Hace algo más de un año, Hyundai lanzó al mercado el i30 N, su primer modelo deportivo. Hoy, tras el éxito de ese compacto de cinco puertas, la gama N de Hyundai crece con la llegada de una nueva carrocería, la del Hyundai i30 Fastback N, que mantiene el mismo nivel de deportividad del primero y añade un punto importante en cuanto a practicidad con su maletero de 450 litros. Ya lo hemos conducido y esto es lo que ofrece.
Desarrollo en Nürburgring
Desde que decidieron lanzar al mercado una línea de coches deportivos bajo la insignia N, Hyundai estableció su cuartel para el desarrollo de estos modelos en Nürburgring. El implacable Norschleife es el lugar donde poner a punto estos coches llamados a emocionar a quien los conduce al mismo tiempo que marcan buenos tiempos por vuelta.
El nuevo Hyundai i30 Fastback N, también se ha desarrollado allí, ya que básicamente a nivel mecánico, es el mismo coche que el Hatchback, aunque los cambios más notables están en la carrocería.
Los cambios son más bien visibles
Se trata de un modelo de tres volúmenes perteneciente al segmento C, con estilo coupé de cinco puertas. Es más largo que el i30 N que conocíamos hasta ahora, concretamente gana 120 milímetros, mientras que también es más bajo al estar el techo 21 mm más abajo que en su hermano, del cual por cierto, se han vendido más de 9.000 unidades desde su lanzamiento, 400 de las cuales se han quedado en España.
Esa menor altura y la forma de al carrocería ayudan a que obtenga un mejor coeficiente aerodinámico. Declara 0,297 Cd, comparado con los 0,320 Cd del i30 N de cinco puertas.
A simple vista, si lo ves por delante, no aprecias cambios respecto al i30 N hatchback. Son idénticos, con un frontal muy agresivo gracias a una parrilla de formas muy marcadas con el logotipo N integrado, un paragolpes con grandes entradas de aire y unos bajos con perfil en color rojo que se acercan más al suelo que en un i30 normal.
Las llantas son de 19 pulgadas en ambos modelos, calzan muy bien al compacto deportivo y como detalle, tienen el logotipo N integrado en el perfil interior de la llanta.
Hay que irse hasta la parte trasera para apreciar los cambios que dan sentido al Fastback, el cual luce un portón trasero de formas afiladas. La tapa del maletero está presidida por un destacado alerón fijo de color negro, que además de imagen, mejora el apoyo del eje posterior a alta velocidad.
Por lo demás, hay dos salidas de escape, una a cada lado del coche, una luz antiniebla de forma triangular (el hatchback también la lleva, pero integrada en el alerón posterior), así como un perfil de color rojo que recorre todo el perímetro del coche.
Sin novedades en el apartado mecánico
A pesar de que es algo más largo este Fastback, no cambia nada a nivel mecánico. Ambos modelos comparten chasis, distancia entre ejes, mecánica, puesta a punto. Todo es idéntico salvo en el volumen posterior, ya que este cuenta con tamaño extra que permite que el maletero crezca desde los 395 hasta los 450 litros.
Estos, por cierto, se ven reducidos a 436 litros en el caso de montar la barra de torsión opcional para el eje posterior, que va situada por detrás de los asientos y aporta un 6% más de rigidez torsional.
Bajo el capó delantero no hay cambios respecto a un i30 N 5 puertas con el acabado Performance. Sí, esta versión Fastback sólo se comercializará en España con el acabado más alto, el Performance de 275 caballos, algo lógico si tenemos en cuenta que la mayor parte de compradores del i30 N, se decantaban por esta versión frente a la más básica de 250 CV.
Así, encontramos el mismo motor 2.0 T-GDI turboalimentado que entrega 275 CV a 6.000 RPM y 353 Nm entre 1.450 y 4.700 RPM, los cuales aumentan hasta alcanzar los 378 Nm cuando la función overboost está en funcionamiento. Solo está disponible con caja de cambios manual de 6 velocidades, la cual eso sí, incorpora un sistema de launch control para hacer las mejores aceleraciones desde parado, así como el rev match que sincroniza las revoluciones en reducciones.
Acelera de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y alcanza 250 km/h de velocidad punta. Un cacharro muy serio.
Si me tapan los ojos, no se qué i30 estoy conduciendo
Hyundai quería que probásemos su nuevo modelo como hay que probarlo, en un tramo de carretera de esos que merecen estar en el roadbook de un rally. De hecho, lo está.
Salimos primero de la sede de la marca coreana haciendo un tramo de autovía que nos permitió empezar a familiarizarnos con el coche. Lo primero que llama la atención, es lo duro que se percibe.
Es posiblemente, junto con el Honda Civic Type R y el Ford Focus RS, el compacto deportivo más duro de todos, algo que se aprecia notablemente en el modo normal, pero que se acentúa de sobremanera si desde la tecla situada en la parte inferior del volante, activamos el modo deportivo N.
El punto positivo para paliar esa falta de confort de marcha cuando simplemente queremos viajar en él pero no necesariamente ir al ataque, lo encontramos en uno de los cinco modos de conducción disponibles (Eco, Normal, Sport, N y N Custom) ya que el último permite configurar a nuestro antojo y con total independencia parámetros como respuesta del motor, dureza de los muelles, tacto de dirección y muchas otras cosas.
Así, puedes llevar por ejemplo el motor con la entrega de potencia y par más radical, mientras las suspensiones van configuradas de la forma más confortable de todas.
En ese tramo, notamos que la caja de cambios manual de 6 velocidades, tal vez se queda algo corta para hacer trayectos largos. Pide a gritos una caja automática secuencial con una relación más, que ya nos han confirmado llegará con el restyling del modelo a lo largo de 2020. Sobre todo lo pide para aliviar consumos y que la autonomía del depósito de combustible de 50 litros no sea tan justa.
Pero este coche está pensado para lo siguiente que íbamos a hacer, así que pronto abandonamos la autovía para adentrarnos en bonitas carreteras de curvas en las que el Hyundai i30 Fastback N muestra su mejor cara y su mejor hacer.
El motor empuja muy bien siempre que lo lleves en el régimen óptimo de revoluciones. A partir de 1.450 RPM empuja, sube de vueltas con brío y es capaz de dibujarte una sonrisa. Sonrisa que por cierto, se convertirá en carcajada cuando levantes el pie del acelerador y escuches cómo esas dos salidas de escape emiten un sonido que te traslada mentalmente a las Fallas de Valencia.
Jugando entre el modo Sport, el N y el N Custom, se aprecia bastante el salto entre unos y otros. Creo que el N es brutal por la forma en la que el coche se tensa y sabe dar lo mejor de sí mismo, aunque eso sí, hay que estar atento a lo que se hace.
Es un coche exigente a la hora de llevarlo rápido, y realmente no entiendo el motivo. Obliga a estar con los sentidos puestos en la conducción, para evitar por ejemplo las sacudidas del eje delantero en aceleración, momento en el que el diferencial trabaja a tope para conseguir pasar esos 275 caballos al asfalto usando sólo los neumáticos delanteros.
La caja de cambios de 6 velocidades, tiene un movimiento de la palanca selectora bastante preciso, pero no es rápida. Los movimientos van bien acompasados, es difícil equivocarse, pero no es tan rápida como por ejemplo la palanca de un SEAT León Cupra con caja de cambios manual.
A la salida de las curvas, puedes dar gas bastante pronto y el coche tracciona y empuja hacia adelante con fuerza. El diferencial mecánico con control electrónico ayuda, sin duda.
En tramos con buen asfalto, es una delicia llevarlo rápido. La dirección es muy comunicativa, algo que se agradece a la hora de buscar el límite o acercarse a él. Los frenos parecen tener un buen tacto, y aunque olieron un poco tal vez porque el coche que llevábamos apenas tenía 600 kilómetros desde nuevo, no parecen perder eficacia incluso tras más de una hora de uso relativamente intenso.
Poco a poco vamos subiendo el ritmo a medida que ganamos altitud y que los ciclistas van desapareciendo de la ruta. El i30 Fastback N saca a relucir su mejor cara en estos momentos, haciendo que la experiencia de llevarlo sea realmente buena. Como conjunto, creo que es muy equilibrado y es difícil ponerle pegas en el apartado dinámico.
Es de esos chavales que todo lo hace bien, que sabe correr, frenar, tiene un paso por curva muy bueno y para colmo, nos regala un sonido de escapes tan canalla que gusta a cualquiera.
Precio del Hyundai i30 Fastback N
El nuevo Hyundai i30 Fastback N es casi idéntico a su hermano el i30 de 5 puertas en el apartado dinámico, y eso es un punto a su favor que le permitirá complementar el éxito de la carrocería compacta.
En la marca coreana estiman que en torno al 80% de los i30 N que se vendan en España serán los 5 puertas, mientras que el Fastback sólo convencerá a un 20% de los clientes del modelo. Sea como fuere, lo que puede tener por seguro alguien que se lo compre, es que tendrá uno de los compactos deportivos más divertidos, rápidos y pasionales del momento.
Y todo por un precio de tarifa de 39.250 euros que, una vez aplicadas las campañas y descuentos promocionales, se puede quedar en 6.500 euros menos, por lo que por poco menos de 33.000 euros tienes un coche de 275 CV que sabe regalar alegrías a quien lo conduce sin renunciar a un punto de practicidad que otorgan esos litros extra de maletero.