Como os adelantábamos ayer, la berlina híbrida de Infiniti es ya una realidad, puesto que las primeras unidades ya han sido entregadas a sus respectivos dueños. Nosotros nos hemos puesto al volante tanto del M35h como del M30d S, y vamos a contaros nuestra experiencia.
La marca quería que pudiésemos comprobar de primera mano las diferencias entre el modelo diésel (el más vendido de la gama) y el nuevo híbrido, que además es el primer vehículo que recibe la tecnología hibrida propia de la casa, desarrollada por Infiniti, el Infiniti Direct Response.
El fabricante japonés nos tenía preparada una ruta entre Madrid y Valencia que nos iba a permitir no sólo circular por autopistas y autovías, sino también por tramos de carretera secundaria, con curvas, para poder divertirnos también un poco y de paso comprobar las bondades de la familia M.
En ruta
Primero nos pusimos a los mandos del modelo diésel, el M30d S, que monta un 3 litros turbodiésel de 238 CV de potencia. Desde el Centro Infiniti del Paseo de la Castellana de Madrid partimos hacia Valencia, pero no por la ruta habitual. En lugar de coger directamente la A-3, nos dirigimos a la R4 y bajamos dirección Albacete por la AP-36, hasta La Roda.
Durante este trayecto, manteniendo velocidades de crucero a buen ritmo y alcanzando puntualmente velocidades elevadas, conseguimos un consumo de combustible de 9,9 litros a los cien kilómetros, una cifra que no está mal para un coche de cinco metros, cargado de equipamiento (pesa cerca de 1.900 kg en orden de marcha), con dos personas y maletas a bordo, y llevando una conducción totalmente despreocupada en cuanto a consumo se refiere.
Durante el recorrido nos sentimos cómodos, los asientos del M son especialmente comfortables y los llevamos con la función de ventilación activada. ¡Que gustazo! Como dijimos ayer, en ambas versiones la postura de conducción es la adecuada, aunque se nota que con el acabado S (suspensiones más duras, dirección a las cuatro ruedas) la suavidad de marcha es algo menor. El escaso ruido aerodinámico, de rodadura o incluso proveniente del motor diésel es algo a destacar.
El tacto de la dirección del M30d S no fue de mi agrado. Demasiado suave...blando...poco directo, sobre todo circulando rápido en carretera. Me gustó más el del híbrido, pero de eso hablaremos un poco más adelante. Por lo demás, las prestaciones son muy correctas, el motor es enérgico y permite viajar muy rápido si lo deseamos. Además, el cambio automático de 7 velocidades funciona correctamente, sin brusquedades. Veamos a ver qué ofrece el híbrido.
Infiniti M35h y su sistema de propulsión
Tras degustar unos Miguelitos de La Roda (yo no lo hice, pero otros compañeros sí), cambiamos las maletas de coche y cogemos el M35h. Al meter nuestras bolsas en el maletero nos llevamos la primera sorpresa, que no era tanta en realidad, porque ya sabíamos lo que ibamos a encontrarnos (espacio robado por la batería). Con respecto al diésel, el híbrido pierde 100 litros de capacidad, quedándose en 350 litros.
Al subir al coche comentamos (mi compañero y yo) que el interior es prácticamente igual, salvo un par de pilotos en el cuadro de mandos (como el que nos indica que circulamos en modo eléctrico) y un reloj que indica la potencia y carga de la batería. Arrancamos y proseguimos nuestro camino dirección Valencia, ésta vez por carreteras secundarias con repechos, curvas y rectas muy largas con cambios de rasante.
El sistema híbrido del M35h combina un motor de seis cilindros en V de gasolina y 3.5 litros de cilindrada (306 CV a 6.800 RPM y 350 Nm a 5.000 RPM) y otro eléctrico de 50 kW (68 CV entre 1.770 y 2.000 RPM) acoplado a una batería de ión-litio. En combinación desarrolla una potencia de 374 CV nominales que se manda sólo al eje trasero.
Gracias a la acción conjunta del motor de combustión y del eléctrico, el M35h acelera de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos y alcanza los 250 km/h (velocidad limitada). Arroja una media de consumo de combustible de 7 litros a los cien kilómetros y emite sólo 162 g/km de dióxido de carbono.
Los modos de funcionamiento del sistema son cuatro, aunque no tenemos control directo sobre ellos. El sistema decide qué debe hacer en función de nuestro estilo de conducción o de la situación. No existe un botón, como en otros híbridos, que nos permita seleccionar el modo eléctrico, por ejemplo. Los modos son los siguientes :
- Modo eléctrico: Arrancamos el coche y no oimos nada. El motor eléctrico se encarga de mover el coche a baja velocidad. Sobre papel es capaz de propulsar al coche hasta los 100 km/h (sin ayuda del motor de gasolina), aunque en la práctica si circulamos en llano a partir de 60 ó 70 km/h ya entra en acción el V6.
- Regeneración / carga de la batería: Durante los procesos de desaceleración y frenada se desconecta el motor de combustión y la fuerza de la frenada recarga la batería de ión litio.
- Modo de combustión: Cuando le pedimos un esfuerzo extra al vehículo (afrontando rampas, por ejemplo), circulamos a altas velocidades o la carga de la batería es baja, el motor de gasolina es el que propulsa el vehículo, ocupándose el eléctrico exclusivamente de recargar la batería.
- Modo combinado: Cuando solicitamos la máxima aceleración o circulamos a alta velocidad, ambos motores suman sus fuerzas (momento en el que se consigue la potencia máxima de 374 CV).
Como hemos dicho, no podemos elegir si circular con un motor, con el otro o con los dos, pero sí disponemos de una rueda de selección en la consola que permite elegir entre los programas Nieve, Eco, Normal y Sport.
Nosotros probamos tanto el Eco como el Normal y el Sport. El primer de ellos te ayuda a llevar una conducción eficiente. Mediante un indicador en el cuadro de mandos sabemos si estamos abusando o no del acelerador. De hecho, si pisamos mucho el pedal, éste tiende a volver a su posición empujándonos el pie hacia atrás en forma de protesta.
Si el piloto es de color verde es que llevamos una conducción relativamente eficiente. Si parpadea significa que nos estamos pasando un poco, y si ya se vuelve naranja, es que nos hemos pasado del todo, por lo que no tendría mucho sentido llevar este modo sino más bien el Normal o Sport.
En el modo normal no notamos nada en especial. El coche se comporta de forma normal, valga la redundancia. Ya en el modo Sport sí podemos apreciar que el coche lo da todo. Es el más indicado si queremos circular rápido o si queremos la respuesta más contudente al acelerador.
Los gráficos de la imágen superior reflejan los flujos de energía del sistema híbrido y los modos de los que hemos hablado. Podemos encontrar este gráfico en tiempo real en el menú del coche y mostrarlo en la pantalla de la consola (la que se usa para el navegador, el menú de la música, etc...). Nosotros lo llevamos puesto casi todo el camino, ya que es interesante ir viendo cómo se comporta el sistema, en qué momento trabaja cada motor, cuando ambos, cuando se recarga la batería...
Finalmente llegamos a Valencia, donde nos esperaban para comer. Nuestra unidad del Infiniti M35h marcaba un consumo de unos 10,5 litros. De nuevo, nuestro estilo de conducción (y esta vez no por gusto, sino porque no teníamos hoja de ruta y seguimos a otro compañero) fue bastante animado.
De cualquiera manera, 10,5 litros de consumo medio en un coche de su tamaño, peso y con todo un V6 gasolina de 306 CV en el frontal, no es un mal dato. Más o menos llevamos una conducción parecida a la que hicimos con el M30d S, pero sin tanta velocidad sostenida y sin circular apenas con el motor eléctrico. Al fin y al cabo, conseguimos un consumo sólo un poco peor que el del diésel, y ésto con un gasolina, híbrido, sí, pero con más de 300 potros bebiendo zumo de petróleo.
En definitiva y por ir resumiendo, el híbrido es igual de cómodo que la versión diésel (que es la más vendida). Su sistema de propulsión es mucho más enérgico que el de éste último, ya que tiene unos 135 CV adicionales y eso se nota, pero los consumos son muy parecidos a éste (el M35h homologa medio litro menos que el M30d S) a pesar de ser la versión más potente de toda la gama M.
Probablemente, si lo hubiésemos utilizado en ciudad, podríamos hablaros de unos consumos mejores, por aquello de dar más uso al sistema eléctrico, que hasta unos 60 km/h (100 km/h en teoría) puede funcionar él solito, sin gastar gasolina y sin emitir dióxido de carbono.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
En Motorpasión | "Infiniti M35h, presentación y prueba en Valencia (parte 1)":https://www.motorpasion.com/pruebas-de-coches/infiniti-m35h-presentacion-prueba-valencia-parte-1