Últimamente estamos asistiendo a un pequeño cambio por parte de algunas marcas de coches a la hora de crear coches deportivos, o de evolucionar versiones especiales de estos. Se trata de someterles a dietas de adelgazamiento, y es que con 331 caballos de potencia, influye más el peso en las prestaciones, que el poder ganar 20 o 30 caballos.
Por eso en Nissan se han puesto las pilas y han reducido el peso de muchos elementos, para conseguir que el Nissan 370Z fuese más ligero y ágil que su predecesor que pecaba un poco en este sentido. Como primero ejemplo, el equipo de sonido, que sigue firmado por Bosé en la versión "pack" de 3.000 euros más, pesa 1,6 kilos menos.
Ahora el capó es de aluminio, al igual que las puertas y el portón trasero, mientras que en el 350Z el aluminio solo estaba presente en el capó. Así la carrocería es 26 kilos más ligera que en el anterior, y el ahorro de peso total es de 32 kilos. En total el Nissan 370Z pesa 1.571 kilos, casi 100 kilos más que un Audi TTS, 9 kilos menos que un BMW Z4 3.5i y casi 150 kilos más que un Porsche Cayman S. ¿Alguien duda que sean esos sus rivales?
Este ahorro de peso se nota cuando nos ponemos al volante, ya que el Nissan 370Z se muestra más ágil y juguetón que el modelo al que sustituye, aunque no podemos hablar de un peso pluma.
Pero ojo, que esta dieta de adelgazamiento no supone para nada un interior espartano y reducido a la mínima expresión, al contrario. El Nissan 370Z sigue siendo una de las referencias del segmento de los biplazas deportivos por la capacidad de su interior.
Es amplio y confortable para tratarse de un coche de este tipo. Por ejemplo los asientos tienen un compromiso excelente entre confort y deportividad, ya que cuando te sientas en ellos no tienes la sensación de estar atrapado sin salida y puedes llegar a hacer bastantes kilómetros al día sin que tu espalda se resienta. En zonas de curvas sujetan bien, y eso que con el Nissan 370Z se puede pasar muy rápido por algunas curvas.
Los asientos tienen los mandos de regulación eléctrica situados en la parte interior de la banqueta, una posición poco común pero que me ha parecido muy cómoda. Esto ya era así en el 350Z.
En cuanto a los huecos, no te preocupes que tendrás sitio para dejar de todo. Ya era así en el 350Z, pero con esta nueva evolución han logrado hacer un maletero más grande y dotarlo de más huecos para objetos. El maletero ha crecido de tamaño principalmente por un motivo, ha desaparecido la barra estabilizadora entre torretas que ocupaba parte del espacio de carga.
La mayor rigidez de la carrocería ha permitido prescindir de este elemento y conseguir así más espacio para las maletas, además de que ahora el Nissan 370Z incorpora un cubre maletero enrollable que evita que otros vean que es lo que llevas en él, algo que se echaba en falta en el modelo predecesor.
El puesto de conducción del Nissan 370Z
Lo que más me gustó del interior del Nissan 370Z es su posición de conducción. Es fácil encontrar la posición idónea, en parte gracias a las múltiples regulaciones del asiento. A mi me gusta ponerlo en la posición más baja posible, pero ojo que en el 370Z esta puede llegar a ser muy abajo.
La consola central que divide ambos asientos, sitúa la palanca de marchas muy a mano, y crea un interior de lo más acogedor. Todos los mandos de climatización y manejo del navegador están igualmente al alcance de la mano, pero como siempre, tiene que haber detalles que se pueden mejorar.
Hubo tres cosas que no me gustaron demasiado en el interior del Nissan 370Z. Una fue el diámetro del volante, demasiado grande para mi gusto, sobre todo en un coche de orientación deportiva. Seguro que los amantes del _drifting_ cuando eligen un 370Z para hacer sus cruzadas, es una de las primeras cosas que sustituyen.
Por otro lado, y sin despegarnos del volante, tampoco me gustaron los mandos de manejo de la radio, integrados en los brazos laterales de este. Son poco prácticos, cero intuitivos y sobre todo, maniobrando con el coche lo más probable es que termines escuchando "Radio Olé" involuntariamente.
Por último el otro detalle que no me gustó nada del interior fue la disposición del botón que permite manejar el ordenador de a bordo. Al igual que en el Nissan 350Z, éste está situado sobre el propio reloj del cuadro de instrumentos destinado a esta información, de forma que para consultar los datos hay que sacar la mano del volante y desplazarla hacia delante, un fallo imperdonable.
En cambio el cuadro de relojes, presidido por las revoluciones y su destello de luz cuando nos acercamos al corte, tiene detalles destacables, como que suba o baje con el volante, de forma que siempre lo podremos ver con claridad.
Otra de las novedades en el Nissan 370Z es el botón de arranque, la “pijada” de moda entre los deportivos en los últimos años. La llave, que permite acceder al coche sin tener que sacarla del bolsillo pulsando un botón en la puerta, puede situarse en un pequeño compartimento a la izquierda del volante, como si se tratase de un Porsche.
La consola central está coronada en la parte alta por tres relojes, en claro homenaje al 240Z que también los llevaba así. Por último, hay que destacar la calidad de los materiales, que en general tienen muy poco que envidiar a la de otros competidores mucho más caros que el Nissan 370Z y detalles de equipamiento como el equipo de música firmado por BOSE denotan su calidad.
Toca encender el V6 y ver de qué son capaces los 331 caballos de potencia…
En Motorpasion | Nissan 370Z, prueba (parte 1), Nissan 370Z, prueba (parte 3)