartado de la posición natural de los dedos, mientras que el basculante de avanzar y retroceder canciones o emisoras es enorme y fácilmente localizable.
El display de la instrumentación tampoco destaca por su frescura. Llama la atención que en una versión como esta, en la que Nissan Motorsport ha puesto tanto de su parte para afinar la motorización y la dinámica, el diseño del interior no haya servido para cuidarse de actualizar elementos tan importantes como este. De hecho, el principal elemento que verá el conductor.
Para terminar con esta retahíla de cariñosos reproches, la pantalla adicional, que bajo el navegador varía en función del modo de conducción (Normal, Sport, Eco), resulta incómoda de mirar en ese emplazamiento, así que no se acaba de ver muy bien cuál es su cometido. Muestra la entrega de par, la presión del turbo, los méritos de conducción sostenible... pero la pregunta es a quién y para qué.
Seguramente todo forme parte de la cuota de postureo a la que el Nissan Juke Nismo RS no puede ni debe renunciar. Y seguramente está bien que así sea.
Al fin y al cabo, cuando uno tiene entre manos un aparato como este, puede permitirse desde fardar un rato por ahí hasta buscar una escapada donde ese día de furia adquirida en la gris ciudad se acabe transformando en un día de adrenalina bien canalizada. Y eso siempre viene bien, de vez en cuando.
Nissan Juke Nismo RS: nuestra puntuación
.0
A favor
- Motor y transmisión
- Comportamiento dinámico
- Buena manejabilidad
- Acabados exclusivos
- Relación calidad - precio
En contra
- Plazas traseras escasas
- Capacidad del maletero
- Instrumentación principal anticuada
- Instrumentación adicional poco práctica
¿Es un crossover? ¿Es un deportivo? Es un Nissan Juke Nismo RS, y puede cumplir con ambas etiquetas. Divertido en carretera si tienes ganas de sacar a pasear su noble e imponente caballería, cómodo en autopista si te dispones a viajar con él y con unos acompañantes de dimensiones contenidas, y algo menos atractivo si te vas a pasar el día de semáforo en semáforo. Aunque ten por seguro que todas las miradas recaerán sobre ti. ¿Qué más se puede pedir?
Resulta muy curiosa la forma en la que Nissan ha acabado dando rienda suelta a una deportividad que creíamos ya perdida en la marca del sol naciente. Subida a la tabla de salvación que supusieron los SUV y los crossovers para Nissan, esa deportividad, unida al segmento que lideran y que es la base económica de tantos fabricantes hoy por hoy, no hace sino asegurar su propia pervivencia. Y todavía habrá quien se pregunte de qué sirve un modelo como el Nissan Juke Nismo RS.
Ficha técnica
Versión probada | Nismo RS | |||
Cilindrada | 1.618 cm³ | Tipo de tracción | Delantera | |
Bloque motor | 4 cilindros en línea | Combustible | Gasolina | |
Potencia (CV @ rpm) | 218 @ 6.000 | Capacidad del depósito | 46 litros | |
Par motor (Nm @ rpm) | 280 @ 3.600 | Consumo urbano | 9,6 l/100 km | |
Masa en vacío | 1.760 kg | Consumo extraurbano | 5,7 l/100 km | |
Velocidad máxima | 220 km/h | Consumo combinado | 7,2 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 7 segundos | Capacidad maletero | 356 litros | |
Transmisión | Manual 6 relaciones | Precio | 27.607 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Nissan.
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En Motorpasión | Prueba del Nissan Juke Nismo